La Asociación HazteOir.org nos presenta un interesante propuesta editorial de recomendable lectura para cualquier activista cristiano. La publicación «Compromiso y liderazgo» de Douglas Hyde constituye una excelente texto para comprender parte del éxito de la difusión de la ideología comunista durante la décadas de los 30 y los 40 del pasado siglo.
Sin embargo lo más destacado de la publicación que hoy presentamos es la introducción que de la obra realiza Miguel Vidal Santos. Vidal Santos nos describe con acierta los motivos y las circunstancias que determinaron la migración de numerosos jóvenes de las filas católicas a las filas comunistas durante la década de los 70. Vidal Santos habla en primera personal al explicarnos el proceso por el que cientos de bienintencionados incautos pasaron de la misa diaria a la célula comunista.
Sin duda Vidal trata de forma acertada esa aportación que inconscientemente realizó la Iglesia a los cuadros comunistas. Una iglesia institucional que se dejo ganar la batalla ideológica por parte de la izquierda, que no supo dar cauces a la iniciativa de cientos de jóvenes laicos que querían ayudar desde la ortodoxia católica a la difusión de los principios católicos, y que en ocasiones no supo alejarse con acierto del régimen franquista, fue la determinante para que los incautos jóvenes escucharan los cantos de sirena de un partido comunista que supo manipular con maestría el concepto de libertad y que supo encauzar con acierto el idealismo de miles de jóvenes que sólo buscaban una buena causa para entregarla lo mejor de su juventud.
No es ociosa la introducción de Vidal Santos pues a fin de cuentas la obra de Douglas Hyde que nos presenta la Asociación Hazteoir.org trata precisamente de los procedimientos que permitieron al partido comunista crecer de forma excepcional en la coyuntura internacional de los años 30 y 40 del pasado siglo XX.
Douglas Hyde representa precisamente el camino opuesto al descrito por Vidal Santos en su prólogo. Hyde fue primero un destacado dirigente del Partido Comunista Británico que con el correr de tiempo se convirtió a la única causa que puede dar una explicación total al hombre actual: el catolicismo.
En «Compromiso y liderazgo» Hyde nos describe los principales procedimientos usados por el partido comunista para captar adeptos y difundir su ideología. Hyde con su obra trata de proporcionar a los activistas católicos nuevas formas de trabajo y nuevas herramientas basadas en su experiencia durante más de veinte años como dirigente comunista.
Desde luego que Douglas Hyde provoca en el lector una profunda reflexión sobre su compromiso cristiano, aunque es más dudoso que proporcione en su obra herramientas de utilidad para el católico que decide ser coherente con sus principios católicos e intervenir en la vida social y pública en defensa de sus principios.
Efectivamente, todo católico que lea la obra de Hyde reflexionará sobre la debilidad de su compromiso cristiano, y en este sentido la obra de Hyde es de una efectividad magistral. Qué duda cabe que si todos los que en la España de hoy en día nos proclamamos católicos estuviéramos comprometidos con nuestros principios no podrían haber triunfado en la vida social y política conductas como el aborto, el divorcio, el empobrecimiento de amplias capas de la sociedad, la discriminación de multitud de inmigrantes que sólo buscan en nuestro país un medio legítimo de mantener a su familia, el empobrecimiento de la cultura mediante la implantación de fracasados planes de estudios, o la difusión cada vez más preocupante de la televisión basura. Qué duda cabe que si todos los que nos proclamamos católicos hubiéramos sido coherentes con nuestro credo y nos hubiéramos comprometido con la Iglesia y las instituciones y asociaciones que desde la sociedad civil defienden sus principios no se hubiera aprobado nunca en España una ley de matrimonio homosexual, no se hubiera propagada con tanto éxito la malintencionada ideología de género, ni nuestros representantes políticos hubiera abusado de sus cargos públicos para su enriquecimiento personal.
Con una prosa ágil y cercana Douglas Hyde nos pone a los católicos en la tesitura de reconocer que nuestro compromiso cristiano en la difusión de la verdad es muy inferior al compromiso de los partidos de izquierda en la propagación del error.
Pero la intención de Hyde es mucho más que apelar a nuestra conciencia, su obra trata de proporcionarnos algunas reglas básicas en la forma de encauzar nuestro compromiso social y colaborar en la difusión del cristianismo. Desde luego que el autor aporta algunas ideas muy útiles para todo activista, y desde luego que Hyde nos presenta algunas herramientas y prácticas que pueden dar frutos sanos, no obstante es conveniente leer esta parte de la obra con cautela. Es obligada la prevención de los lectores pues no es necesario recordar que el catolicismo nunca puede olvidar que para la defensa de sus principios sólo puede utilizar medios moralmente permitidos, es decir, un católico nunca puede usar el engaño como arma proselitista, no puede utilizar a las personas como medios para la consecución de sus fines, sino que ha de tener claro que cualquier persona es un fin en sí misma que no puede ser instrumentalizada.
Pero además el cristiano tiene un limitación que parece escapársele a Hyde: su reino no es de este mundo. El comunista no cree en la vida eterna, por tanto su obra es únicamente de este mundo, y la necesidad de triunfar en esta vida se convierte por tanto en una objetivo básico en su forma de actuar, su triunfo en la vida material es su único triunfo posible. Sin embargo un cristiano tiene que dedicar su máximo esfuerzo en la construcción de su vida espiritual, en la consecución de una vida futura prometida por nuestro Señor, por tanto algunas conductas que desde un punto de vista humano pudieran parecer fracasos suponen desde el punto de vista cristiano un triunfo vital que dota de sentido a la existencia terrena; no obstante es necesario recordar que este compromiso espiritual no puede provocar en los cristianos que nos desentendamos de este mundo, por tanto nuestra intervención en la vida social y política ha de ser una obligación moral más, por lo que hemos de ser coherentes con nuestras fe y comprometernos firmemente con la mejora de la sociedad que nos ha tocado vivir.
En resumen, la obra que nos presenta HazteOir.org es una lectura obligada para todo aquel que quiera avanzar en su compromiso social y quiera influir en la vida social, económica y política de una España que necesita de líderes cristianos capaces de mejorar la sociedad en la que vivimos.