En 1907 Robert Baden Powell (1857-1941), un general inglés condecorado después de la guerra de los Boers en Sudáfrica, dio inicio a la aventura del Escultismo reuniendo a un grupo de alegres muchachos en un verde rincón de Inglaterra. La experiencia de la guerra le había marcado profundamente, por lo que pensó que había que dirigir las sanas energías de la juventud hacia la paz y los valores, mediante la exploración de la naturaleza. Nacieron los “Boy Scouts” con la clara idea del fundador de preparar hombres y mujeres de carácter, constructores de una sociedad mejor.
Los Scouts están presentes en todos los rincones del planeta y han superado las guerras mundiales así como los conflictos regionales, manteniendo firme su ideario formativo señalado por Baden Powell, en base a la triade de valor universal: Dios – patria – familia. En nuestros tiempos, el gran reto que deben afrontar y superar dentro del Occidente relativista es el ataque ideológico del gender, que pretende manipularlos para sus fines de destrucción de la familia y de la persona.
Disney contra Exploradores
En los Estados Unidos de América donde hay más de tres millones de Scouts la batalla está abierta. Una noticia de Aciprensa.com del 07 marzo de 2014 informa: “Los Boy Scouts de Estados Unidos (BAS), ya no contarán con la ayuda financiera que solían recibir de la compañía Walt Disney, debido a que su norma interna no permite que un homosexual sea nombrado líder dentro de los grupos. En mayo 2013 el Consejo Nacional de Boy Scouts estableció una norma que permite que un homosexual se enrole en sus filas pero no se les permitirá guiar las tropas. Esta decisión llevó a que los BAS pierdan también financiamiento de empresas como Intel, UPS y Caterpillar”.
Se pretende doblegar la voluntad de los jefes scouts de Norteamérica bajo la presión económica, retirándoles ayuda financiara por el hecho de resistirse a que los homosexuales sean guías en su organización interna. Este ataque contra los Scouts no es nuevo: se trata de una edición actual del eterno chantaje entre el volverse siervo del dinero o mantener la fidelidad a la conciencia; entre ser fieles a Dios y sus leyes o claudicar ante la mentira del mundo. Por algo el Evangelio dejó bien claro hace dos mil años que no se puede pretender servir a Dios y al dinero al mismo tiempo. Porque el servicio y amor a Dios vuelve al hombre libre, mientras que el servicio del dinero lo hace un vil esclavo.
Los jefes scouts del BAS o de cualquier otro país deben tenerlo claro: la fidelidad a los principios del Escultismo se mantiene por encima de cualquier chantaje económico o presión ideológica, pues lo que está en juego es muy grave, la formación de los muchachos y la misma identidad del BAS a sus principios, que son tan nítidos en la mente del fundador, Baden Powell.
Nadar contra la corriente
Hace casi diez años, la tarde del 24 de octubre de 2004 el Papa Juan Pablo II invitó a los scouts a «nadar contra la corriente» de una sociedad individualista al recibir a 40.000 exploradores de todas las edades en la plaza de San Pedro del Vaticano. El Papa polaco sabía perfectamente lo que les recomendaba -nadar contra la corriente-, porque él mismo lo vivió durante muchos años en su patria durante la ideología comunista. Por eso les invitó: «Sed hombres y mujeres que, tomando por referencia el Evangelio de Jesús, saben educar a los demás a vivir en la libertad y en la responsabilidad, a «nadar contra la corriente» para vivir la tentación del individualismo, de la pereza y la falta de compromiso». El claro mensaje y la advertencia del Papa se dirigen sobre todo a los guías y dirigentes de la organización scout mundial.
¡Siempre listos!
La formación del carácter, la fidelidad a la palabra dada y la lealtad son puntales que han caracterizado a los Scouts en su largo siglo de historia, y han formado generaciones de hombres y mujeres de carácter. Los 40 millones de muchachos y muchachas exploradores en todo el mundo hablan con fuerza del vigor e importancia del Escultismo en la actualidad.
Pero como en todos los grupos humanos los ideales, principios y tradiciones que los conforman dependen mucho de los jefes y de cómo los transmiten a las nuevas generaciones. La apuesta es muy alta y el reto grande para los jefes del BAS en Estados Unidos. Deben mantenerse fieles y conforme a su lema “Ever ready!” ¡Siempre listos! para la buena batalla. Es más importante obedecer a Dios antes que a los hombres.
La felicidad no proviene de la riqueza
Ahora es cuando les conviene recordar las palabras que escribió el Jefe Scout, Baden-Powell, poco antes de su muerte acaecida en 1941: “Tengo para mí que Dios nos ha puesto en este mundo encantador para que seamos felices y gocemos de la vida. Pero la felicidad no proviene de la riqueza, ni de tener éxito en la carrera simplemente, ni dándose uno gusto a sí mismo. Un paso hacia la felicidad es hacerse uno sano y fuerte, cuando muchacho, para poder ser útil, y así, poder gozar de la vida cuando se es hombre”.
Autor: Luis Alfonso Orozco | analisis@arcol.org