Mis queridos carlistas:
Agradeceros las muestras de afecto y lealtad que he recibido con motivo de mi onomástica. Festividad que debo de compartir con todos vosotros, porque es también, en definitiva, la de este formidable movimiento popular que es el Carlismo.
Desde Carlos V, hasta llegar a mi abuelo y a mi padre, todos los Reyes carlistas han estado al lado del pueblo. Juntos hemos compartido las dificultades que en cada momento de la historia han afectado a las Españas. Hemos sufrido marginación, silencio y exilio, pero no han logrado acallarnos. Debemos de seguir dando testimonio de nuestros ideales y participando en los problemas colectivos.
Hemos de luchar contra la desigualdad y defender la justicia y la libertad, que es la causa de los desfavorecidos. Debemos encontrar formas adecuadas para resolver los problemas más complejos del mundo actual, especialmente la pobreza y el medio ambiente, como nos recordaba el Santo Padre en su reciente encíclica.
En estos momentos de grave crisis institucional tenemos que proponer nuestras soluciones forales y federativas, basadas en el principio de la subsidiariedad y el reconocimiento de los cuerpos intermedios, lo que ahora se llama sociedad civil. Os invito a trabajar por el respeto, la solidaridad, el entendimiento y el pacto. Nuestra voz debe de ser escuchada.
Renuevo el compromiso que nos une, os transmito el afecto y cariño de Ana María junto con el de toda nuestra familia y el mío propio.
En Ámsterdam a 6 de noviembre de 2015