«Si el enemigo te ofrece el pan con una mano, cuida su otra mano que puede tener un puñal»
(Refrán georgiano)
Esto debió plantearse cada uno de los colombianos que votaron NO al llamado proceso de paz en Colombia, hecho que a muchos desde esta otra parte del mundo les llama al asombro y a la decepción porque en esta época del relativismo exacerbado, lo que prima es “pasar página” y “pelillos a la mar”. Permítanme que humildemente les diga que me siento identificada con la negación expresada por la mitad de los votantes colombianos. Les entiendo, alabo y considero que a los españoles nos han dado una lección. Al contrario que los colombianos del NO, aquí se ha aceptado que el terrorismo de ETA irrumpa en las instituciones, impongan decisiones contrarias al orden constitucional y se rían del dolor de las víctimas que ellos causaron. Sí, creo que nos han dado una lección.
Me explicaré con un pequeño repaso al proceso que ha dado lugar a este intento de llegar a la paz entre el gobierno de Colombia y las FARC[1] (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) las cuales habían llegado a establecerse en la zona de Marquetalia[2] como república independiente. Allí actuaron al principio en acciones de autodefensa y guerra de guerrillas hasta 1980 en que participaron en el narcotráfico y la minería ilegal utilizando técnicas de guerra propias del VietKong como la implantación de minas antipersona; el asesinato de civiles, (miembros del gobierno, policías y militares); el secuestro con fines políticos o extorsivos; atentados con bombas y armas no convencionales (cilindros de gas, animales bomba…) actos que han provocado desplazamientos forzados de civiles; reclutamiento de menores, destrucción de puentes y carreteras, de estaciones de policía y de casas de los civiles que se encontraban en las proximidades. Según las Naciones Unidas, las FARC y el ELN[3] son responsables de 12 % de los asesinatos de civiles del conflicto armado en Colombia. Ya en 1950 organizaron lo que denominan Columna de Marcha o Columna Guerrillera, que tenía el propósito de tomar las alturas de la Cordillera Central. Se trataba de una estructura de combatientes y sus familias dirigida por los comunistas quienes enseñaban sus métodos de acción y organización. Unidos poco después comunistas y liberales constituyeron el Estado Mayor Unificado (compuesto por ocho comunistas y siete liberales) para todo el sur de Tolima.
Las FARC han sido consideradas una organización terrorista por Chile, Perú, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda así como por la Unión Europea. Sin embargo, muy significativamente, Ecuador solo aceptaba que se le definiera como “grupo irregular” y Venezuela pedía que se le otorgara un status de grupo beligerante y no como terrorista. La explicación de esta actitud se encuentra en el sometimiento a las directrices marxistas-leninistas que caracterizan a esos países.
La principal fuente de ingresos de las FARC fue el cobro de rescates por secuestros y el robo de ganado, obteniendo ganancias de 19 millones de dólares estadounidenses. Las ganancias obtenidas del narcotráfico eran el 30% del total, y la mayor parte del dinero que obtenían por este delito era por el «Impuesto al Gramaje»[4]. Otro medio importante en la obtención de ganancias según algunos expertos, es la extensión de los campos de coca muy necesarios para la economía de las FARC. Esto causó daños irreparables en el medio ambiente recaudando más de 1000 millones de dólares al año sólo por venta de droga. Al parecer, la extorsión (a través de “vacunas”)[5] les significaban a las FARC más de 600 millones de dólares, mientras que el robo de ganado ocupaba el tercer puesto entre sus métodos de financiación. Mención aparte se debe hacer con la minería de carácter ilegal, en especial la explotación de oro. Además de la extorsión a los dueños de esas minas que no están a cargo de la organización subversiva, hay que añadir el grave e irreparable daño en la flora y fauna que resultan destruidas por acción de las máquinas retroexcavadoras para encontrar el mineral en el subsuelo, y la acción del mercurio y cianuro que se utiliza para encontrar el oro porque contaminan las fuentes de agua que nutren la agricultura y pesca y los acueductos cercanos a estas minas. Al igual que el oro, la alta valoración del coltan, tungsteno y níquel en el mercado internacional hace viable su explotación ilícita.
