Ríos y ríos de tinta, sesiones maratonianas de información televisiva de todas las cadenas de todos los países; políticos de todo nivel, condición o nacionalidad ; miembros de lo que se llama “la intelectualidad”, escritores en general, artistas, ¡no digamos los componentes de la farándula!, los periodistas y el pueblo en general, a todos vimos llorando “a moco tendido” o si prefieren la expresión moderna, hoy tan en boga, “como un Orinoco” por el terrible atentado que el 7 de enero del presente año los yihadistas lanzaron contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo en pleno corazón de Francia, cuando dos hombres enmascarados y armados con rifles de asalto y otras armas entraron en las oficinas de dicho semanario.
En homenaje a las víctimas y como repulsa por el atentado, alrededor de un millar de personas, según fuentes policiales, se concentraron en Nueva York. Los asistentes, en su mayoría franceses, se congregaron en la céntrica plaza de Washington Square, donde entonaron la Marsellesa -el himno nacional galo-, mantuvieron un minuto de silencio y corearon cantos como libertad de expresión. Ha habido concentraciones en otros puntos como en Estocolmo o Londres, donde cientos de personas se han reunido en la plaza de Trafalgar bajo un incónico gallo azul que representa a Francia. También se han producido manifestaciones en Edimburgo o Dublín. Una de las concentraciones más multitudinarias ha sido la de Bruselas, donde unas 20.000 personas han marchado secundando la Marcha Republicana parisina. Unas 12.000 personas se concentraron en Viena, convocadas también por el Gobierno y las comunidades religiosas de Austria, para mostrar su rechazo a los ataques islamistas de París bajo el lema “Juntos contra el terrorismo”, según datos de la televisión pública ORF.
La Federación Internacional de Periodistas y también la Federación Europea de Periodistas celebraron conjuntamente un acto en el edificio Résidence Palace, en el que tienen sus oficinas distintos medios de comunicación, en solidaridad con sus compañeros de Charlie Hebdo y en defensa de la libertad de expresión.
En la más multitudinaria, la de Perís, se congregaron más de 3,7 millones de personas. “Una manifestación sin precedentes”, aseguraron desde el ministerio del Interior francés ante la masiva respuesta de los franceses frente al terror. Hasta la Torre Eiffel, símbolo por excelencia de París, fue apagada durante diez minutos. La cincuentena de líderes internacionales presentes, en un gesto sin apenas precedentes en la historia, han terminado su participación uniéndose a la protesta general. Hollande saludó a los jefes de Estado y de Gobierno presentes y se dirigió hacia la cabecera de la manifestación, donde se hallaban las familias de las víctimas de los atentados, con quienes mantuvo un emotivo y comprometido encuentro, de modo que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, indicó que el Ejecutivo tomará medidas inmediatamente para completar el actual dispositivo de seguridad contra el terrorismo. “Debemos tener una respuesta de seguridad, una respuesta social y una respuesta internacional”.
La Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea también celebraron concentraciones en sus respectivas sedes de Bruselas, en las que se guardaron sendos minutos de silencio en recuerdo de las víctimas. «Jamás aceptaremos la violencia que pone en peligro nuestros valores fundamentales«, dijo el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, en un acto de protesta ante la sede de la Eurocámara en Bruselas, en el que defendió la libertad de prensa, la tolerancia y el respeto. Schulz pidió también que se condene este tipo de violencia «de manera unánime, unida y sin importar nuestra religión, nuestra afiliación política o nuestra nacionalidad». «Estamos profundamente conmocionados ante un hecho intolerable en una sociedad civilizada«.
Este brutal ataque terrorista en el centro de Europa, sacudió las conciencias, los sentimientos de mucha gente. Perdón por la autocita, pero yo misma escribí: “Je suis, aussi, Charlie Hebdo, Theo van Gogh, y Salman Rushdie. Lo digo como un grito de rabia porque este atentado, personificado en unos humoristas, en realidad lo ha sido contra los valores que campean en la divisa francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad, defendidos en todo occidente.
