Según informa una tal Nerea Isasti para El Diario Vasco, en la Muy Noble y Leal Villa de Placencia de las Armas (hoy llamada también Soraluce, o «Soraluze«, un arqueologismo nazionalista) van a quitar el nombre a la calle de Serafín Achotegui para llamarla «Txurruken».
Tal vez no sea de extrañar por parte de un Ayuntamiento regido por el Partido Nacionalista Vasco en coalición con el PSE-EE, con la complacencia de EH-Bildu (ETA). Es decir, el mismo Frente Popular rojo-separatista, los mismos PNV y PSOE responsables del asesinato de Achotegui en 1936.
Pero la versión del Diario Vasco no tiene desperdicio. O quizá quepa decir que se trata de un cúmulo de desperdicios: un montón de basura. Nerea Isasti incurre en contradicciones y anacronismos y exhibe ignorancia.
El subtítulo ya da una idea del planteamiento:
La calle Serafín Achotegui se llamará oficialmente Txurruken.
«No tiene sentido que una calle de nuestro pueblo lleve el nombre de un defensor del franquismo», dicen los vecinos
«Los vecinos» o Nerea Isasti parecen ignorar que Serafín Achotegui Urrestieta fue asesinado antes de que Francisco Franco accediera al mando del bando nacional. Llamarlo «defensor del franquismo» es casi tan anacrónico como sería llamarlo «defensor del Estatuto de Autonomía», por ejemplo. E igual de ajeno a las ideas del mártir. Pero es que con las fechas y con todo lo demás se hacen un lío. Obsérvese con qué soltura se contradicen en la misma noticia, a pesar de ser ésta breve:
En aquella época, el Ayuntamiento designado por los golpistas cambió el nombre de varias calles de Soraluze. A sí [sic], la plaza Vieja pasó a llamarse plaza de Navarra, la plaza Nueva se convirtió en plaza Tercio de Montejurra, Kalebarren pasó a Mártires de Arrate y Elizburu a 22 de septiembre. Todas ellas han recuperado su nombre original excepto Txurruken […] En la década de los 50, varias empresas de Soraluze, entre ellas Sacia [Serafín Achotegui y Cía.], compraron terrenos en Txurruken para construir viviendas para los obreros y a ese bloque de viviendas se le llamó Serafín Achotegui con la conformidad del Ayuntamiento.
De manera que la calle de Serafín Anchotegui era de nueva creación, dedicada a un ejemplar vecino de Placencia de las Armas, nacido en la misma villa, industrial reconocido… Se llamaba así por haber promovido el bloque de viviendas para obreros la empresa que él había creado. No se le devuelve a la calle ningún nombre antiguo: se le quita el que siempre tuvo. De paso nos recuerdan que ya quitaron sus nombre a la calle de los Mártires de Arrate (en el monte Arrate asesinaron los rojo-separatistas a muchos inocentes, entre ellos el propio Anchotegui) y a la plaza del Tercio de Montejurra. Muy comprensible este cambio, dado el mal recuerdo que quedó en los gudaris del PNV de huir siempre ante este tercio de requetés, libertador de Guipúzcoa.
Las fechas no son el fuerte de Nerea Isasti ni del Diario Vasco:
Serafín Achotegui nació en Soraluze en 1900. Vivía en la calle Etxaburueta y era propietario de la empresa Sacia (Serafin Achotegui y Cía). Durante la Guerra Civil fue presidente del Círculo Carlista en el pueblo. Apoyó el alzamiento franquista y fue apresado por los milicianos, a manos de los cuales murió fusilado en Arrate en 1936.
Serafín Achotegui era presidente del Círculo Carlista de Placencia de las Armas antes del Alzamiento. «Durante la Guerra Civil» apenas le dio tiempo, pues fue asesinado al poco de su estallido. Como queda dicho más arriba, tampoco pudo apoyar «el alzamiento franquista» porque el Alzamiento no fue franquista. Los carlistas como Achotegui se alzaron a las órdenes de su Rey Don Alfonso Carlos y del Príncipe Don Francisco Javier de Borbón Parma. El alzamiento militar lo encabezaban los generales Sanjurjo y Mola. Algún tiempo después de la muerte de éstos, Francisco Franco se hizo con el control del bando nacional. Pero Achotegui ya estaba también muerto para entonces.
Según la estela a él dedicada, «Por Dios y por España. Aquí fue asesinado Serafín Achotegui Urrestieta de Placencia de las Armas por las hordas marxo-separatistas a la edad de 38 años». Corría el año 1936, así que difícilmente pudo haber nacido en el 1900. A no ser que la placa se equivoque. Viendo la colección de errores de la noticia del Diario Vasco, parece más probable que la equivocada sea Nerea Isasti.
Por todo ello, el pleno acordó el cambio del nombre. A partir de ahora se abre un plazo por si alguien quisiera presentar alegaciones. Si no hay alegaciones, tras la publicación en el BOG, este nombre quedará para la historia y Txurruken volverá a ser el nombre oficial de la calle.
«Por todo ello», es decir, por una sarta de falsedades, los sucesores de los asesinos de Serafín Anchotegui le quitarán a su calle el nombre original, para darle oficialmente uno de fantasía nazionalista. ¿Habrá verdaderos vecinos de esta calle que aleguen en contra del atropello? Quién sabe. El chantaje nacionalista y el terror de ETA están tan vivos como siempre, con la colaboración del Gobierno (en funciones) de la nación, en manos del PP.