Organismos defensores de derechos humanos solicitaron en algún momento a las FARC que dejaran de usar armas no convencionales, pues según el organismo internacional «El continuo uso de cilindros de gas por las FARC muestra un flagrante desprecio por la vida de los civiles por parte de estos grupos armados«. Las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, entre otros, han reclamado a las FARC por violaciones al derecho internacional humanitario y al Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra. La reclamación incluye la denuncia por:
- Reclutamiento de menores.
- Actos de violencia sexual contra mujeres y niñas como violaciones y torturas.
- Desapariciones forzadas.
- Secuestro de civiles.
- Trato inhumano a rehenes.
- Desplazamiento forzado.
- Abortos forzados.
- Ejecuciones extrajudiciales.
- Asesinato de rehenes.
- Masacres: Según el Centro de Memoria Histórica las FARC están implicadas en cometer más de 240 masacres con cerca de 1400 víctimas, solo entre el periodo 1980-2012.
Cuatro países acompañaron el proceso de paz para Colombia: Noruega, Cuba, Chile y Venezuela, las cuales, después de cuatro años de negociaciones, establecieron una serie de puntos básicos entre ellos, una reforma rural integral que cerrara la desigualdad entre campo y ciudad; una más amplia participación ciudadana; el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas, que tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC. Contiene también el acuerdo de “reincorporación de las FARC a la vida civil –en lo económico, lo social y lo político- de acuerdo con sus intereses. Pero ¿y las víctimas? Después de mucha palabrería, al igual que en España con el tema de la ETA y su supuesto deseo de paz, en realidad en el acuerdo se da preferencia a los asesinos sobre las víctimas, traicionando también lo establecido en las leyes y hasta en el sentido común. De modo que en España tenemos a Bildu y demás marcas etarras ocupando sillones en el Parlamento y dominando en ayuntamientos e instituciones. En el tratado de paz se proponía una actuación similar y los colombianos se negaron a ello. A las FARC se les concedía un privilegio político en una de las medidas más discutidas del acuerdo: la garantía de 10 escaños en el Parlamento durante dos períodos, aunque no lograran el mínimo de votos necesario. Parece un regalo no merecido, pero en realidad lo que oculta es una gran cobardía al admitir que: “es preferible tener a los extremistas haciendo política en el Parlamento que tenerlos operando fuera del sistema”.
Al presidente Santos se le acusó de haber cedido demasiado en el acuerdo, y es posible que así fuera. La justicia transicional siempre es polémica porque guarda elementos de impunidad. “Una justicia perfecta no permite la paz”, afirmó Santos en una reciente entrevista en El País. La frase es controvertida. Intentando medir ese difícil equilibrio Gallup preguntaba a principio de año a los colombianos: ¿Está Ud. de acuerdo con sacrificar parte de justicia para tratar de negociar la paz? 54% decía que no, mientras que el 42% optaba por el sí. Quizás se acordaran ese 54% de lo que ocurre en España donde todo son concesiones a los miembros de la banda: no se encuentra, o no se quiere encontrar a Josu Ternera, se excarcela a de Juana Chaos partidario, en su momento, de la teoría de la «doble presión», es decir, complementar la «ofensiva terrorista en el norte» con una campaña de atentados islamistas en el sur, con la excusa de la reclamación de Ceuta y Melilla por Marruecos. Su conclusión es que el Gobierno español no podría soportarlo. Acumula una condena de más de tres mil años de cárcel por once atentados con 25 muertos. Lejos de reinsertarse, han sido constantes sus muestras de satisfacción cada vez que se producía un atentado. En 1998, a raíz del sufrido por el concejal del PP Jiménez Becerril y su esposa, escribió una carta desde la cárcel en la que aludía al doble asesinato: «Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para todo el mes.».
