“Pensad que en primer lugar se ha de procurar arrancar a los Masones su máscara, para que sean conocidos tales cuales son, que los pueblos aprendan por vuestros discursos y pastorales, dados con este fin, las malas artes de semejantes sociedades para halagar y atraer, la perversidad de sus opiniones y lo criminal de sus hechos”.
( Fragmento de la Carta del Papa León XIII 20 de abril de 1884 )
¿Hacia dónde va España? Esto se preguntaba en un artículo publicado el 26 de julio de 1936 en el periódico argentino La República, el marxista Frondizi, perteneciente a la Unión Cívica Radical Independiente[1], quien apoyaba, ya desde el año 1936, un alineamiento político a favor de la II República recién comenzada la guerra civil española en oposición a la tradicional posición neutralista que dominaba en aquel tiempo en la Argentina. No puede causar extrañeza que un masón miembro de una asociación fundada y compuesta por masones, prestara su decidido apoyo a la II República española, la mayoría de cuyos diputados y miembros del Gobierno pertenecían a la misma secta. Tienen muy a gala su sentido de la fraternidad, bien es cierto que sólo la aplican entre sus iguales.
La conmoción que generó la guerra fue la fuente de la movilización en todos los partidos políticos. El radicalismo venía transformándose en un agrupamiento de demandas opositoras hacia el régimen, afirmando una imagen antifascista y democrática dirigido por el sector moderado del partido, que encabezaba Alvear, aunque muchos de sus militantes se acercaron hacia posiciones de izquierda, generando posturas afines a las organizaciones civiles de claro sentido antiautoritario que se habían creado en esos años, como la Liga de Derechos del Hombre, afín a la masonería, que integraban además conocidos militantes del Partido Comunista.
Las manifestaciones de apoyo a los republicanos por parte de la gran mayoría de adheridos al radicalismo y el fervor con que propiciaron la organización de comités de ayuda, marcaron una divergencia que será el núcleo de futuros conflictos en el seno del partido. Algunos dirigentes manifestaban un decidido sentimiento republicano radical, entre ellos Frondizi, quien muchos años después recordaba:
«El radicalismo tenía una posición franca frente al Régimen Franquista y a favor de los republicanos…Yo tuve una clara posición antifranquista durante la guerra Civil española, y si bien no escribí nada al respecto, la dejé en claro en varios discursos”.[2]
Posteriormente, bien por la serenidad que da cumplir años, por la responsabilidad del cargo al haber alcanzado la presidencia de la nación argentina, o por haber conocido las masacres que hicieron los herederos de Lenin y Stalin en España, cambió radicalmente su postura y aceptó visitar nuestro país, manteniendo cordialísimas entrevistas con Franco quien le llevó a visitar las ruinas del Alcázar y la magnífica catedral; “Amamos a España porque nos enorgullecen las tradiciones que ha dado a América”, dijo Frondizi en Toledo.[3]. En Madrid rindió homenaje a Isabel la Católica y participó en un tedeum en San Francisco el Grande. Al día siguiente le llevaron al Valle de los Caídos donde visitó la Basílica y después el Monasterio de El Escorial. Desconozco si en esa época, 1960, era un miembro durmiente o había abjurado de la masonería, pero, pensando en sus antecedentes radical masónicos no deja de sorprendernos el programa que le plantearon y aceptó: visita a las ruinas del Alcázar para que se hiciera idea de la barbarie que Frondizi defendió y que el ejército de Franco derrotó, homenaje a la reina Isabel que no deja de ser un reconocimiento a la labor de España en tierras de América y un rechazo a la leyenda negra de su colonización y, por último, misas y tedeum lo que a un masón debería chirriar muchísimo. Años después, sí parece que sufrió una evolución y del GADU pasó al Dios verdadero.[4]
Se ha mantenido por socialistas y comunistas la falsedad histórica de que la Guerra Civil española fue consecuencia de la irresponsabilidad de un ejército y de un general (el más joven de Europa) al que intentan ridiculizar presentándolo como un espadón del XIX, cuando lo cierto es que el enfrentamiento comenzó porque un alucinado socialista quería el poder. Este individuo era Francisco Largo Caballero quien agitaba a las masas sin ningún pudor. He aquí algunas de sus perlas que demuestran su intención de provocar una guerra civil e imponer una tiranía como en la URSS.