Porque estoy a favor de la Fraternidad que acoge como hermanos a los llegados de otras tierras y culturas; a favor de la Igualdad que les facilita medios para su formación e integración, siempre que adopten normas de convivencia y de respeto a los demás; y de la Libertad; de esa libertad que permite a un individuo expresarse, siempre dentro de las más elementales normas al respeto y decoro, sin que aparezcan exaltados armados como si fueran a una guerra en la que el otro “bando combatiente” sólo esgrime lápices de colores. Todo ello con la salvedad de que aun no estando de acuerdo con un humor chocarrero e irrespetuoso, defendemos la libertad y que ésta se base en un estado de derecho que disponga de suficientes mecanismos para que aquellos que se sientan ofendidos por unas caricaturas puedan defenderse sin necesidad de organizar una masacre” (“EL ISLAMISMO Y LA LIBERTAD, IGUALDAD E INTEGRIDAD DE ESPAÑA”).
Cualquier ser humano con una mínima sensibilidad está de acuerdo con estas manifestaciones de protesta y condena, pero, quizás por ello, como yo misma, se sientan perplejos ante la pasiva actitud adoptada por todo “el mundo mundial” ante los sucesivos ataques sufridos por los cristianos en sus bienes y en sus personas, al observar que nunca se levantan las conciencias en contra de los expolios y asesinatos sufridos por ellos, excepto en las webs o radios vinculados a la Iglesia. Unos ejemplos al respecto:
* A pocos días del ataque a Charlie Hebdo, el obispo de la región de Belley-Ars, monseñor Pascal Roland se vio obligado a ordenar el retiro del Santísimo de todas las capillas e iglesias, incluso las de los cementerios, por la profanación que habían sufrido.
* En Irak se produjo el incendio del Obispado católico de Mosul y la toma del monasterio Mar Behnam por parte de los fundamentalistas del Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), los cuales obligaron a los fieles a huir de Mosul luego de marcarles sus casas con la frase «inmueble de propiedad del ISIL». (¿Cuál será el siguiente paso? ¿Ponerles una escarapela con la Cruz en imitación del comportamiento nazi con los judíos?
* El Arzobispo metropolitano de la iglesia apostólica ortodoxa de Antioquía, Antonio Chedraui Tannous, denunció que los cristianos en Siria son asesinados como si se tratara de animales, al tiempo que la comunidad internacional “se ha tapado los oídos y no quiere escuchar”. A pesar del grito dolorido del arzobispo, nadie movió un dedo a favor de estos pobres seres.
* El Metropolita sirio ortodoxo de Homs y Hama, Selwanos Boutros Alnemeh, denunció la massacre de 45 cristianos en la ciudad siria de Sadad a manos de milicias islamistas antes de que esta fuera recuperada por el ejército.
* Ante la violencia y persecuciones que sufrían sus feligreses, el obispo copto ortodoxo Anba Marcos, titular de la diócesis de Shubra al-Khaimah (Egipto), llamó a los cristianos a no responder en la misma medida a sus perseguidores y pidió que termine la impunidad hacia los terroristas.
* Nauman Masih, un adolescente iraquí fue quemado vivo por declararse cristiano. Falleció en el hospital Mayo de Lahore (Pakistán) luego de haber perdonado a los extremistas musulmanes que lo atacaron.
* ”La oración es la mejor arma que tenemos”, afirmó Mieiille Al Farah, una cristiana de Damasco (Siria), durante la presentación del Informe sobre Libertad Religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), donde denunció la persecución que sufren los cristianos, para quienes “incluso ir a Misa es arriesgarse a que te maten”.
* Los miembros de la milicia yihadista somalí Al Shabab asaltaron la Universidad de Garissa (Kenia). Empezaron disparando de manera indiscriminada pero después separaron a los alumnos musulmanes y se cebaron con los cristianos. Mataron al menos a 147 personas. Un testigo explicó cómo tres estudiantes fueron asesinadas cuando los asaltantes descubrieron que eran cristianas: “La causa fue que dijeron: ‘Jesús, sálvanos por favor’. Ahí es cuando empezaron a dispararles”, explicó a Reuters Reuben Mwavita, de 21 años.
* The Christian Post publicó la terrible historia de un padre cristiano que se había suicidado después de que miembros del ISIS le obligasen a contemplar la violación de su mujer y su hija. Un portavoz de la Policía iraquí denunció que miembros del grupo extremista han quemado once iglesias de las 35 que existen en Mosul. Además, han retirado las cruces que coronaban las cúpulas de la Catedral Caldea y de la Catedral Ortodoxa Siria, sobre las que ahora ondean las banderas negras de los yihadistas.
