El proyecto es una iniciativa de la Fundación Museo Sorolla, a tenor de los nuevos incentivos fiscales recogidos en la última reforma fiscal que entró en vigor el pasado 1 de enero y que impulsa desgravaciones fiscales para las donaciones que realicen tanto empresas como particulares. Estas desgravaciones suponen un avance hacia una cultura colaborativa, plural, sostenible y más participativa, con una mayor implicación de la sociedad civil y empresarial en las actividades vinculadas a la cultura. En la campaña se ofrecen además diferentes tipos de reconocimientos para donaciones a partir de 20 euros, como el acceso a las actividades que se organicen en el Museo, el reconocimiento honorífico del donante por parte de la Fundación, entre otros.
Sorolla pintó Almendro en flor durante la temporada que pasó en la pequeña ciudad italiana de Asís, recién casado con Clotilde García del Castillo, su gran amor y el pilar de su vida familiar y profesional. En aquel refugio Sorolla pretendía encontrar «su verdadero camino», y allí, según él contaba, “brotó el chispazo de la pintura que llevaba dentro”.
De la vida tranquila en Asís queda en el Museo el testimonio de algunos de los más hermosos e íntimos dibujos de Sorolla, que nos muestran a una joven Clotilde sorprendida en “momentos robados”: cosiendo, leyendo, incluso pintando.
También los olivos y almendros de aquel paisaje serán evocados como escenario de esos años románticos en algunas de las cartas que intercambiaron a lo largo de toda su vida.
Y también un conjunto de pequeños paisajes, de los cuales este “Almendro en flor”será sin duda la pieza estrella. Nos muestra el escenario que enmarcó aquella etapa trascendente de su vida personal y en su carrera artística: el momento que él mismo identificaba como “el comienzo de mi camino recto, del que no me he separado un solo punto”.
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