El pasado martes, 3 de mayo, el Jefe del Estado firmó el Real Decreto 184/2016 por el que se disolvían las Cortes Generales y se convocaban nuevas elecciones para el próximo domingo 26 de junio de 2016. De nuevo, el sistema político instaurado llama a los españoles para que acudan a las urnas y legitimen con su voto a los partidos políticos como representantes de la voluntad general.
La Comunión Tradicionalista Carlista considera que la nueva convocatoria electoral es un ejemplo más de la baja talla de nuestra clase política y un grave insulto a la inteligencia de los españoles. Tras cuatro largos meses de infructuosas negociaciones entre los partidos políticos, en los que ha primado el interés de partido sobre el interés general, los españoles ven impotentes cómo más dinero público tendrá que financiar las ostentosas campañas electorales de los partidos y cómo un dilatado periodo pre y post-electoral volverá a crispar, dividir y enfrentar –todavía más, si cabe- a una sociedad que ve impasible cómo sigue sin resolverse ninguno de sus problemas más acuciantes.
La Comunión Tradicionalista, que no cree ni en el sistema de partidos, ni en el sufragio electoral inorgánico, ni en su farsa electoral, exige a éstos que en aras a un mínimo de decoro dejen de velar por los intereses particulares de partido y se esfuercen en buscar el bien común de todos los españoles.