Desde 1931, Largo, entonces Ministro de Trabajo, ante la posibilidad de que las Cortes se disolviesen por no tener mayoría, amenaza:
“Ese intento sólo sería la señal para que el PSOE y la UGT lo considerasen como una provocación y se lanzasen incluso a un nuevo movimiento revolucionario. No puedo aceptar la posibilidad, que sería un reto al partido, y que nos obligaría a ir a una guerra civil”. (Acta de sesiones del Parlamento. El Debate, 24-11-1931, Madrid)
En febrero de 1933 la amenaza se agrava y demuestra que la más importante Ley de una Nación, la Constitución, era para él papel mojado:
“Si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución… tendremos que conquistarlo de otra manera”. (Escritos de la República, Pablo Iglesias, 1985, p.34-5). “En las elecciones de abril (1931), los socialistas renunciaron a vengarse de sus enemigos y respetaron vidas y haciendas; que no esperen esa generosidad en nuestro próximo triunfo. La generosidad no es arma buena. La consolidación de un régimen exige hechos que repugnan, pero que luego justifica la Historia”. “Vamos a la Revolución social. ¿Como? (una voz del público: como en Rusia) No nos asusta eso…Habrá que expropiar a la burguesía por la violencia”. “Tenemos que recorrer un periodo de transición hasta el socialismo integral, y ese período es la dictadura del proletariado, hacia la cual vamos. Había que “preparar la ofensiva socialista”“Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues antes que el fascismo preferimos la anarquía y el caos”[5].
La amenaza de ir a la guerra civil, expresada en 1931, la repitió en Linares y Alicante en enero de 1936, seis meses antes de que los militares se sublevaran contra la caótica situación que se vivía en España:
“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos”. “La clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la revolución”.
Y en febrero de 1936 en el Cinema Europa, da una vuelta de tuerca más: “La transformación total del país no se puede hacer echando simplemente papeletas en las urnas… estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia” “Cuando el Frente Popular se derrumbe -anunció-, como se derrumbará sin duda, el triunfo del proletariado será indiscutible. Entonces estableceremos la dictadura del proletariado, lo que… quiere decir la represión… de las clases capitalistas y burguesas” “Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues antes que el fascismo preferimos la anarquía y el caos«.
Y para que no quede duda de la deriva de España en 1936 traemos a colación el artículo de Largo en el órgano de las Juventudes Socialistas titulado “Renovación”, titulado ¡Ni un paso atrás![6] en el que expone alguna de las frases reseñadas más arriba, pero lo significativo es la importancia del título, a través del cual muestra las directrices que como Comisario de Defensa dictó Stalin en su Orden 227 de 28 de julio de 1942, que se hizo famosa por dicha frase al convertirse en un eslogan de la resistencia antifascista soviética. Esa orden estableció que cada Frente del Ejército Rojo debía formar entre 1 y 3 «batallones penales» compuestos por soldados acusados de tener problemas de disciplina, que eran enviados a las secciones más peligrosas de las líneas de frente. Entre 1942 y 1945, 427.910 militares fueron asignados a batallones penales. Debía también crear «destacamentos de bloqueo» para vigilar que las tropas del frente no retrocedieran y, en caso de que lo hiciesen, disparar a los «cobardes». En los primeros dos meses luego de emitida la orden, más de 1.000 efectivos fueron fusilados por destacamentos de bloqueo, y unos 130.000 fueron enviados a los batallones penales.
Grigory Sergeievich Syroyezhkin (“Pancho”), miembro de la NKVD, fue encargado como asesor ruso en la guerra civil, en temas de «espionaje, contra espionaje y lucha de guerrillas», por lo que supervisó la actividad de la guerrilla detrás de las líneas franquistas. Convendría saber, por aquello de la memoria histórica, cuántos de los que consideran represaliados por el franquismo, fueron, en realidad, miembros masacrados en virtud de las ideas previas a la Orden 227, pues es sabido que, en muchos aspectos, España sirvió de “laboratorio de ideas” y en ese trabajo, Syroyezhkin debió ser eficaz a los ojos de Stalin por cuanto no consta que fuera llamado a Moscú en aquellos años de tantas purgas.