Otro héroe de la banda puesto en libertad condicional fue Bolinaga, (Josu Uribetxeberria Bolinaga) quien ha muerto sin arrepentirse de los asesinatos que cometió. Fue condenado en sentencia firme por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y los asesinatos de los guardias civiles Mario Leal Vaquero, Antonio López y Pedro Galmares. Cuando fue detenido, el etarra se negó a revelar el paradero de Ortega Lara, que aún estaba secuestrado —532 días duró su cautiverio—. El comentario de Bolinaga fue: «Que se muera de hambre ese carcelero». Poco antes de morir, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió 29 años de cárcel para este etarra por el asesinato a tiros del cabo de la Guardia Civil Antonio Ramos, el 8 de junio de 1986 en Arrasate.
El mismo juez central de vigilancia penitenciaria, José Luis Castro, que puso en libertad a Bolinaga, ha concedido un permiso penitenciario a Idoia López Riaño, conocida como “la tigresa” otorgado por la Audiencia Nacional con el visto bueno de la Fiscalía. El juez de Vigilancia Penitenciaria ha valorado sus escritos en los que la ex integrante del ‘Comando Madrid’, uno de los más sanguinarios de la Historia de la banda, se confiesa y muestra su arrepentimiento:
«Las muertes de este comando me duelen en lo más profundo del alma y aún más por no haber podido hacer nada por evitarlas. Yo tan solo tenía 20 años y aun así me jugué la vida en ese intento. Me costó siete años de mi vida en Argelia y que se me condenara a una pena terrible», confesó López Riaño en un texto remitido al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria que lo ha incluido en el auto en el que le concede el permiso. Ya, ya pero ella ha podido satisfacer muchos de sus deseos, incluso los sexuales, mientras que los asesinados por ella siguen en el cementerio. España es olvidadiza de sus buenas gentes y generosa con los malos, de modo que a esta etarra causante, junto a otros miembros de la banda, del asesinato de doce guardias civiles en la Plaza de la República Dominicana de Madrid, por el que ha sido condenada a una pena de 1.572 años de prisión, se le ha concedido un permiso temporal (veremos si no hace como otros jefes suyos y no vuelve). Además pone condiciones como es que su pareja sea trasladada con ella a una prisión de Vascongadas. Ya estuvieron juntos en una prisión de Galicia donde disfrutaban de su derecho a entrevistas íntimas y a paseítos por el patio… ¡todo un castigo por sus crímenes!!
Y todo este proceso de paz con ETA ¿ha servido para que los españoles de bien puedan circular libremente por las provincias vascas? En absoluto. En los últimos 36 años, ETA y su entorno han atacado en 32 ocasiones a los guardias destinados en Alsasua. Un asesinato, un ataque con lanzagranadas, una presión irrespirable sobre la Benemérita…Y continua…Ahí tenemos el último ataque sufrido por dos guardias civiles y sus parejas que, vestidos de civil entraron en un bar de Alsasua a beber algo y por poco los linchan unos 40 o 50 radicales, al haber sido reconocidos por aquel que anteriormente había sido rescatado por el teniente de la guardia civil, de una escalada en el monte. Las lesiones que causaron estos bravos y nobles individuos, obligó a que el teniente, trasladado al hospital, sufriera dos operaciones. Los otros tres miembros del grupo fueron asistidos de lesiones más leves. Llama la atención que de los 40 o 50 atacantes, sólo hayan prestado declaración dos: Jozkin Unamuno y Aritz Urdangarin. Cuando en Blanquerna entraron un grupo de jóvenes, al grito de «no nos engañan, Cataluña es España«, solo causaron empujones, sin lesión de ningún tipo, pero, al parecer esa reivindicación no es posible hacerla, por lo que encausaron a los quince miembros que lo protagonizaron los cuales fueron condenados entre 6 y 8 meses. ¿Se le ha caído la venda a los ojos de la Justicia y es ahora cuando no ve? ¿Ha dejado de ser imparcial?
