Tras hacerse público el patrimonio de los concejales podemitas del Ayuntamiento de Madrid el periodista experto en enigmas paranormales ha aceptado el mayor reto de su carrera: entrevistar a número 2 de la lista de Ahora Madrid.
Según Iker Jiménez es posible que el caso de Murgui no tenga ninguna explicación razonable, ni irrazonable, ni normal ni paranormal, dado que lo aparecido en su declaración patrimonial (que se puede consultar en el portal de transparencia del Ayuntamiento de Madrid) es de muy difícil explicación.
Los hechos aunque sorprendentes son cierto, pues han sido debidamente contrastados: Ignacio Murgui no tiene a su nombre ninguna cuenta corriente en ninguna entidad bancaria española, pero sin embargo aparece como titular de dos préstamos bancarios concedidos por Bankia (uno de 2.985 euros y otro de 2.582 euros). El hecho es completamente insólito pues es práctica habitual que los bancos obliguen a sus clientes a abrirse una cuenta corriente antes de transferir el dinero objeto del crédito.
Sin embargo Ignacio Murgui no se explica cómo pudo ser titular de dos préstamos sin tener ninguna cuenta corriente a su nombre. No obstante Iker Jiménez ha encontrado más interrogantes en este extraño caso, dado que el señor Murgui dice no tener ningún tipo de ingresos (ni por rendimiento patrimonial, ni por rendimiento de trabajo – cosa que no sorprende pues efectivamente ningún vecino ha visto nunca trabajar a Murgui) y sin embargo Bankia le dio dos préstamos bancarios sin ningún tipo de garantía.
La justicia también empezará a investigar el extraño caso de los préstamos conocidos como préstamos Murgui.
Mientras Iker Jiménez sigue sus investigaciones (lleva tres días encerrado en su despacho alimentándose únicamente de altramuces) lo que queda del equipo directivo de UPyD ha decido querellarse contra la anterior cúpula de Bankia por conceder préstamos sin ningún tipo de garantía.
En esta ocasión el Sindicato Manos Limpias ha decido no querellarse dada la mala experiencia que tienen con transferencias bancarias sin justificar.