Esta clara dependencia de la URSS la confirmó uno de los primeros desertores soviéticos de la NKVD, Walter Krivitsky aseguró que «parecía que la Unión Soviética tenía cogida a la España leal (la republicana) por el gaznate, como si ya fuera su dominio soviético»y lo corroboró, posteriormente, el historiador británico E. H. Carr, cuyas simpatías estuvieron siempre de parte de la Unión Soviética, al escribir en su último libro, publicado póstumamente, que “la República española se había convertido en lo que sus enemigos afirmaban de ella, la marioneta de Moscú”.
Durante su discurso en el XIII Congreso del PSOE, celebrado en 1932, siendo Ministro de Trabajo Francisco Largo Caballero, el llamado Lenin español, dijo: «El Partido socialista no es un partido reformista (…) cuando ha habido necesidad de romper con la legalidad, sin ningún reparo y sin escrúpulo. El temperamento, la ideología, y la educación de nuestro partido no son para ir al reformismo» y, por si quedaba alguna duda, remachaba: “No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad” (Verano de 1934 en Ginebra).
Llegados a este punto volvemos a la pregunta inicial, ¿Hacia dónde va España?
Como quiera que 80 años después, nuestra nación muestra de nuevo signos de descomposición producidos por factores que, con distinto nombre, se muestran herederos de aquellos que pretendieron bolchevizar España, considero necesario reflexionar al respecto sobre las causas que nos empujan, otra vez, a esta fatal deriva y permanecer alerta. En ese abrir los ojos, debemos darnos cuenta como las acciones de estos Dueños del Poder Global afectan a, por lo menos, la política, la religión, la enseñanza y la justicia, los cuatro puntales que sostienen una Nación, razón por la cual quieren destruirlos. Quienes no se hayan preocupado por la malignidad que este poder encierra a pesar de sus protestas de libertad, igualdad y fraternidad, debería observar algunos de los puntos oscuros que contienen relativos a su aplicación. La multiplicación de las democracias en el mundo registrada en los últimos años pareciera darle la razón al optimismo, pero no dejarán de ser denunciados fenómenos como la corrupción político-administrativa, erigida en una especie de SIDA de las democracias.
En esa tarea, de una manera u otra, están aplicados los principales partidos de España. En una de las asambleas del más reciente, su jefe Pablo Iglesias afirmó que “el cielo no se toma por consenso: se toma por asalto”, lo que constituye toda una declaración de principios democráticos: Si no se tiene en cuenta la opinión de los ciudadanos, tampoco existe la libertad para expresarla y deja muy claro que lo único que les importa, es conseguir ese “cielo “ que para ellos significa el poder, aunque tenga que atraparlo al asalto. De los otros dos, uno, (entre el fastidio y el aburrimiento) dormita sobre su sillón y el otro intenta desalojarle y apropiárselo aunque para ello tenga que pactar con el diablo. Y la sociedad desorientada, sin líder firme que la conduzca, vaga desorientada, como pollo sin cabeza, de uno a otro partido, perdidos los valores éticos y morales, encuentra muchas dificultades para hallar el camino que pueda contrarrestar las fuerzas centrífugas que pretenden desintegrar España.
Entre esas fuerzas se encuentra la CUP que pretende «seguir tejiendo complicidades en Euskal Herria con EH Bildu, siempre centradas en crear poder popular. A pesar de los resultados electorales del último año, la salida de prisión de Arnaldo Otegi y el replanteamiento de su estrategia política continúan siendo bases para un proyecto político de futuro. La CUP le ha propuesto formar un frente común para dinamitar la Nación Española. Los antisistema catalanes exigen a Junts pel Sí la ruptura en enero de 2017 y plantean a EH-Bildu una «confluencia». El «análisis» de los estrategas cuperos va más allá del caso catalán y describe la operativa municipal de la CUP, sus contactos con formaciones radicales del resto de España y sus proyectos de futuro, de modo que esa cuña vasca y catalana pueda gestar un escenario propicio a su objetivo de la independencia, afirman y, en este sentido, han aprobado un documento en el que describen los pasos a dar por la ultraizquierda española para derribar al Estado[7].