* Nicodemus Sharaf, arzobispo de la Iglesia siria de Mosul, que ahora está bajo el poder del Ei, declaró: “Nos quitan todo, pero no pueden sacar a Dios de nuestros corazones, eso no pueden hacerlo”, ante las manifestaciones de los terroristas que se niegan a vivir con quienes no sean musulmanes, y tratan de extirpar las raíces del cristianismo del territorio. En estas condiciones, la pregunta es ¿podrá el Monasterio de San Mateo, que sobrevivió a los imperios Otomano y Persa, a los invasores mongoles y a la conquista kurda, sobrevivir también a estos nuevos depredadores?
La situación ha llegado a tal punto que las autoridades religiosas, siempre tan morigeradas, se han visto obligadas a levantar tímidamente la voz. El episcopado europeo (la Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y el Appeal of Conscience Foundation) se ha visto obligado a firmar una declaración que entregaron a la ONU pidiendo un compromiso político y social en defensa de las minorías cristianas y de otras confesiones religiosas que están siendo perseguidas en diversas partes del mundo. Abunda en esta reclamación de ayuda, el Center for the Study of Global Christianity del Gordon Conwell Theological Seminary, una institución evangélica situada en South Hamilton, Massachusetts, que, según sus estudios, afirma que más de 100.000 cristianos han sido asesinados cada año de los trascurridos entre 2000 y 2011, lo que supondría la muerte de once cristianos cada hora durante ese periodo.
A muchos que saben la verdad histórica de lo sucedido en España, reconocerán en estos hechos los que se padecieron en España en el terrible trienio de la guerra civil. Se quemaron iglesias, se destrozaron imágenes, se quemaron libros, se sacaron personas de sus casas por ir a misa o tener libros religiosos…Esta barbarie nos es conocida, por eso nos duele más el silencio de las autoridades políticas que tratan de obviar el tema y por aquella gente que como lo que sucede se desarrolla en países relativamente lejanos, no reacciona, porque, egoístamente, piensa que a ellos no les tocará…Convendría que reflexionaran sobre el poema Cuando los nazis vinieron por los comunistas del pastor protestante alemán Martin Niemöler que trata de las consecuencias de no ofrecer resistencia a las tiranías en los primeros intentos de establecerse. Existen muchas versiones, (la mayoría transmitidas oralmente), aunque él mismo menciona, según consta en la web de la Fundación Martin Niemöller[1] que no se trataba originalmente de un poema, sino del sermón “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?,” pronunciado en la Semana Santa de 1946 en Kaiserslautern (Alemania).
“Primero vinieron a buscar a los comunistas, y no dije nada porque no era comunista.
Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas, y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos, y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí, pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.”[2]
¿Por qué tanta indiferencia ante tantos asesinatos y tanta barbarie y sin embargo, toda la élite mundial se moviliza por un solo atentado, que, aun teniendo el mayor respeto por sus víctimas, será obligado reconocer que no es comparable a los de Nueva York, Londres o Madrid? ¿Dónde está el factor diferenciador? En la masonería, la cual desplegó todo su soterrado poder para homenajear a sus hermanos de fraternidad.
Dos de los periodistas asesinados, por radicales islamistas, pertenecían a la secta. El Gran Maestro del Gran Oriente, Daniel Keller, dijo que guarda “un recuerdo para las Logias de nuestra obediencia que habían sido privadas cruelmente de la presencia de sus Hermanos”. Citó, en primer lugar, a la Logia Lux Perpetua en la ciudad de Clermont-Ferrand, de la que era miembro Michel Renaud, de 69 años, un ex periodista de Europe 1 y Le Figaro. Luego, también mencionó a la Logia Roger Leray a la que pertenecía el «hermano» Bernard Maris, de 68 años, economista y también periodista de Charlie Hebdo. “Masón diligente, entrañable y apreciado, redactó, a finales de noviembre de 2014, un informe económico demoledor sobre el estado de Francia”, dice un hermano de su Logia. Evocó también su dolor por el diseñador Tignous (miembro fundador de una logia del GODF parisino), un hermano del GODF en Cholet (cuyo hijo resultó herido) y una hermana de la Gran Logia Femenina Femenina de Francia, viuda de un diseñador asesinado.
