Ante la triste indiferencia, o la actitud sumisa y miserable del llamado (nadie sabe por qué) Mando Militar, vamos a ocupar momentáneamente su puesto y comentaremos lo de la repugnante payasada organizada con una estatua de Franco por los herederos ideológicos de los eternos vencidos en la guerra de Liberación, estatua que ese Mando regaló a nuestros enemigos, ya que era propiedad del Ejército.
Es todo un espectáculo el de esta piara, formada no sólo por el equipo de la Colau, sino por políticos y, sobre todo, por la prensa que tratan este tema con una vileza difícil de superar (“EL PAIS”, “EL PERIÓDICO”, “LA VAGUARDIA”…). La rabia de esta chusma les hace babear sin descanso, y cada día pretenden superar sus bellaquerías, lo que consiguen porque tienen reservas de basura sectaria para llenar cien pozos ciegos. Y mientras tanto, el Mando Militar se hace el sordo, ciego y mudo, que ya es mérito, porque, además de esas características, tiene la piel de rinoceronte y no les afecta ni un rejonazo.
Si hubiera dignidad en eso que llaman Mando Militar, sin pedir permiso a nadie, se habría enviado una pequeña unidad de soldados (media docena) para despejar a puntapiés a la chusma, y rescatar la estatua, que después de ser restaurada, se conservaría en lugar seguro, protegida por un simple centinela armado de un machete.
Nada se hace, se espera a que otro escándalo haga olvidar éste, y se seguirá brindando en actos oficiales por el “Primer Soldado de España” que, como buen Don Tancredo, deja hacer desde su tarima institucional, sin mudar el gesto. A este paso, con el tiempo, su estatua podría correr la misma suerte.
Como el PP, pese a sus votantes, sorprendentemente no representa a nadie ¿para qué va a intervenir? Y sin que nadie se moleste por sentirse aludido, nos extraña la ausencia de organizaciones de las llamadas “nacionales”, que a ninguna se las ve por el lugar de crimen. Quemar banderas “esteladas” en zonas apartadas es menos comprometido y peligroso, pero mejor es no asomarse al Mercado del Borne.
Gracia a la información de la prensa nos hemos enterado de que existen “esteladas idependentistas” con las barras mariconas. Lógico…
España ha llegado a unos niveles de indignidad preocupantes. Abundan las señales de que se aproxima su desaparición.