“SCUM arremeterá contra las parejas mixtas (hombre-mujer), que encuentre al paso y las deshará. SCUM matará a todos los hombres que no formen parte del Cuerpo Auxiliar Masculino de SCUM… He aquí algunos ejemplos de los integrantes del Cuerpo Auxiliar: hombres que matan a hombres; biólogos que trabajan en investigaciones constructivas, en lugar de preparar la guerra biológica; periodistas, escritores, redactores jefe, editores y productores que difunden y promocionan las ideas capaces de servir a los objetivos de SCUM; los maricas que con magnífico ejemplo, animan a otros hombres para desmachizarse y en consecuencia volverse relativamente inofensivos; hombres que prodigan generosamente dinero y todos los servicios necesarios; hombres que dicen la verdad – hasta ahora ninguno lo ha hecho nunca –, y guardan un comportamiento justo con las mujeres, que revelan la verdad sobre sí mismos, proporcionan a los descerebrados frases correctas que repetir y les dicen que el objetivo principal en la vida de una mujer es aplastar el sexo masculino. Para ayudar a los hombres en esta tarea, SCUM organizará Sesiones Miérdicas durante las cuales cada hombre presente pronunciará un discurso con la frase: soy una mierda, una mierda miserable y abyecta, y acto seguido procederá a enumerar los distintos aspectos de su mierdicidad. Su recompensa por esta actuación, será la oportunidad de confraternizar después de la sesión y durante toda una hora con las SCUM presentes. Se invitará a las mujeres amables y educadas para clarificar las dudas y los malentendidos que puedan tener acerca del sexo masculino; a los fabricantes y promotores de libros, películas porno, que nos conducen al día en que en las pantallas sólo se verá chupar y joder (los hombres, como las ratas siguiendo el sonido de la flauta encantada, serán arrastrados hasta su perdición por los engañosos encantos del Coño, y desbordados, abrumados por ella, se anegarán en esa carne pasiva que han sido siempre) los propagadores de drogas que apresuran la decadencia masculina…”
Esto que acaba de leer es un fragmento del “Scum Manifiesto”, publicado en 1967 por Valerìe Solanas, escritora estadounidense de acentuada misandria (odio a los hombres), famosa por atentar contra la vida del artista Andy Warhol en 1968. Su obra, el Manifiesto de la Organización para el Exterminio del Hombre (Society for Cutting Up Men Manifesto), es un ensayo que sienta las bases de lo que en la actualidad se denomina “feminismo de género”, posee un profundo carácter misándrico y violento para con el sexo masculino; y suele ser considerado generalmente como la “biblia” del feminismo,
Cuando uno lee el texto antes mencionado, y analiza la actual situación de España y algunos países más de nuestro entorno cultural, acaba llegando a la conclusión de que ya estamos en la situación que el nauseabundo “Manifiesto Scum” vaticina que se alcanzará, como paso previo a la “dictadura de género”, al sistema de apartheid que pretende alcanzar el feminismo de “género”, también denominado “feminazismo”. Hemos llegado a tal extremo que son generalmente hombres, varones –supuestamente educados- quienes divulgan, hacen de trovadores de barbaridades a cual más increíble, como si de una competición se tratará, para conseguir el diploma de “feminista mayor del reino”… y por supuesto, aparte de decir lindezas tales como que han acabado encontrando “su lado femenino”, rara es la ocasión que al abrir la boca no empiezan por pedir perdón por haber nacido con pene.
Es posible que haya quienes les parezca un exageración hablar de que estamos ante un plan premeditado, una estrategia calculada, de acoso y derribo de la “cultura heterosexual”, encaminado a la destrucción de la institución familiar y a desestabilizar la Sociedad. ¿Le parece excesivo, e incluso ridículo?
Pues veamos algunos datos:
Aunque escasamente el 3% (¡Tres por ciento!) de la población es gay, y más del 97% heterosexual, el apoyo institucional a cuestiones tales como la familia, la paternidad, la maternidad, la masculinidad, la feminidad, el noviazgo, el matrimonio, el nacimiento, la crianza; es exiguo, e incluso habría que decir “mezquino”. Tales asuntos no reciben apenas atención, por el mero hecho de concernir a gente heterosexual.
Hemos llegado a tal situación que si una mujer decide dedicar su vida a la familia, a la maternidad, a ser “ama de casa” es criticada de forma cruel… No se utiliza dinero público para ayudar a las mujeres a ser madres, pese a que la mayoría de las personas sigan considerando que uno de los principales objetivos en sus vidas es ser madres y padres. Sin embargo la Administración del Estado dedica ingentes cantidades de los presupuestos a ayudar a las mujeres a “hacer carreras”, a que se incorporen a lugares en donde por tradición, e incluso por tendencia natural, han estado ausentes…
Si uno busca la palabra “heterosexual” en Google, encontrará que no hay más de 20.000.000 de entradas. Si por el contrario, buscamos “homosexual” nos llevaremos la enorme sorpresa de que hay más de 50.000.000 de entradas (casi 10.000.000 la palabra “lesbiana”) impresiona sobremanera que una cuestión que afecta a cerca de 210 millones de personas, respecto de más de 7.000 millones que pueblan el planeta Tierra, reciba tantísima atención.
