La Comunión Tradicionalista Carlista es posiblemente la única organización política española que defiende la monarquía tradicional y el legitimismo. El sistema partitocrático, basado en los principios liberales de la Revolución Francesa, es contrario a la Monarquía Católica, al mismo ser histórico de España. Por eso los carlistas nos oponemos a la Constitución del 78.
La Comunión Tradicionalista Carlista se reconstituyó en 1986 mediante la fusión de los grupos carlistas que coincidían en el Ideario de la Tradición española. Desde entonces la CTC, unida bajo la autoridad política de su Junta de Gobierno, viene proclamando que el problema de España es el sistema político vigente.
La Comunión Tradicionalista Carlista carece de un Rey a su cabeza. No vemos, entre los distintos príncipes descendientes de Felipe V, a uno que se identifique con la Tradición española y sea digno sucesor -con legitimidad de origen y de ejercicio- de la Dinastía que nos capitaneó hasta 1936. Don Carlos Javier de Borbón-Parma, así como su tío, don Sixto, reivindican de una u otra forma para sí los derechos de la legitimidad. Sin embargo, hoy por hoy, oídas las palabras del primero, y conocidos los actos del segundo, no podemos hacer un reconocimiento de tales derechos.
Necesitamos un Rey. Toda España lo necesita. Pero sólo podrá cubrir esa necesidad quien manifieste, con claridad, de palabra y de obra, que son el sistema constitucional y la dinastía que lo ha traído quienes están llevando a España a la ruina.
Junta de Gobierno de la Comunión Tradicionalista Carlista
Madrid, 4 de noviembre de 2016, San Carlos Borromeo
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