La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz es una hermandad canónica, que no desarrolla actividad alguna que pueda calificarse como política o partidista. Sus convocatorias se reducen a la celebración de la Santa Misa y actos de piedad como el Via Crucis.
La Cripta del Monumento de Navarra a sus Muertos –hoy Sala de Exposiciones- es como tal cripta lo más parecido a una catacumba. Es la sede oficial de la Hermandad, y la encargada de mantener en ella el culto religioso.
El pasado día 31 de agosto nos enteramos por la prensa que el Ayuntamiento de Pamplona presidido por Joseba Asiron (EH Bildu), ha comenzado un proceso encaminado a clausurar nuestra sede, la Cripta de dicho Monumento, y a proceder la exhumación de los restos mortales de los ocho difuntos de la guerra enterrados en ella.
Dicho proceso ha sido llevado de forma muy opaca y poco transparente, hasta el punto de que en momento alguno se han puesto en contacto con nosotros. Por la prensa nos enteramos que nos van a desahuciar y a prohibir rezar por los difuntos en nuestra sede, es decir, a clausurar la Cripta, y que además van a hacer actuaciones de profundo calado en la misma sin que sepamos nada de ellas.
Como Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz nos oponemos frontalmente al cierre de la Cripta –lo que además impediría nuestra libertad de culto-, y también rechazamos la exhumación de los restos mortales ahí enterrados.
Todo esto se realiza además desoyendo una resolución del Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) que ya desestimó, en el año 2008, la solicitud de realizar estas actuaciones, desestimación que precisamente fue basada en las leyes de símbolos y de memoria histórica tanto forales como nacionales.
Consideramos que en cualquier caso se debería suspender inmediatamente el proceso que ya ha comenzado la alcaldía de EH Bildu, y con más motivo por existir una resolución firme del TAN en contra de estas actuaciones.
En conclusión, los miembros de la Hermandad exigimos que se respete la libertad de culto en la Cripta y el derecho rezar por los difuntos, y solicitamos que se paralicen inmediatamente y de una vez por todas, estas exhumaciones. Por cordura y por respeto dejemos a los muertos, a todos los muertos de aquella guerra que ocurrió hace ya 80 años, descansar en paz.