Queridos carlistas:
Después de las elecciones en las que salimos con tan pocos votos, creo necesario escribiros para agradecer todo vuestro trabajo; bien sabéis que lo que se siembra con entusiasmo, con esperanza se recoge ¿cuándo? no se sabe. Nuestra labor no es para ahora sino para cuando Dios quiera.
Lo que no podemos, es renunciar a mantener y entregar a otros ese tesoro que es la Comunión Tradicionalista Carlista porque solo con servirla, nos llena el corazón.
Siento mucho no poder daros más que mi entrega a la Causa, pero por el puesto que tengo, comprendo que os debo apoyo y ánimo para seguir cueste lo que cueste.
Debemos estar unidos y preparados para, en cualquier momento, poder dar un paso al frente, siempre con entusiasmo y la alegría del deber cumplido.
Aunque no lo parezca, hubo mucha gente que nos empezó a conocer en estos últimos tiempos, no podemos ahora defraudarlos, nuestra fuerza es el cumplimiento de la ley de Dios en la política y en esa dirección os pido que pongáis toda vuestra ilusión.
Pido a la Virgen que nos ayude en estos momentos.
Recibid un cariñoso abrazo de María
(Junio de 2014)