De su muy amena conferencia «La Revolución Francesa – Principio de la descristianización» podemos destacar dos frases que repitió y que fueron el eje de la charla: LAS COSAS SON LO QUE SON y LA GUILLOTINA NO SEPARA LA LUZ DE LAS TINIEBLAS SINO LA CABEZA DEL CUERPO.
A raíz de estas dos frases el profesor nos demuestra cómo la revolución francesa es verdaderamente un mito tal como nos lo han contado hasta ahora. En realidad fue un proceso de descristianización guiado por «plan, elaboración y objeto». Comenzando por la expropiación de los bienes de la Iglesia y terminando con la extirpación de todo aquello que tuviera relación con la Iglesia Católica, incluidos los domingos o el santoral del calendario y sin dejarse, en ese plan elaborado, la guillotina y la cruenta persecución a los católicos.