Recientemente, estamos asistiendo a una nueva actuación de los promotores de la ideología de género y sus confederados, la noticia de la proposición no de ley para la regulación de los vientres de alquiler (maternidad subrogada lo llaman) a la par que una ley de transexuales en la comunidad de Madrid, nadie la esperaba…
Hay quien aún se hace aspavientos y se sorprende, pero ¿de verdad no lo esperabais? Todo esto que hoy día vivimos no es más que el seguimiento de una hoja de ruta, masónica, fundamentalmente anticatólica, contraria a la naturaleza y dignidad humanas. Hasta ahora, esa hoja se había ido ejecutando por los llamados progresistas (PSOE…) y los conservadores (PP) se han dedicado precisamente a conservar la obra de la revolución liberal y marxista. Sin embargo, los conservadores encabezados en la capital por Cristina Cifuentes han tomado de nuevo la iniciativa en su carrera para ver quien es mas progresista, lo que demuestra que son lo mismo, pues su función dentro de este “sacro santo” régimen del 78 (portador de libertades y de un maná democrático que nos convertirá en no se qué) es por acción u omisión dejar hacer o hacer.
Se preguntarán nuestros lectores ¿hasta cuándo? Muy sencillo hasta que todo lo bueno que quede pase a ser malo, donde había iglesias, no habrá nada o en su lugar mezquitas, donde había respeto habrá odio y donde había libertad habrá sometimiento, eso sí, todo de forma edulcorada y legal para que el pueblo español no reaccione y rompa de una vez las cadenas de esta atávica omertá que desde hace 40 años no paran de apretar más y más.
España, nuestra patria, está desapareciendo, pues los elementos ónticos que conforman a esta tierra de María santísima que es España se desvanecen como se desvanece ese sentir que somos parte de un mismo pueblo. ¡Pero no se detienen ahí! A la par que hacen desaparecer a nuestra querida patria lo hacen con nuestras creencias cemento de la misma, sin embargo, ¡aunque parezca que ellos triunfan y que el mal está ganando la batalla no vencerán! La victoria es nuestra, y el último hachazo a la serpiente lo daremos nosotros los católicos y los patriotas.