Lo que los colombianos del NO se negaron a admitir es que allí ocurra lo mismo: que los malos, asesinos, narcotraficantes, sean más reconocidos y con más derechos que las personas de bien. Se ve que tuvieron presente lo que sucede en Navarra: Iker Casanova que pasó 11 años en la cárcel condenado por pertenencia a banda armada es diputado por el Parlamento Vasco; Hasier Arraiz públicamente ha declarado que «matar fue acertado» y que los asesinos de ETA son «hombres y mujeres capaces de dar su vida por un sueño». Este individuo es presidente de un partido político; el senador Iñaki Goyoaga va a ser investigado por el Tribunal Supremo por integración en ETA; Sabino Cuadra, diputado de uno de esos partidos que se legalizaron como consecuencia de la negociación, ofende a los españoles cada día con su indigna presencia en el Congreso,(últimamente ha roto impunemente las páginas de la Constitución desde la tribuna de oradores); la alcaldesa de Hernani pidió un aplauso para los asesinos de la T4 en Barajas, pero formará parte de unas listas para ser diputada en el Parlamento de España. Ninguno de estos cargos ha recibido el menor reproche oficial de gobierno e instituciones por sus felonías, porque la realidad es que los españoles estamos disimulando y mirando para otro lado, aceptando tácitamente el final del terrorismo que a los nacionalistas les conviene y por el que trabajan incansables: el de la impunidad y la legitimación, sin derrota política. Los colombianos temen verse obligados a aceptar una situación similar. El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe insistió en que miembros de las FARC responsables de «delitos atroces» deben pagar penas de «reclusión» de entre 5 y 8 años. Recalcó que «la impunidad total a los mayores responsables de delitos atroces» se convierte «en mal ejemplo» y creador «de nuevas violencias».
Ante tantas presiones por firmar el tratado, (como ocurrió en España, aunque aquí sin referéndum), surge la pregunta sobre las fuerzas interesadas en el tema. Fuerzas poderosas que a pesar de pregonar la libertad, igualdad y fraternidad democráticas, esos principios no los aplican con la equidad que predican. De modo que aunque ganó el NO en el referéndum, es decir no se firmó el acuerdo, incongruentemente, Noruega, quizá por lo mucho que se había implicado en el proceso, concedió al presidente Santos el Premio Nobel de la Paz. Curiosamente solo se premió a una parte aunque la firma era cosa de dos, Gobierno y guerrilla. Se ve que dársela a “Timochenko”[6] hubiera sido excesivo, se hubiera delatado el grupo que maneja el tema, que siempre, siempre, actúa con mucha discreción.
No piensen que esto sea un exceso de “conspiranoia”. Reconocido por ellos mismos, en Colombia hay unos 3.000 masones que, dadas las características de la secta, pertenecerán a grupos poderosos. Los masones llevan siglos de influencia en la política del país. Trabajan, como siempre, silenciosamente pero de una manera efectiva. Su momento de gloria fue en tiempos de la independencia con Simón Bolívar a la cabeza. Formaron parte de la logia secreta líderes de las vertientes políticas: Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño, Rafael Urdaneta, Tomás Cipriano de Mosquera, José Hilario López, José María Obando, José María Melo, Manuel Murillo Toro. Ya en el silgo XX la masonería tuvo un mayor tinte liberal con políticos como Eduardo Santos (tío abuelo del actual presidente), Darío Echandía, Alberto Lleras Camargo y Germán Zea Hernández y personajes como Luis Cano, el general Benjamín Herrera, los escritores Luis Eduardo Nieto Caballero y Enrique Santos Montejo “Calibán” (periodista miembro de la familia del presidente) y el empresario Leo Kopp, fundador de Bavaria.