Pero ¿Cómo es posible que una secta que presume de su discreción e independencia, pueda movilizar a toda la élite política internacional? La explicación es sencilla, por la fraternidad de que hacen gala sus miembros, muchos de los cuales, son miembros cualificados del gobierno francés. Una tercera parte de los miembros del Gobierno forman parte de las logias o flirtean con ellas, ministros, asesores del presidente, presidentes de grandes empresas, responsables de la educación… Se extienden por toda la Administración en la que, a medida que se desciende en la escala de los puestos las escuadras y los compases se multiplican. Ejercen de manera difusa su influencia, por capilaridad podría decirse, porque numerosos “hermanos” desarrollan su labor en los gabinetes ministeriales, en las administraciones y en los ámbitos políticos», explica Emmanuel Pierrat, abogado miembro del Gran Oriente de Francia y coautor con Laurent Kupferman de un libro publicado este año: Ce que la France doit aux francs-maçons… et ce qu´elle ne leur doit pas [Lo que Francia debe a los masones… y lo que no les debe].
El diario francés Le Figaro publica un completo informe sobre la renacida influencia masónica en el país, que aspiran a consolidar de una forma que sólo les fue posible en los primeros años de François Mitterrand (1981-1995), cuando se enseñorearon del poder hasta que el presidente se rebeló contra la osadía que mostraron. Porque, naturalmente, exigen contraprestación a sus ayudas, en este caso, a decir de muchos, la llegada a la presidencia de la República de François Hollande está suponiendo una nueva edad de oro de la influencia masónica en Francia. Veremos después en qué consiste el pago.
En la actualidad, los ministerios de mayor influencia masónica son tan nucleares como: Defensa (Cédric Léwandowski director del gabinete de Jérome Cahuzac, ambos masones, miembros del Grand Orient de France (GODF); Educación: Vincent Peillon (Ministro de Educación Nacional), masón miembro del Grand Orient de France (GODF) y antiguo comunista miembro del Comité de Comunistas para la Autogestión, y dos de los principales consejeros de Peillon para la reforma educativa: Marc Mancel y Christian Forestier; el ministro del Interior y la ministra de Justicia, son tan solo unos mínimos ejemplos. (Cabe preguntarse por “el contagio” del virus en España; se entenderían entonces muchas actitudes).[3]
Naturalmente que la ayuda prestada por la masonería tiene un precio y no solo en la concesión de cargos públicos, sino en la adopción de las doctrinas de la secta. El presidente de la Asamblea Nacional Claude Bartolone visitó una logia, tal vez para agradecer la movilización de una treintena de diputados para promoverle al cargo tras las elecciones legislativas de junio 2011; del mismo modo, Hollande, quien si no masón, al menos había coqueteado con la secta lo suficiente, cuando, siendo aspirante a la presidencia y se encontraba en plena carrera presidencial, decidió reunirse con diversos colectivos de gran influencia en la sociedad francesa, entre los que se encontraban judíos y masones. Debía sentirse obligado con ella por el apoyo que le prestaron. ¿Cuáles eran esas obligaciones?
Una, la masiva manifestación por el ataque a Charlie Hebdo de la que ya se ha hablado y otra, apoyar la ofensiva laicista que promueven y que tiene un único objetivo: constitucionalizar la ley de 1905 -aún vigente aunque parcialmente reformada-, específicamente anticatólica y responsable de la progresiva descristianización del país a lo largo del siglo XX. Esta ley provocó una firme respuesta del Papa San Pío X, marcando al catolicismo francés un camino de resistencia a la masonería que sólo empezó a suavizarse tras la Segunda Guerra Mundial. El arzobispo de París, el cardenal André Vingt-Trois, está empezando a coger de nuevo el timón de esa resistencia, y las manifestaciones en las calles de Francia contra el matrimonio homosexual han cosechado un éxito imprevisto[4].
Las reacciones masónicas no se han hecho esperar. Ha salido a luz una carta en que el Gran Maestro del Gran Oriente de Francia pide un encuentro con el presidente de la República: “Nosotros, los masones franceses”, continúa Gulino, “tenemos la República en el fondo de nuestro corazón y el Gran Oriente de Francia, centinela de la República, considera que el aumento del extremismo, de comunitarismos, de la violencia verbal y de la intolerancia amenaza el universalismo y la República, que es frágil porque es abierta y tolerante”. Y añade: “Alarmados por las acciones, de los grupos disidentes que ponen en peligro la libertad de expresión y de pensamiento“y “frente a este renacimiento de la bestia inmunda“, los masones franceses esperan respuestas de Hollande “a esta crisis que pone en peligro los valores republicanos[5].