El puzle vasco ya suficientemente complicado, se enmaraña todavía más con la entrada de Podemos, al que las encuestas sitúan como segunda fuerza, con una horquilla de entre 19 y 21 escaños. El partido de Pablo Iglesias ha defendido en el último Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) el derecho a decidir del pueblo vasco, aunque matizando que ellos no son partidarios de la independencia, pura hipocresía por cuanto son quienes agitan la hoguera. Habrá que ver hasta dónde llega la presión independentista que previsiblemente la denominada izquierda abertzale, con Otegi como candidato a lehendakari, le quiera meter al PNV. Pero tampoco está para muchas bromas esa izquierda abertzale, porque sabe que muchos de sus votos se han ido a Podemos.[8]
En este sentido, la candidatura de Otegi a lehendakari en las elecciones de otoño puede cristalizar en la apertura de un frente independentista mayoritario que retroalimente el catalán y coloque al Estado Español en una posición de más blindaje político y aumento de la represión[9] lo que daría lugar a mayor agitación de la sociedad por parte de los radicales que, curiosamente, son los primeros en no respetar las libertades ni siquiera de los miembros de su grupo.
Esto en el orden político. En el judicial no presenta mejor aspecto. La balanza de la justicia aparece inclinada siempre en pro de quien detenta el poder desde el inicio del que llaman período democrático o transición, ya gobierne el PSOE o el PP, y, en función del “talante” del presidente de turno, más o menos radicalizada y cada vez más injusta. En el legislativo el caos es aún mayor, si cabe. Símbolos patrios maltratados (banderas nacionales, bustos del Rey, himno nacional ultrajado) sin que nadie los defienda ni tenga intención de hacerlo; leyes y leyes que no se cumplen, empezando por la primera de todas: la Constitución a la que queman públicamente en un acto en televisión, sin que se tomen medidas contra la autora de dicho acto. O también el ataque a ciertas personas e instituciones consideradas “molestas” por el poder, actos policiales más propios de dictaduras que de países constitucionales ¿Dónde queda la justicia y la libertad, valores imprescindibles en una sociedad democrática? ¿Volveremos a escuchar con pavor pisadas amenazadoras, gritos y golpes a la puerta, como sucedió durante los tres años de guerra civil?
Los nuevos agentes políticos muestran un renovado aprecio por la libertad (al menos aparentemente) y el pacto libre como medio de autogobierno y de canalización del pluralismo social, pero no sin ciertas desviaciones. El Papa Juan Pablo II llamó la atención sobre una manera errada, o «perversa», de concebir la libertad, que no es difícil de encontrar entre nosotros: esa «libertad que no tiene como punto de referencia la verdad sobre el bien o el mal, sino sólo su opinión subjetiva y mudable o, incluso, su interés egoísta y su capricho». Resulta, por eso, frecuente que se tienda a confundir la libertad de los ciudadanos y de sus representantes políticos para votar en un sentido u otro y para llegar a acuerdos constructivos, con la libertad de decidir cualquier cosa, independientemente de la moralidad de lo decidido. De este modo se llega a pensar que el pueblo soberano es capaz de «darse a sí mismo» legítimamente las normas según las que desea orientar y regular su vida en cada momento, sean cuales fueran los contenidos de las mismas. Es verdad que las instituciones del Estado democrático, a través de las cuales se expresa la soberanía popular, son las únicas legitimadas para establecer las normas jurídicas de la convivencia social. Pero no es menos cierto que «no puede aceptarse la doctrina de quienes afirman que la voluntad de cada individuo o de ciertos grupos es la fuente primaria y única de donde brotan los derechos y deberes del ciudadano«.[10]
El drama que de nuevo sobrevuela España, debe servirnos de motivo de introspección a todos nosotros. ¿A dónde va España? Todo parece indicar que quienes detentan el poder, de una u otra manera, están dispuestos a seguir las directrices del NOM, desintegrarla en pequeñas zonas de poder hasta que deje de existir como nación única. En ese instante, dará la cara plenamente, momento en el cual, incluso Cataluña (aunque ella, ya muy dirigida desde hace tiempo por los masones ̶ tradicionalmente la Esquerra ̶ ), quedará absorbida en una Federación Ibérica junto con Portugal y como todo vencedor, por las buenas o por las malas, nos impondrá sus condiciones. Pensándolo detenidamente, ya vienen trabajándose a nuestra adormecida sociedad para que, llegado el momento, acepten con facilidad los cambios: destrucción de la familia, aborto, eutanasia, anticlericalismo, imposición de la homosexualidad y de la transexualidad, etc. Que cada uno deduzca sus propias consecuencias. El mundo vive en pleno fervor revolucionario y cada individuo debe tomar conciencia de su sitio en el combate. Si no, el combate barrerá con él. Es la conclusión de un proyecto de investigación: “El impacto de la Guerra Civil Española en la vida intelectual de Hispanoamérica” que se inició con el objetivo concreto de preparar estudios monográficos y antologías sobre el impacto de la guerra en los intelectuales de los países hispanohablantes de América.[11].