Aunque ellos aseguran que la masonería ha perdido poder, entre sus miembros están los políticos liberales Fernando Botero Zea, David Turbay, Eduardo Mestre, Jorge Mario Eastman, Alberto Santofimio, Ricaurte Lozada, David Name, Jorge Valencia Jaramillo y Carlos Ardila Ballesteros. Abogados como Crótatas Londoño, Antonio José Cancino, Manuel Urueta, Carlos Orjuela, Ramiro Arteta, Carlos Restrepo Piedrahita, Jaime Posada; militares como los ex comandantes de las Fuerzas Armadas general Camilo Zúñiga Y Fredy Padilla de León, Chaparro; hombres de letras como Germán Arciniegas o economistas como Luis Bernardo Flórez, ; hombres de negocios como Julio Andrés Camacho y Eduardo López Obregón; el rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Evaristo Obregón; el ex rector de la Universidad de los Andes Mario Latorre artistas como el pintor Armando Villegas; un importante número de magistrados de las distintas cortes, como Manuel Urueta y Carlos Orjuela Góngora, y varios notarios. El ex vicepresidente Santos en algún momento expresó su interés en ingresar a la hermandad, y lo hizo durante el descubrimiento de un busto de su tío abuelo Hernando Santos en la casa de la Gran Logia de Colombia en el centro de Bogotá.
En noviembre de 2014, el presidente de Fedispetrol, Álvaro Younes Arboleta concedió una entrevista al programa de televisión “Los Informantes”. En esta entrevista, Younes se presentó como gran maestro de las logias masónicas y respondió a una serie de preguntas sobre la masonería y sus miembros en Colombia. Reconoció que habían celebrado una particular reunión en la sede de Juan Manuel Santos en la que Jorge Valencia Jaramillo, el gran maestro y máxima autoridad de los masones en Colombia, le anunció su apoyo. Naturalmente dijo que era a título personal, pero lo acompañaban entre 80 y 100 colegas y la influencia de Eduardo Santos, abuelo de Juan Manuel y de Enrique Santos, su padre, que formaron parte de la logia. Sin embargo, el gran maestro de las logias masónicas del país hablando de la relación del presidente Juan Manuel Santos con la masonería afirmó que no pertenecía porque que aún no había sido invitado formalmente.
Dos años más tarde, en mayo de 2016, en declaraciones a RCN Radio, Younes defendió que los principios que inspiran a la masonería deben servir de ejemplo para los gobernantes, en especial para el presidente Juan Manuel Santos, a quien le pidió “que se abra un poco más”.
El programa de RCN Radio también informó que las logias masónicas siempre han tendido a apoyar los procesos de paz y actualmente están a favor de los acuerdos. “Juan Manuel Santos conoce a muchos masones, pero necesitamos que algunas personas den unos pasos para que puedan ser invitadas”, afirmó Younes en la entrevista. El programa indica que el paso que Santos tendría que dar para ser invitado a la logia sería lograr el éxito del proceso de paz[7].
Bueno, es sabido que no consiguió la firma del acuerdo, aunque parece que sigue intentándolo. Tampoco se conoce, de momento, si, a pesar de ello, fue “invitado” a formar parte de las logias colombianas, aunque parece inducirnos a la sospecha de que así habrá sido, la propia insistencia de los noruegos en concederle un premio por un acto fallido.
¡Lástima no conocer los masones intervinientes en el “proceso de paz” en España!
[1] Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo FARC-EP es un grupo guerrillero que se autoproclama marxista-leninista. Son consideradas grupo terrorista tanto en Colombia como a nivel internacional. Operan en Colombia y en la zona fronteriza con Venezuela. Actúan desde su conformación oficial en 1964 dirigidas por un secretariado de siete miembros que estuvo bajo el comando de Pedro Antonio Marín, conocido por los alias de Manuel Marulanda “ Tirofijo”, hasta su fallecimiento en marzo de 2008 por causas naturales.
[2] Marquetalia, pequeño territorio del corregimiento de Gaitania, municipio de Planadas en el departamento del Tolima, donde estaba asentado un grupo de liberales y comunistas quienes habían instaurado una república independiente.
