Casi 32 millones de niños en el mundo viven con discapacidad auditiva, indica un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio sobre la sordera en la niñez sugiere que el 60% de esos casos puede prevenirse e insta a la detección temprana y a acciones adecuadas para permitir el desarrollo del pleno potencial de esos niños.
La OMS alerta que un niño con problemas para escuchar también puede desarrollar problemas para hablar, tener bajo rendimiento en la escuela y terminar aislado en la sociedad.
Según datos del organismo, al menos el 40% de los casos se atribuye a causas genéticas, mientras que el 31% se debe a infecciones como el sarampión, las paperas, la rubéola y la meningitis.
Además, el 17% de la pérdida de audición en la niñez está relacionada con complicaciones en el parto, nacimientos prematuros, bajo peso al nacer e ictericia neonatal.
Otro 4% se debe al uso, sin saberlo, de medicinas dañinas para la audición durante el embarazo y en los recién nacidos.
La OMS recomendó vacunar al niño contra las enfermedades que pueden causar la sordera, así como a regular ciertas medicinas y los niveles de ruido.
También subrayó la importancia de identificar la pérdida de audición temprano para poder poner en marcha las intervenciones necesarias.