Hablan de intolerancia de unos miles de franceses que se manifiestan pacíficamente, en defensa de sus valores, en el país en cuya divisa figura la palabra Libertad. Y se olvidan de la desplegada por ellos en contra de los componentes de la Manif Pour Tous y de los de Veilleurs Debout, que han sido detenidos en varias ocasiones por protestar únicamente contra el matrimonio homosexual. A éstos llama “bestia inmunda” el fraternal hermano Gulino al pasar factura a Mr. Hollande pidiéndole que ponga coto a la resistencia anti masónica de los Veilleurs Debout y la Manif Pour Tous. Al final, esto significa que el estado (manipulado por una secta) básicamente determina si pueden o no y cómo deben expresarse los ciudadanos. (¡Vive la Liberté!).
Por último y en relación con las blasfemias lanzadas por el semanario Charlie Hebdo, los masones del Gran Oriente de Francia han presentado una propuesta legal para abolir el delito de blasfemia que existe en una de las regiones de ese país europeo, la de Alsacia-Moselle. La norma castiga con un máximo de tres años de prisión a “cualquiera que cause escándalo blasfemando públicamente contra Dios o haya vejado públicamente a algún culto” o cometa “actos injuriosos y escandalosos en algún lugar de culto”. Una ayudita más para que las Femen sigan haciendo barbaridades en las iglesias de París. Es lamentable que en la patria de San Luis se pretenda tener impunidad para insultar públicamente a Dios, pero lo que ya resulta ignominioso es que el presidente de la nación los considere héroes y mártires.
En nuestros días más que nunca, la fuerza de los malos es la cobardía y debilidad de los buenos, y todo el nervio del reino de Satán reside en la blandura de los cristianos.
San Pio X.
[1] Friedrich Gustav Emil Martin Niemöller (Lippstadt 1892- Wiesbaden 1984) fue un pastor luterano alemán antinazi. Se graduó como oficial naval durante la Primera Guerra Mundial en la que estuvo al mando de un submarino. Después de esa guerra mandó un batallón en la región del Ruhr. Entre 1919 y 1923 estudió teología en Münster. Al inicio de su actividad religiosa apoyó la política anticomunista, antisemita y nacionalista, sin embargo, en 1933, reaccionó contra dichas ideas después de que Hitler desarrollara una política totalitaria de homogeneización que pretendía imponer sobre las iglesias su decreto por el que todos los creyentes con antepasados judíos quedaban excluidos de pertenecer a ellas. A raíz de esta medida, Niemöller fundó junto a Dietrich Bonhoeffer, un grupo protestante que se opuso tajantemente a la nazificación de las iglesias alemanas. Fue internado en los campos de concentración de Sacheshausen y de Dachau desde 1938 a 1945.
[2] Este poema se atribuye de forma errónea, en muchos idiomas, al dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht, quizás por la fama del dramaturgo y su vinculación ideológica. Todas las obras de Brecht están absolutamente ligadas a razones políticas e históricas y tienen un sobresaliente desarrollo estético; unidos siempre el fondo y la forma, la estética y los ideales. Hacia 1920 Brecht se había transformado en un comunista convencido, manifestó una radical oposición a la forma de vida y a la visión del mundo de la burguesía y, naturalmente al teatro burgués, lo que unido a su abundante relación con artistas socialistas, hizo que, independientemente de la probada valía de Brecht, la progresía le adjudicara un poema tan sentido y certero.
[3] Le blog de contra information: http://www.verdadypaciencia.com/article-los-masones-miembros-de-la-logia-grand-orient-de-francia-godf-en-el-gobierno-de-hollande-ayrault-118168753.html
[4] Carmelo López-Arias: Religión en Libertad 09-12-2012
[5] http://forosdelavirgen.org/67869/el-gran-mason-de-francia-llama-bestia-inmunda-a-la-resistencia-contra-el-laicismo-y-el-matrimonio-gay-2013-08-04/