[3] El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es la segunda guerrilla de Colombia, cuenta según el gobierno con unos 2.500 combatientes -frente a los 8.000 de la comunista FARC- y centra su influencia en zonas mineras y petroleras del país. Nació a mediados de la década de los años sesenta del siglo XX. Las raíces de esta guerrilla se enmarcan en tres grupos sociales. Por un lado, sectores urbanos universitarios, los cuales habían sido impactados por la revolución cubana que triunfó en 1959. Estos estudiantes iniciaron la conformación de un grupo guerrillero que si bien aceptaba la ideología socialista, le daban una fuerte interpretación latinoamericana y hablaban de una Liberación Nacional, de una independencia, de ahí su nombre.
El segundo grupo poblacional que sirvió de pilar para su conformación fue la iglesia católica. Derivado del proceso de reforma que se llevó a cabo surgió una corriente, muy latinoamericana en la iglesia católica basada en el pensamiento denominado la Teología de la Liberación. En él, algunos sacerdotes decidieron conformar y participar en la guerrilla: Camilo Torres o Manuel Pérez son un ejemplo.
El tercer grupo lo compuso la población que ayudó en una serie de organizaciones sociales de carácter rural que se constituyeron en las colonizaciones dirigidas durante aquellos años.
[4] Impuesto pagado por cada gramo producido por los campesinos cocaleros y grupos narcotraficantes.
[5] Medellín, especialmente pero no únicamente, tiene una violencia invisible que se expande sin límites: La vacuna extorsiva que ha creado una realidad cruel, invisible, cáncer social que alimenta en silencio la violencia y engorda a los ilegales. En el Centro de Medellín, las vacunas son un exquisito negocio que silenciosamente se chupa ganancias de comerciantes, pobres y ricos. Son empresas. La misma policía asegura que 140 grupos se disputan las empresas de extorsión. Las vacunas varían con la fluctuación del mercado ganadero.
Los vendedores ambulantes pagan vacunas para permanecer en el espacio público. Los semáforos de la ciudad no solo sirven para controlar el tránsito, en cada uno de ellos se mueve una misteriosa economía. Cada semáforo tiene dueño. Los que se ganan la vida en semáforos pagan su vacuna o los destierran. La vacuna se calcula según el punto y la congestión. Cada semáforo tiene su propio conflicto. Hay personas que se matan por conseguir uno. Las esquinas de alto tráfico también tienen dueños, y los que ahí se instalen para vender, comprar o alquilar, tienen que pagar su vacuna. A travestis del Centro les cobran vacunas semanales y si no pagan los someten a violaciones. Es decir, la vacuna travesti se paga en efectivo o en especie sexual. Tiendas, panaderías, carnicerías, peluquerías, talleres y almacenes de ropa pagan cuotas variables, desde 5.000 hasta 50.000 pesos semanales, de acuerdo con sus negocios. Hay vacunas en especie: “Llegan a las tiendas, consumen lo que les da la gana y se van sin pagar”, dice un comerciante. Los habitantes también están sujetos al pago. Cada semana pasan varios jóvenes cobrando entre $2.000 y $5.000. Y así la vacuna se extiende a los barrios populares cuyo comercio si se niega a pagar, lo amenazan con llenarlo de petardos. Hay también vacunas para permitir a empresarios distribuir sus productos en zonas periféricas de Medellín.
Resulta paradójico: En teoría se acabaron los paramilitares pero no se acabaron las vacunas.
[6] Rodrigo Londoño Echeverri, conocido bajo los alias de «Timoleón Jiménez», «Timochenko» o «Timochenco», guerrillero colombiano, ex-comandante del Bloque Magdalena Medio, actual comandante en jefe de las FARC.
[7] http://gaceta.es/noticias/proceso-paz-llave-santos-acceder-masoneria-20102016-1126 tomado de InfoVaticana