Si la respuesta es sí ,como creo,la España unida y católica será, por desgracia, a la larga definitivamente sustituída por una Federalista y atea.
Las Comunidades Autónomas, fueron, con su errónea configuración, principio de los nacionalismos, con ello de la disgregación territorial y debilitamiento del país (¿esa era la idea?), se las dará más poder si cabe. Y, por otra parte, no digamos nada de poner a España como un país Laico.
Un disparate, cuando la mayoría de los españoles somos (entre ellos me incluyo), Cristianos- Católicos.
Luego no nos sorprenda el haber problemas con musulmanes por llevar velos o querer quitar crucifijos en las escuelas e incluso la propia asignatura de religión, pues el laicismo abrió la puerta…
Siguiendo con lo de los partidos. Podemos y Ciudadanos ahora mismo son los partidos que van a sustituir a PP y PSOE. Luego el equilibrio de fuerzas está roto.
PSOE, Podemos y Ciudadanos son republicanos de izquierdas e incluso líderes como el señor Albert Rivera, para mayor inri, ateos.
Gran parte de culpa la tiene el partido popular con Mariano Rajoy a la cabeza, después de haber conseguido una mayoría absoluta, con poder suficiente con ello como para arreglar la mayor parte de los problemas más acuciantes del país, parece como si se hubiera cruzado de brazos durante la legislatura. Nada o casi nada arreglaron durante la misma. Y luego pedían al pueblo una nueva mayoría absoluta…
Como se han cruzado de brazos ahora nos llevan a unas nuevas elecciones. Pero pregunto, ¿porqué unas nuevas elecciones cuando el pueblo español ya opinó dando su confianza (para mi sin merecerla pero bueno) al PP?. Muy sencillo, la izquierda ha decidido hacerse con el poder a toda costa y sin respetar la decisión de la mayoría de los españoles.
Como luego el no contarse con Podemos cuando sacó sesenta y nueve diputados, saltando por encima de el para dar la mano al señor Rivera con cuarenta. Por desgracia, Podemos ha venido para quedarse. Por otro lado también están creando es un perfil de víctima para el señor Iglesias, cosa que por cierto a esta izquierda se le ha dado muy bien desde siempre en este país.
A Pedro Sánchez se le ha hecho quedar (o ha querido el mismo quedar) como »el malo», para desprestigiar aún más un partido muy tocado ya. Pero ese, según mi parecer, era su cometido, »sacrificarse» por los dos nuevos partidos Ciudadanos y Podemos . Rajoy con su inoperancia casi se puede decir que ha hecho lo mismo. Perder votos para ganarlos Podemos y Ciudadanos, sobre todo este último. Estos, como decía, durante las sesiones de investidura, prólogo de unas nuevas elecciones cantadas, se han promocionado ante el pueblo, para »rascarle» más votos.
¿Vendrá definitivamente esa alianza de PP, PSOE y Ciudadanos después de estas nuevas elecciones, sobre todo después de la promoción de este último?. Es muy probable. Pero es una solución para mi algo descabellada. Dos partidos (PSOE y Ciudadanos), en esencia de la misma ideología zancadillearán todas las iniciativas del PP. Entonces, si durante la mayoría absoluta Rajoy no hizo apenas nada, sin mayoría y encima dependiendo de dos partidos de izquierdas para llevar iniciativas hacia adelante, nada de nada. Pero ¿esa es la idea, cansar a la gente, »apretar la tuerca más» para inclinarse cada vez más personas por el radicalismo de Podemos?. Ojalá me equivoque. El tiempo nos sacará de dudas.
Pero esto se podría haber evitado si el PP hubiese, como era su deber, formado gobierno con el PSOE , segunda fuerza más votada. ¿Que no quería Pedro con Mariano?, estaba la carta del Rey, poder neutral y moderador. El monarca debería haber sentado a la »mesa del diálogo» a los dos y haberlos hecho entenderse y formar gobierno, si o si.
El pueblo ya habló, los prejuicios políticos personales entre Pedro y Mariano, no importan, y además se deben dejar a un lado en estos casos. Uno debe servir al pueblo y sacrificarse en todo momento por el. Por lo menos eso es lo que creo yo.
Por otro lado, todos estos movimientos »ilegales», estos »círcos mediáticos», no son nuevos.
Por eso, cuidado si llegan al poder, sobre todo su ala radical. Sus antecedentes históricos lo avalan.