La infancia es un periodo de la vida, donde el juego es el centro de atención. Pero muchas veces los niños no tienen con quién jugar y más si son hijos únicos.
Hoy en día, en que ambos padres trabajan, los niños tienen el serio riesgo de aburrirse. Sólo una cosa les puede salvar: su imaginación; bueno también tienen otra salvación, tener una mascota.
Nuestro protagonista, Rafa, no puede jugar con sus padres siempre que quiere, por eso les reclama una mascota, pero todos son problemas. Cuando quiere un perro sus padres le recuerdan que se tendrá que levantar pronto para sacarle, que sería mejor vivir en una casa de campo, y tantas otras cosas que harán imposible que el niño tenga un perro.
Pero Rafa no se rinde, si no puede ser un perro, ¿por qué no tener de mascota un dragón?. Dicho y hecho pedirá a sus padres un dragón. Pero el dragón es muy grande, como dice la madre, y además asustará a los vecinos; lo mejor es que en lugar de un dragón Rafa cuida una hermosa planta (o eso es lo que opina su padre).
Pero la planta no sirve para jugar, y aunque Rafa la quiere, la cuida y habla con ella, necesita mucho más.
Toda cambiará cuando su abuela les visite.
Cómo domesticar dragones y padres es un libro con el que el niño (y los padres) volverán de descubrir la magia de las cosas más sencillas y la fuerza de la imaginación.
Datos del libro:
Autora: Catia Goletti y Dina Buneeva
Ilustraciones: Cristina Moreda.
Editorial: Alamut, Madrid 2014 (www.alamutediciones.com)
Páginas: 32
ISBN: 978-84-9889-094-5
Precio: 17,95 €