- El acuerdo para blindar la defensa del matrimonio conseguía un rotundo respaldo parlamentario el pasado 25 de marzo
- Jan Figel: «Los países que han pagado el engaño de la ideología comunista son más refractarios que en Occidente a ceder a las ideologías dominantes»
Según informa el diario Tempi (tempi.it) Jan Figel, vicepresidente del Parlamento Eslovaco, describe cómo, resistiendo las presiones, se gestó el acuerdo entre derecha e izquierda para consolidar la histórica enmienda constitucional: «el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer».
Resistiendo las presiones de organismos internacionales, de medios de comunicación y de los lobbies gays y de la ideología de género, el pasado 24 de febrero se alcanzó este acuerdo histórico: centro-derecha y socialistas decidían incluir un párrafo en la Constitución para explicitar que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer. La modificación es parte de una enmienda a la reforma constitucional presentada por el primer ministro socialista, Robert Fico. La enmienda, votada el pasado 25 de marzo y aprobada con 103 votos a favor de los 126 emitidos, prohíbe la posibilidad de introducir en el ordenamiento jurídico Eslovaco el pseudomatrimonio entre personas del mismo sexo, enfatizaba en la revista Tempi Jan Figel vicepresidente del Parlamento eslovaco y líder del Movimiento Demócrata Cristiano (KDH), al iniciar la siguiente entrevista que, por su interés, ofrecemos en sus esencia traducida al español, a continuación:
¿Cómo se llegó al acuerdo?
El objetivo de proteger constitucionalmente el matrimonio como la unión entre el hombre y la mujer fue expuesto hace meses por KDH. Anunciamos la iniciativa a principios de septiembre en respuesta al creciente impacto de la ideología de género en nuestro país, en Europa occidental y América del Norte. Y en respuesta a la propuesta de occidente para que adoptásemos cierta estrategia nacional en los derechos humanos, donde se escondía la imposición de la teoría de género. Temíamos un ataque a la familia fundada en el matrimonio natural y tradicional, que por pertenecer a los derechos humanos no queremos sea desafiado o amenazado.
¿Cómo fue posible que un gobierno encabezado por el social demócrata Fico aceptara?
Sí, contradice la tendencia en Europa y América del Norte. La situación en Europa del este es diferente a la occidental. La mayoría de la población de Eslovaquia sigue estando convencida que el matrimonio es entre un hombre y una mujer… Se probó en las encuestas más válidas y confiables del país. El primer ministro cree más en el apoyo de la población que en el de las potencias externas, de quienes sigue recibiendo una fuerte presión política.
¿Cómo llegaron a construir esta alianza?
La familia y el matrimonio pertenecen a los valores fundamentales de nuestro programa político también. Hace diez o quince años, el enfoque estaba centrado en la integración europea, hoy se focaliza en la promoción de la justicia y la solidaridad dentro del país: nuestra posición ha sido promover un diálogo abierto y constructivo con la oposición.
La protección constitucional del matrimonio ya había sido propuesta por la coalición de centro-derecha en 2010 sin éxito, principalmente debido a la negativa de los liberales de la oposición. Así que esta vez optamos por un proceso basado en el enfoque personal: propusimos la enmienda uno a uno a cada parlamentario. Así de 150, 40 se decidieron a firmarla. Pero los 83 miembros del Partido Social Demócrata estaban todavía dudosos, mientras que en febrero el Presidente del Consejo presentó la reforma constitucional del sistema judicial. Puesto que él necesitaba nuestro apoyo, decidimos aceptarla después de discusiones y compromisos a cambio de la enmienda. Para aprobar la reforma necesitábamos al menos 90 votos y llegamos a 96. Pero todavía hay tiempo y espero que el consenso aumente.