AES pide el envío de una fuerza internacional para acabar con el Estado Islámico y la consideración de las actividades yihadistas como crímenes contra la humanidad.
Los atentados de París, perfectamente planificados como una acción de comandos, constituyen de hecho una declaración de guerra y un causus belli. Son la confirmación evidente de la conversión de nuestras ciudades, especialmente las de mayor valor simbólico, entre ellas algunas españolas, en objetivo bélico. No comprender y asumir esta realidad, limitándose a condenas verbales, es el cómodo refugio de quienes solo entienden la política del avestruz.
AES disiente de la política de condenas verbales con la que se busca acallar la indignación y justificar la política del no hacer nada. Desde AES preferimos rezar por los asesinados, abogar porque no se les entierre en el olvido y pedir por todos los heridos que aún se encuentran en situación de extrema gravedad.
AES quiere subrayar que la amenaza yihadista no es equiparable al terrorismo, que no es mero terrorismo, sino algo distinto, una guerra abierta y declarada que ensangrenta todos los días con asesinatos masivos, cometidos sobre población civil, atacando en los más diversos lugares.
AES quiere denunciar la pasividad occidental ante la sucesión de crímenes contra la humanidad cometidos a diario por los yihadistas, especialmente por el denominado Estado Islámico.
AES quiere recordar que en las filas de las fuerzas del Estado Islámico figuran no pocos titulares de pasaportes europeos que tácticamente, como parece evidente, van a ser utilizados en la traslación de la guerra a Europa.
AES considera que si estamos ante una guerra y no ante un fenómeno terrorista es necesario enviar, como se ha pedido en otras ocasiones, ante las matanzas constantes perpetradas en los territorios controlados por el Estado Islámico, una fuerza militar internacional con el suficiente poder de fuego para destruir en una acción rápida las fuerzas de EI, ocupar el territorio y juzgar como responsables de crímenes contra la humanidad a sus dirigentes.
AES pide al gobierno español que promueva, así mismo, una declaración internacional en la que los yihadistas y quienes les apoyen sean considerados responsables de crímenes contra la humanidad y juzgados por esos delitos.
AES exige al gobierno que incremente las medidas preventivas endureciendo las medidas actuales, incorporando el cierre inmediato de aquellas mezquitas y la expulsión de aquellos imanes que mantengan discursos pro yihadistas, así como la inmediata expulsión del país de todos los sospechosos de yihadismo o de simpatías hacia sus posiciones.
