El pasado 9 de Octubre se celebró en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona el brillante acto de lectura y defensa de la tesis doctoral de don Ramón María Rodón Guinjoan sobre «Invierno, primavera y otoño del Carlismo (1939-1976)«. Dirigida por la doctora Rosa María Alabrús, el tribunal ha estado integrado por los doctores Miguel Ángel Belmonte, Javier Barraycoa, Alfonso Bullón de Mendoza, Miguel Ayuso y María de los Ángeles Pérez Samper.
El doctorando ha resumido certeramente en treinta minutos las 650 páginas de su memoria doctoral, en las que desgrana las vicisitudes de la Causa desde el fin de la Guerra de Liberación hasta el acto de Montejurra 1976. Con gran ponderación ha pasado revista a fenómenos como el llamado «octavismo» o la «Regencia de Estella», así como a las relaciones tormentosas del Carlismo con la Falange o el régimen de Franco. Pero se ha referido sobre todo a la verdadera Comunión Tradicionalista, a la personalidad señera del Rey Don Javier, a la ortodoxia de las jefaturas delegadas de don Manuel Fal Conde y don José María Valiente, a la heterodoxa y desastrosa evolución impresa a la Comunión por Carlos Hugo hasta llegar al llamado Partido Carlista, al impacto negativo del Vaticano II y el modernismo religioso… También a los sucesos de Montejurra 1976, donde, sin negar algunos errores de parte de los verdaderos carlistas, subraya sobre todo su condición de consecuencia de esa deriva destructiva impuesta por Carlos Hugo. Ha usado para su trabajo la magna recopilación documental de Manuel de Santa Cruz (que se extiende a la mayor parte del periodo por él historiado), diversos archivos públicos y privados, una abundante bibliografía y hemerografía, así como finalmente su propio archivo y memoria. Pues el nuevo doctor Rodón fue testigo y en parte protagonista de muchos de esos hechos. Don Ramón María Rodón, a punto de cumplir 75 años, renueva su lealtad a la Causa y da buena muestra de laboriosidad y entrega. Ambas cualidades refulgen en este trabajo de investigación, que ha merecido unánimemente la máxima calificación de parte del tribunal.