Nosotros, humildemente añadimos la necesidad de conocer la verdad de los hechos y sus antecedentes porque la falsificación de los mismos se ha convertido en instrumento de dominio, tal como advirtió Orwell en “1984”:
“Quien controla el pasado controla el presente; quien controla el presente, controla el futuro”
[1] Leandro Nicéforo Alem abogado, político, revolucionario, estadista y masón argentino, es figura destacada por haber fundado la Unión Cívica Radical y liderado dos insurrecciones armadas. Luego del fallido intento revolucionario, la Unión Cívica Radical se divide entre los rojos, que apoyaban la conducción de Alem, y los líricos que apoyaban la interpretación de Yrigoyen respecto de la toma del poder.Esta división dará lugar a la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) dirigida por Frondizi y la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) dirigida por Balbín. Alem llegó a ser Gran Maestre de la Gran Logia de Libres u Aceptados Masones de la República Argentina y los socios de la Unión Cívica también eran miembros de la masonería (Hipolito Yrigoyen, Marcelo Alvear, Arturo Illia, Arturo Frondizi, Raul Alfonsin…) http://www.taringa.net/posts/info/14265355/La-Union-Civica-Radical-y-la-masoneria.html
[2] (La Fundació Càtedra Iberomericana es una entidad privada con personalidad jurídica propia y sin ánimo de lucro):
[3] http://www.march.es/ceacs/biblioteca/proyectos/linz/documento.asp?reg=r-10870
[4] El 27 de septiembre de 1974, fue asesinado su hermano Silvio Frondizi por un comando de la Triple A. Frondizi tendrá una actitud esperanzada frente al golpe militar de 1976 en Argentina, que se irá transformando en un decidido apoyo a la dictadura y un notable acercamiento a los sectores más reaccionarios de la Iglesia. Felipe Pigna :http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/f/frondizi.php También Blas Piñar escribió al respecto: “Volví a verle, y por última vez, en Buenos Aires. Me invitaron y asistí a una Misa convocada por una Agrupación de intelectuales católicos. En un banco se sentaba Arturo Frondizi, que oyó la Misa con profunda devoción y con la misma devoción fue a comulgar. Al salir de la Iglesia, pudimos hablar. No estaba bien de salud. Le encontré muy desmejorado”. http://www.alertadigital.com/2013/04/01/blas-pinar-mis-recuerdos-y-contactos-con-arturo-frondizi-xxiv/.
[5] 01-11-1933. Largo Caballero, Discursos a los trabajadores, Barcelona, Fontamara, 1979, p.151-2. M. de Coca, Anticaballero, Madrid, Centro, 1975, p.85 y ss. M. Tuñón de Lara, La crisis del estado: dictadura, República, guerra (1923-1939), Barcelona, Labor, 1986, p. 129,170.
[6] La cantante Malú ha grabado una canción con ese título, “Ni un paso atrás”, una de cuyas estrofas dice: “No hay nada más que salvar. Punto y final. No digas más. No queda por qué luchar. No intentes. Decir otra mentira. Y ponerte el disfraz”
[7] Document de treball polític: Asemblea nacional 2016.- CUP
[8] Cayetano González: La euskoindependencia:; http://www.libertaddigital.com/opinion/cayetano-gonzalez/la-euskoindependencia-78660/
[9] PABLO PLANAS (BARCELONA) 2016-04-06 http://www.libertaddigital.com/espana/2016-04-06/la-cup-propone-a-otegi-un-frente-comun-para-dinamitar-espana-1276571388/
[10] MORAL Y SOCIEDAD DEMOCRÁTICA: http://www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/moral_sociedad.htm#La libertad política se nutre del orden moral
[11] http://impactoguerracivil.blogspot.com.es/2014/01/arturo-frondizi-futuro-presidente.html