La reacción contra el sacrilegio, aun con retraso y con impropia moderación, va en aumento. Este martes por la tarde, antes de abrirse las puertas de la exposición «Desenterrados» (que, por si alguno no se ha dado cuenta aún, tiene lugar nada menos que en el Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada, templo desacralizado por la Archidiócesis y entregado al Ayuntamiento como sala de exposiciones), ya se rezaba el Santo Rosario ante las puertas, en la Plaza del Conde de Rodezno. A las 18 horas varias decenas de fieles se han dirigido a la sala, mientras unos doscientos más permanecían en el exterior. Allí han vuelto a rezar el Rosario, dirigidos por un religioso, sobre el suelo donde el «artista» Abel Azcona había depositado las formas que robó.
Formas consagradas que ya no estaban. El Ayuntamiento de Pamplona (en manos de EH Bildu, con el apoyo del resto de la izquierda, gracias a las medidas judiciales y legislativas del PP) emitió un comunicado diciendo que las formas «han desaparecido» y que el «artista» «ha aceptado no reponerlas».
¿Dónde están las formas consagradas? Si lo fueron de verdad, siguen siendo el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. ¿En qué sacrílegas manos se encuentran? ¿O se encuentran seguras y fueron todas retiradas por manos fieles (si bien no ungidas), como según ciertas versiones ha ocurrido?
¿Dónde está el resto del aún abundante clero pamplonés, encabezado por el titular de la archidiócesis, que debería haber recogido con sus manos las formas citadas, desde el primer momento (el pasado viernes 20)?
El Ayuntamiento y el «artista» manifiestan su propósito de que la exposición siga adelante, durante todas las Navidades y hasta el 17 de enero. Con las repugnantes fotografías que documentan el robo de las formas y los sacrilegios cometidos con ellas. Esto no puede consentirse.
Como tampoco cabe disculpar, alegando supuestos trastornos o falsa piedad cristiana, a Abel Azcona. Una rápida búsqueda por Internet documenta que este sujeto, a pesar de su juventud (nació en Pamplona en 1988), se promociona muy bien en el mundo del bien financiado «arte» alternativo internacional más delirante y obsceno. Es un buen agente comercial de sí mismo y un anticristiano obsesivo, al igual que sus patrocinadores.
Por su parte HazteOir.org ha actualizado una alerta para que cualquier ciudadano solicite al Alcalde de Pamplona el cierre de la exposición, para firmar la alerta pulse aquí.