Publicista y militante carlista nacida en Barcelona en 1864 y fallecida en la misma ciudad en 1945. Su padre, don José Erasmo de Janer, fue jefe regional carlista de Cataluña. Su tío, don Manuel Milá de la Roca y Rafols, fue el fundador de El Correo Catalán. Un sobrino suyo, Erasmo de Janer y de Durán, fue asesinado por las hordas rojas el 11 de diciembre de 1936 en el Castillo de Montjuïch de Barcelona. Su hermano fue un célebre bibliófilo, don Ignacio Janer y Milá de la Roca.
Fue secretaria del Ayuntamiento de Barcelona y autora de varios libros como la monografia El monasterio de Vallbona de las Monjas (1924) de Crónica de un viaje a Roma, Padua, Asís y Loreto (1925). Igualmente fue colaboradora habitual de La Hormiga de Oro. Llegó a ser la presidenta de la Agrupación Femenina Tradicionalista y de la agrupación benéfica Ángeles de la Caridad, fundada en 1872 por la reina Margarita de Borbón-Parma, esposa de SMC Carlos VII. Como escribe Antonio Pérez de Olaguer: Los pobres conocían mucho a dona Ángeles. Sabían que ella era la que les repartía personalmente las ropas (…) Doña María de los Ángeles de Janer y Milá de la Roca –dama ilustre en todos conceptos- tenía como a mayor gala y máxima honra el ser presidenta –veterana margarita- de la agrupación benéfica “Ángeles de la Caridad”.
El 26 de abril de 1931, poco después de la proclamación de la Segunda República preside en el Círculo Tradicionalista de Barcelona la celebración del 25 aniversario de la fundación de la Conferencia de Nuestra Señora de Montserrat. En su intervención recuerda la labor de las Margaritas a lo largo de la vida del carlismo. Unos fragmentos de su discurso sirven para ejemplificar su labor caritativa: « En abril de 1907 a raíz de una tómbola organizada a favor del Círculo Tradicionalista, entonces instalado en la calle llamada La Virreina, que estuvo animadísima por los numerosos lotes reunidos entre los que destacaba un alfiler de corbata de diamantes con las iniciales C. VII, donativo del mismo Augusto Señor. Durante aquellos días de venta se celebraron lucidas fiestas y se estrecharon amistades que resistieron victoriosamente los 25 años transcurridos. Entonces fue cuando se propuso la constitución de una Conferencia de Señoras que se encargara de la Sección de Beneficencia que funcionaba en el círculo.
Aceptada esta idea por el Excmo. Sr. Jefe Regional, que lo era Don José Erasmo de Janer y obtenida la aprobación del Prelado Diocesano, Eminentísimo Cardenal Casañas, se constituyó la Junta de la que fue nombrado Consiliario el Reverendo Dr. Don Ramón Valls, Pbro. Cura Párroco de Nuestra Señora de la Merced, ejemplar sacerdote y entusiasta tradicionalista. Integraban la Junta directiva: Presidenta: Marquesa de la Torre; Vicepresidenta: Doña Blanca Hamsay de Freixas; Tesorera: Doña Anita Bertrán de Trías; Vicetesorera: señorita María de Janer y Milá de la Roca.
Se proclamó Patrona de la conferencia, la Santísima Virgen de Montserrat, Patrocinio eficacísimo, pues nunca ha desamparado a la Conferencia, proporcionándole siempre lo preciso para continuar socorriendo a un elevado número de familias tradicionalistas. Inmediatamente que comenzó a funcionar la Conferencia afluyeron los pobres, y las señoras formadas por parejas, fueron de casa en casa distribuyendo socorros, consolando dolores, haciendo lo mismo que hacen hoy.
En el ejercicio de nuestra labor caritativa hemos experimentado grandes dolores al descubrir tremendos infortunios y grandes consuelos admirando altas virtudes, sacrificios hermosísimos para evitar la perdición de algún miembro de la familia, constancia y resignación en graves y dolorosas enfermedades, el entusiasmo de una anciana pobrísima que guardaba como un imponderable tesoro, un camafeo que siendo su marido Coronel de un Regimiento de Álava, le regaló Doña Margarita y que sólo en el lecho de muerte en el Sant Hospital, lo entregó a la señora que la visitaba.
¡Dios es grande! Infinita es su grandeza; no nos es dable comprenderla en nuestra infinita pequeñez; por la grandiosidad de sus obras la columbramos cuando nos extasiamos en la contemplación del Universo. El cielo estrellado, la majestad de los elevados montes, la inmensidad de los mares penetran nuestro entendimiento de extraordinario asombro, pero su sublime grandeza se nos manifiesta lo mismo en aquella hierbecita que viva ignorada en la cumbre de una montaña o al borde de un arroyuelo que es tan admirable en sus menudísimas hojitas y de la que Dios ha tenido providencia, así como de los astros y de los mares.
Así es esta Obra, la Conferencia de Nuestra Señora de Montserrat, pequeña flor de la Iglesia en el campo fecundo del Carlismo, en el Círculo de Barcelona donde ha sido objeto de muchas y muy agradecidas atenciones.»
Fuentes:
- Cubero Sánchez, Joaquín: «Margaritas en la clandestinidad: la Agrupación Ángeles de la caridad», en El carlisme i la dona. Barcelona, Fundació Francesc Ribalta, Solsona, 1999.