“¿A qué nos enfrentamos? A la presencia del mal.” Con estas palabras, Mons. Reig Pla titula la primera parte de su carta pastoral “Hemos conocido el amor“, en la que alerta acerca de las ideologías a las que el hombre de hoy está expuesto y que no solamente alejan de Dios sino que llevan directamente al mal.
La primera estocada contra la mentalidad e ideología predominante en nuestros días es nada más ni menos que una cita del mismo Nuevo Testamento:
«[…] cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y dieron culto a la criatura en lugar de al Creador […] Por eso Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas; pues, de una parte, sus mujeres cambiaron las relaciones naturales del sexo por otras contra la naturaleza. Por otra, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se entregaron a las relaciones hombres con hombres, cometiendo acciones vergonzosas y recibiendo en su propio cuerpo el castigo por su extravío. Y como no se preocuparon de tener el conocimiento cabal de Dios, Dios los abandonó a su mente depravada, que les empuja a hacer lo que no deben. Están llenos de injusticia, malicia; perversidad, codicia, maldad; rebosantes de odio, de asesinatos, de disputas, de engaño, de malignidad; chismosos, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, altaneros, soberbios, inventores de maldades, desobedientes a los padres, insensatos, desleales, sin amor y sin piedad; los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no solamente las practican, sino aprueban a los que las cometen.» (Rm 1, 22-32).
Con la Escritura en una mano y el Magisterio de la Iglesia en la otra, Monseñor Reig Pla destruye una a una las ideologías predominantes en nuestro tiempo, y bajo la luz de San Ignacio de Loyola, maestro del discernimiento, muestra al lector como éstas no son más que la obra del Maligno, que busca negarnos la Salvación y la Felicidad Eterna.
En la carta pastoral, Monseñor Reig Pla habla con enorme claridad, llamando la atención su contacto con el mundo actual y su conocimiento verdaderamente profundo de las cuestiones a las que está enfrentado el hombre de hoy.
Al referirnos a las “estructuras de pecado”, de las que hablaba San Juan Pablo II, Monseñor Reig se adentra en la ideología de género, a la que llama “la ideología más insidiosa“. Su uso de este término se justifica porque “se atreve a llamar al mal bien destruyendo el propio sujeto humano.”
Como segunda estocada, Monseñor Reig Pla desvela la estrategia de esta ideología maligna: «Su estrategia es conocida: se trata, aprovechando la potencia de los medios de comunicación social, de provocar un cambio de costumbres masivo sirviéndose particularmente de los medios educativos. El cambio de los modos de vida, favorecidos por lobbys potentes y por una propaganda continua, ha conducido a un cambio de pensamiento y a un cambio cultural en nombre de la libertad y el pluralismo. Lo que viene a continuación es la proclamación de nuevos derechos y la promoción de leyes que los protejan.»
Con gran acierto, el obispo de Alcalá de Henares recuerda aquellas palabras que el papa emérito Benedicto XVI pronunció ante la curia romana en el año 2012: «En la lucha por la familia está en juego el hombre mismo. Y se hace evidente que, cuando se niega a Dios, se disuelve también la dignidad del hombre. Quien defiende a Dios, defiende al hombre.»
Sin quedarse en la teoría, Mons. Reig Pla desvela algunos datos más. Sin tribulación alguna, acusa a organizaciones como la ONU, la UNESCO, la OMS, IPPF (Planned Parenthood), así como las organizaciones LGBTQ, los lobbys, los medios de comunicación, y cursos específicos de “educación sexual”, de ser los principales instigadores de esta “estructura de pecado“, que tiene a muchos “seducidos por los eslóganes de la ‘no discriminación’ y la tolerancia“, así como callados “por el miedo a ser acusados de homofobia y sus derivados.“
Con gran criterio filosófico, el prelado pasa después a hablar de las teorías “queer”, que acusa de ser constituir “una corriente de anarquía sexual.”
Tras destruir una a una cada una de estas teorías, desvelar sus ideas y sus estrategias, queda claro que éstas no pueden ser más que una herramienta del Maligno para alejarnos del Señor y de su Salvación. Monseñor Reig Pla no se conforma con desvelar esta realidad sino que vuelve a proponer, con gran piedad y convicción, el seguimiento de Jesucristo y de sus enseñanzas como única Verdad, Camino y Vida.
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