Intelectuales católicos como Mary Ann Glendon, Rafael Navarro-Valls, Marcello Pera, Alan E. Sears o Rick Warren, han dirigido una carta abierta al Papa Francisco y a los cardenales y obispos que participarán en el Sínodo Extraordinario sobre la Familia que se celebra en Roma del 5 al 19 de octubre. Algunos líderes cristianos no católicos también firman la carta.
Procedentes de las universidades más reconocidas del mundo (Notre Dame, USA; Pontificia Universidad Católica de Chile; Georgetown, USA; Universidad de Milán, Italia; Pontificia Universidad Católica Argentina; Princeton University; Catholic University of America; Universidad Complutense, España; etc.), los académicos y personalidades del mundo pro familia aplauden la iniciativa del sínodo para posteriormente mostrar la panorámica que las ciencias sociales muestran acerca del estado de la institución familiar en el mundo y las consecuencias de que no se le esté dando el cuidado necesario.
Los intelectuales católicos no dudan en invitar al Papa y a los obispos a que este Sínodo sea la oportunidad para expresar verdades eternas sobre el matrimonio. Pero los firmantes de este texto público (se puede leer en un portal especial en lengua inglesa: http://www.marriagecommitment.com/) no sólo plantean problemas sino que también aportan soluciones prácticas: desde la creación de oficinas de estudio, pasando por una mejor formación en los seminarios, hasta la inclusión de oraciones por los matrimonios en las misas dominicales en todo el mundo o coach maduros para matrimonios en problemas.
Esta carta es la tercera iniciativa que involucra a personajes del ámbito científico y especializado en el campo del matrimonio en lo que va del año. Precedentemente la revista Nova et Vetera de los dominicos estadounidenses público un número dedicado enteramente a tratar estar temática (véase «La respuesta científica a las propuestas del Cardenal Kasper sobre los divorciados vueltos a casar llega de teólogos dominicos de Estados Unidos»). Luego la revista internacional de teología Communio (véase http://www.communio-icr.com/) abrió sus páginas a otra serie de ensayos en la misa línea.
Traducción al español :
Santo Padre, Eminencias, Excelencias:
Nos alegramos de que el Santo Padre haya capturado la atención del mundo y tanta buena voluntad hacia la fe cristiana. Al igual que los demás estamos conmovidos profundamente por las expresiones de amor y misericordia del Papa, quien se hace eco del amor y la misericordia de Cristo, especialmente hacia aquellos que están indefensos y abandonados.
Es en este contexto en que damos la bienvenida a la decisión de convocar un Sínodo Extraordinario de los Obispos que examinará los desafíos para el matrimonio y la familia. Al igual que cada uno de ustedes, creemos que la familia es, como la misma Iglesia, la más grande manifestación institucional del amor de Cristo. Para aquellos que desean amar como Él quiere que amemos, el matrimonio y la familia son indispensables, tanto como vehículos de salvación como baluartes de la sociedad humana.
Los papas más recientes han dejado muy claros estos puntos. Benedicto XVI, por ejemplo, escribió que «El matrimonio es un verdadero instrumento de salvación no sólo para los casados sino para el conjunto de la sociedad». En la Evangelii Gaudium Papa Francisco escribió que «la contribución indispensable del matrimonio trasciende la sociedad, los sentimientos y las necesidades momentáneas de la pareja».
Este Sínodo es una oportunidad para expresar verdades eternas sobre el matrimonio. ¿Por qué importan esas verdades? ¿Cómo hacer para presentar el verdadero amor, no la exclusión o prejuicio, o cualquiera de las otras acusaciones presentadas contra el matrimonio hoy en día? Los hombres y mujeres necesitan desesperadamente oír esta verdad, en primer lugar, acerca de por qué deberían casarse y, una vez casados, por qué Cristo y la Iglesia desean que permanezcan fieles el uno al otro durante todo el tiempo de su vida en la tierra; en segundo lugar, que cuando el matrimonio se pone difícil (como sucede en la mayoría de las parejas), la Iglesia va a ser una fuente de apoyo no sólo para los cónyuges individualmente sino para el propio matrimonio.
Usted ha escrito, Santo Padre, sobre la importancia de una nueva evangelización en la Iglesia: «Una comunidad evangelizadora se involucra con la palabra y con las obras en la vida cotidiana de las personas; tiende un puente sobre distancias que está dispuesto a rebajarse, si es necesario, y que abraza la vida humana tocando el sufrimiento de los demás en la carne de Cristo».
¿Podemos humildemente sugerir que en el contexto del matrimonio y la vida familiar sus palabras sean una llamada a la responsabilidad personal, no sólo para nuestros propios cónyuges e hijos sino también para los matrimonios que Dios ha puesto a nuestro lado: nuestros familiares y amigos en nuestras escuelas e iglesias?
Hay mucho en juego. Según un informe internacional sobre las tendencias de los niños 2013: hay aumentos dramáticos en la cohabitación, divorcio y nacimiento fuera del matrimonio en América, Europa y Oceanía en las últimas cuatro décadas. Esto sugiere que la institución del matrimonio es mucho menos relevante en esas partes del mundo. En los Estados Unidos la tasa de matrimonios es la más baja jamás registrada, la cohabitación sin matrimonio se está convirtiendo en una alternativa aceptable y más de la mitad de los nacimientos en mujeres menos de 30 años de edad se producen fuera del matrimonio. Entre otros puntos negativos, cada una de estas tendencias se ha relacionado con menor patrimonio neto y la movilidad económica, la pobreza y el bienestar con efectos en las mujeres y en los niños especialmente.