No es desmesurado afirmar que a todo lo concerniente a la heterosexualidad se le ha acabado haciendo el vacío cultural, al dar trato preferente a la homosexualidad, o mejor dicho al “homosexualismo”. Se está produciendo desde hace ya mucho tiempo una campaña de lavado de cerebro, de manipulación de tal calibre que, los heterosexuales han llegado a considerar que lo mejor, lo políticamente y socialmente correcto es funcionar de manera invisible, no haciéndose notar, para “no ofender” a los gays.
Basta echarle un vistazo a cualquier televisión para darse cuenta de que en general, la heterosexualidad se muestra como algo a evitar, como si fuera algo perverso, vicioso, degenerado, anacrónico… y que no es recomendable. Por el contrario, la televisión (y el resto de los medios de información) nos muestran el homosexualismo como lo más “más”, como lo moderno, lo “progresista”.
Generalmente la monogamia, la heterosexualidad como tendencia más o menos natural (enfocada en última instancia a la procreación y a la supervivencia de la especie) es ridiculizada; las relaciones estables, duraderas se presentan como algo anómalo, poco corriente. En las películas se hace apología de las familias monoparentales, en las que casi siempre el padre-varón está ausente, o se le presenta como alguien prescindible… Esa es “otra”: el linchamiento de todo lo que huela a masculino…
Buena prueba de todo lo que vengo mencionando es el enorme revuelo que se ha producido en la última semana, debido a la ocurrencia de Domenico Dolce y Stefano Gabbana, la famosa pareja homosexual italiana de modistos, de afirmar cuestiones tales como “nosotros no hemos inventado la familia… Y no es cuestión de religión o estado social, no hay vuelta de hoja: tú naces y hay un padre y una madre. O al menos debería ser así. Por eso no me convencen los que yo llamo hijos de la química, niños sintéticos. Úteros en alquiler, semen elegido de un catálogo. Y luego vete a explicar a estos niños quién es la madre. Procrear debe ser un acto de amor. Hoy ni siquiera los psiquiatras están listos para afrontar los efectos de estas experimentaciones…” «Nosotros, pareja gay, decimos no a las adopciones gay. Basta ya de hijos de la química y úteros en alquiler. Los hijos deben tener un padre y una madre»…
A pesar de su declarada y nunca ocultada homosexualidad han sido víctimas de todo tipo de improperios, insultos, vejaciones…
Dolce y Gabbana han sido linchados por el lobby feminazi (el cual posee una sección gay) por afirmar lo que cualquier persona corriente siempre ha pensado, y ahora apenas nadie se atreve a afirmar (pues a nadie le apetece ser acusado de “odiar” y de ser “intolerante” con ninguna minoría…): que las adopciones por parte de gays son un despropósito, una insensatez absoluta. pues los niños heterosexuales necesitan modelos heterosexuales.
Llama poderosamente la atención que se suela permitir a los homosexuales adoptar a niños huérfanos, pero no se permita a los hombres heterosexuales adoptar a niñas o adolescentes…
Otra cuestión en la que está presente el asalto continuado a los heterosexuales es en la demanda del derecho al matrimonio por parte de personas del mismo sexo, que está realmente redefiniendo y destruyendo el matrimonio, aunque en realidad son muy pocos gays los que quieren casarse, prueba de ello es el escaso número de personas del mismo sexo que han recurrido a tal cosa en España desde su aprobación, pese a que el Partido Socialista nos bombardeara hasta aburrir con que era una demanda urgente de la sociedad española.
Evidentemente, las parejas homosexuales son tan dignas de respeto como cualquier otra pareja. Nadie debería tener ningún inconveniente contra quienes decidan unirse por amor, independientemente de si son o no del mismo sexo. Sin embargo, a pesar de la omnipresencia abrumadora de la ideología homosexualista y del feminismo de género, la mayoría de los habitantes de Croacia ha decidido en referendo prohibir el matrimonio homosexual. En Eslovaquia, donde están prohibidos el matrimonio homosexual y la adopción por parejas homosexuales, se ha celebrado recientemente un referendo –aunque no fue vinculante debido a la escasa participación- que ha recogido un 90% de votos a favor de mantener la prohibición. Lo mismo sucede en otros países, sobre todo de la Europa oriental, como Rusia, Ucrania, Polonia, Letonia o Lituania. En cuanto a Europa occidental, en Grecia e Italia el matrimonio homosexual sigue sin estar reconocido.
Los homosexuales irlandeses, checos, alemanes, austriacos y suizos sólo pueden regularizar su situación como uniones civiles, y en la muy progresista y laica Francia, a pesar de haber sido autorizado el “matrimonio homosexual”, el debate aún sigue abierto.
Reconforta, también, acabar sabiendo que no todos los homosexuales, hombres y mujeres, participan de las tesis ni de los objetivos, ni de la forma de vida del “lobby gay”, ni de la denominada “perspectiva de género”, pero, no obstante es imprescindible (y más en estos momentos en los que en España se habla insistentemente de regeneración) mirar con lupa las consecuencias de la progresiva implantación de las políticas “de género”, es imprescindible denunciar la política de apartheid por razón de sexo, los intentos megalómanos de imponer y crear “el hombre (mujer) nuevo”,… teorías de semejante calibre siempre han producido enormes desastres.
Claro que… aún podemos resistirnos reafirmándonos en la familia tradicional y los elementos necesarios para fortalecerla.
¡Ahora los que deben “salir del armario” son los heterosexuales!