- Don Federico Martínez Roda catedrático de Historia Contemporánea del CEU y profesor de varios proyectos de investigación histórica analiza para la Revista Tradición Viva su nuevo libro clave para entender al general Varela -editado por la Esfera de los Libros bajo el título Varela el general antifascista de Franco.
– ¿Cuál fue la génesis de su obra Valera el general antifascista de Franco?
Puede parecer sorprendete que alguien que no es militar ni gaditano se haya preocupado por la vida de «un militar gaditano», pero es que el general Varela es mucho más que eso. Precisamente al observar la laguna historiográfica existente y más después de la obra publicada recientemente sobre un elenco de militares republicanos, conocer el papel en la primera mitad del siglo XX del general Varela, bilaureado, ministro del Ejército entre 1939 y 1942 y Alto Comisario en Marruecos desde 1945 hasta su muerte en 1951, era fundamental y a ello me apresté. Además su archivo, que se conserva en el Archivo Municipal de Cádiz, está digitalizado lo que facilita extraordinariamente el acceso a las fuentes.
– Es evidente que en muchos de los voluntarios nacionales el factor religioso fue el elemento principal para luchar en la guerra del 36 (por ejemplo en el caso de los requetés), desde esta perspectiva ¿cómo se puede entender el apoyo de las tropas moras al bando nacional y no al republicano?, ¿tal vez influyó la relación entre los generales africanistas y las tropas moras en el periodo anterior a la guerra del 36?
El laicismo de la República también alcanzó a los musulmanes del Protectorado hasta el punto que les prohibieron determinadas fiestas religiosas como la Pascual del Cordero o Aib-el-Kebir, por lo que tenían pocos motivos para defender la República. En cuanto a los marroquíes que participaron en la guerra civil efectivamente fue un número considerable, en torno a 80.000 soldados de una población que no llegaba a 800.000 habitantes, lo que quiere decir que se alistaron más del 10% del total de la población. A mi entender los alistados entendieron la guerra no como los requetés, por ejemplo, para los que era una guerra en defensa de la Religión Católica, porque muy probablemente muchos de ellos sabían que no traería como resultado la entronización de D. Alfonso-Carlos, sino como una posibilidad de incrementar sus ingresos aún a riesgo de su vida, porque dichos ingresos eran superiores a la mera paga al ir en primera línea. Y por supuesto, las relaciones entre los africanistas, muchos de ellos amantes de la cultura árabe como el general Castro Girona y otros, con los marroquíes influyó considerablemente. Con todo es preciso decir que la política de reclutamiento de marroquíes fue algo preparado y consciente, no se alistaron por casualidad. Incluso se dieron concesiones políticas a los partidos nacionalistas del Protectorado, concesiones que el Frente Popular no podía dar porque en Francia había otro Frente Popular que se oponía al reconocimiento de cualquier nacionalismo marroquí.
– Valera nunca fue carlista, aunque a veces de forma interesada se trate su figura como cercana al carlismo, sin embargo es indudable que militó en una concepción más amplia de España como fue el tradicionalismo ¿que provocó el cambio de actitud de Varela hacia la República y la decisión de aceptar el encargo para redactar las Ordenanzas del Requeté?
El general Varela cambió su actitud hacia la República cuando observó que su concepción del mundo y de la vida no tenía cabida en ella, y se ahondó más en esta sensación cuando es encarcelado durante seis meses sin ser juzgado. El general Varela al organizar el levantamiento militar que al final dirigió el general Mola tenía el íntimo convencimiento que estaba combatiendo una revolución que se manifestaba en la lenidad de las autoridades republicanas. Según su propio testimonio redactó la Ordenanzas del Requeté porque consideraba al carlismo un «movimiento maduro».
– Varela llegó a afirmar en 1945 que “yo no soy incondicional monárquico, ni incondicional republicano. Soy incondicional español” ¿Cree usted que Franco entendió completamente esta postura del general Varela ante el rumbo político del régimen tras la victoria del 39?
La frase del general Varela «Yo no soy incondicional monárquico, ni incondicional republicano. Soy incondicional español», hay que entenderla en el contexto de las declaraciones de Don Juan de Borbón, que considera totalmente desafortunadas, por lo que parece ser que quiere decir que España es más importante que el régimen político que tenga. A mi entender, independientemente de esta frase, el general Varela trabajó a favor de la Restauración Monárquica pero aceptando los plazos que iba estableciendo Franco. Nunca apoyó la Restauración contra Franco, como lo hicieron otros generales, en concreto Kindelán.
– Una de las mayores aportaciones de su libro es descubrir la influencia que Varela tuvo en la no beligerancia de España en la II Guerra Mundial ¿cree usted que la historiografía ha sido respetuosa con la aportación de Varela a la no intervención?
Pasan cosas asombrosas. Hace más de 25 años Tusell dejaba perfectamente claro el papel de Varela, sin embargo estudios posteriores ni lo citan. Naturalmente que en mi libro suscribo plenamente el papel de Varela que le atribuye Javier Tusell aunque en mi caso lo haya estudiado pormenorizadamente. No me gusta hacer juicios de intención, pero en ocasiones pasa aquello de que «un hecho no me estropee una buena historia», es decir que si ya está el guión preconcebido pues hay que olvidar lo que no interesa para desarrollarlo bien. Naturalmente esto es totalmente contrario a la deontología profesional del historiador, pero desgraciadamente no todo el que escribe del pasado es historiador y entre los que los son profesionales los hay con mayor o menor sentido ético. Ahora bien, la historiografía bien informada, que la hay mucha y buena tanto en España como en el extranjero, ve en el entonces ministro Varela el defensor de la neutralidad, que además teorizaba. Decía que «España debía ser neutral porque Roosevelt era demasiado amigo de Stalin, y Hitler demasiado enemigo del Papa»
Entrevista realizada por: Carlos Pérez- Roldán