Entre los matrimonios existentes muchos de ellos son frágiles. Entre 40 y 50% de los matrimonios primerizos en Estados Unidos se prevé que terminará en divorcio. Esta tasa se eleva abruptamente con cada nuevo matrimonio sucesivo y las investigaciones sugieren que la razón no es la calidad marital baja sino el compromiso débil.
Las consecuencias del divorcio y la cohabitación en los niños y en los adultos son muchas y diversas: desde la pobreza y el escaso rendimiento educativo hasta una pésima salud. Aunque cada nación es única, los estudios muestran que el impacto de estas tendencias se extiende por el mundo. Una pequeña muestra de este tipo de estudios se pueden apreciar en China, Finlandia, Suecia, Uruguay, México, Grecia, África y Asia-Pacífico.
Los costos de la pornografía en las sociedades son significativos. Los estudios sobre el impacto de la pornografía en las relaciones sugieren que es un importante contribuyente a la destrucción de matrimonios. Desafortunadamente la investigación a largo plazo sobre los efectos de la pornografía en el matrimonio es prácticamente inexistente.
Las llamadas «leyes de divorcio sin culpa» en Estados Unidos y muchos otros países ha licenciado un sistema en el que los jueces y abogados facilitan la disolución de los matrimonios incluso yendo en contra de los cónyuges que quieren mantenerse firmes a su compromiso matrimonial.
A pesar de la desolación de estas tendencias nos alienta e impulsa la exhortación del Santo Padre: «existen retos que hay que superar. Seamos realistas pero sin perder nuestro gozo, nuestra valentía y nuestro compromiso lleno de esperanza».
Tal vez la manera más audaz como podemos evangelizar a las parejas casadas (y por extensión a los futuros matrimonios y a sus hijos) es la construcción de pequeñas comunidades de parejas casadas que se apoyan mutua e incondicionalmente en sus vocaciones al matrimonio. Estas comunidades podrían proporcionar redes de apoyo basado en los lazos de la fe y la familia, el compromiso con el matrimonio de toda la vida y la responsabilidad de y por los demás.
Aquí ofrecemos algunas maneras prácticas para crear y sostener dichas comunidades:
- Comisión en el Pontificio Consejo para la Familia que realice una investigación amplia sobre el papel de la pornografía en los divorcios y la crisis matrimonial.
- Educar a los seminaristas. Proporcionar cursos obligatorios que cubren pruebas de ciencias sociales sobre los beneficios del matrimonio, sus amenazas y las consecuencias del divorcio así como la conveniencia del matrimonio para los niños y la sociedad.
- Preparar a los sacerdotes para mostrar en sus homilías el valor espiritual y social del matrimonio, los desafíos contemporáneos y la ayuda que las parroquias pueden prestar. Un estudio reciente encontró que el 72% de las mujeres católicas americanas dicen que la homilía semanal es su principal fuente para aprender en la fe.
- Crear redes pequeñas y vibrantes de parejas fuertes casadas como mentores a nivel parroquial, disponibles para dar herramientas a los cónyuges y sostenerlos en su vida matrimonial.
- Educar a los fieles en la extraordinaria influencia que pueden tener sobre los matrimonios de amigos y familiares. Datos de las ciencias sociales muestran que la presencia de familiares y amigos divorciados aumenta el riesgo de divorcio propio. A su vez, las investigaciones sugieren que los familiares y amigos pueden aumentar el compromiso y la satisfacción dentro de los matrimonios de sus seres queridos a través de su ejemplo y apoyo.
- Fomentar y apoyar la reconciliación de parejas casadas que se separan o incluso se han divorciado por vía civil.
- Solicitar a obispos de todo el mundo iniciar oraciones regulares durante la misa del domingo para que los matrimonios sean fuertes.
- Apoyar los esfuerzos para preservar lo que es correcto y justo en las leyes matrimoniales existentes y para resistir cualquier cambio a las leyes que sólo debilitarían más la institución matrimonial. Restaurar las disposiciones legales que protegen el matrimonio como una unión conyugal de un hombre y una mujer que viven en fidelidad y con apertura a los hijos como fundamento permanente dela familia natural.
- Apoyar la libertad religiosa en los tribunales de divorcio. Muchos no saben que la libertad religiosa es violada sistemáticamente por los jueces que ignoran o degradan las opiniones de un cónyuge que busca salvar un matrimonio, mantener a los niños en una escuela religiosa o prevenir a un cónyuge de abandono o exponer a los niños a vivir con la pareja de uno de sus padres. Se puede comenzar un consorcio de abogados y legisladores para combatir este problema.
Lograr cualquiera de estos objetivos a escala internacional sería un gran avance para los matrimonios y la familia. Con su liderazgo le ayudaremos a tener éxito y prosperidad mediante la colocación de un mayor valor en el compromiso civil a todos los niveles de la sociedad y en todos los rincones del mundo.
Damos las gracias a Su Santidad, a sus Eminencias y Excelencias, por asumir esta tarea vital. Puede tener la seguridad de nuestras oraciones por este éxito.