En un pequeño pueblo del sur de Madrid existe un lugar tan milagroso como Lourdes o Fátima. En pleno siglo XVII, la Iglesia reconoció los misteriosos hechos de Cubas de la Sagra comenzando una investigación, pero los avatares históricos la dejaron inacabada. Hace un año el papa Francisco reabrió el proceso para confirmar la santidad de una de las protagonistas. La escritora María Vallejo-Nágera, tras una exhaustiva búsqueda de documentación de más de dos años, ha reconstruido su figura en la novela Niña Juana, que acaba de publicar La Esfera de los Libros.
La monja franciscana española conocida como sor Juana de la Cruz fue una extraña y fascinante mística que vivió entre los siglos XV y XVI en el beaterio de Santa María de la Cruz de Cubas, y cuyos milagros tanto en vida como tras su muerte son muchos y muy documentados. El lugar donde se fundó el convento donde vivió, y que luego ella impulsó como monasterio, ya había sido el centro de una serie de apariciones marianas a la niña Inés Martínez en 1449. Los historiadores dicen que «se sabe más sobre las apariciones de Cubas de la Sagra que casi sobre cualquier otro episodio semejante en España hasta el siglo XVIII, por haberse conservado una copia de las investigaciones de las visiones y de las declaraciones tomadas sobre las subsiguientes curaciones milagrosas».
Juana Vázquez Gutiérrez nació en 1481 y falleció en 1534 en olor a santidad. Su cadáver quedó incorrupto, y Roma abrió proceso canónico en 1621. En plena Guerra de la Independencia los soldados de Napoleón profanaron el cuerpo y robaron el arca de plata que lo contenía. Las monjas rescataron los restos y los guardaron en un arca de madera. Más de un siglo después, cuando estalló la Guerra Civil española, la escondieron apresuradamente, junto a su rosario y varios ropajes y reliquias, tras un muro del convento, que finalmente fue incendiado. Todo quedó en el olvido hasta que en 1986 se reabrió el proceso de la Santa Juana y en 1990 se produjo el misterioso hallazgo de sus restos, siguiendo el rastro de olor a flores que podía percibir la abadesa. En 2015 el papa Francisco firmó un decreto de virtudes heroicas sobre esta mujer excepcional, gran profeta, predicadora y teóloga.
Famosísima en su época y sin salir prácticamente del convento en 38 años de clausura, fue visitada y consultada por reyes (Fernando el Católico), emperadores (Carlos V), soldados de renombre (don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán), cardenales, obispos, nobles damas de la corte, princesas y pueblo llano, a quienes atendió con paciencia y asombró con su extraordinaria sabiduría sobrenatural, así como con sus estigmas. Tanto es así que el mismo Tirso de Molina le dedicó una obra de teatro titulada La Santa Juana.
Fue investigada por la Inquisición y personalmente por el cardenal Cisneros, quien acabó siendo su protector, gran defensor y amigo. El proceso toledano para su canonización concluyó positivamente en 1617. Pero el Vaticano ordenó volver a estudiar el caso siguiendo la legislación nueva y se presentó en Roma entre 1619-1620. Al fin, en 1664, los procuradores de la causa propusieron su culto favorable de forma inmemorial, tras aprobar sus virtudes heroicas en 1630. Pero muchos documentos solicitados por el Vaticano se extraviaron por los mencionados ataques al convento. El proceso quedó, para desesperación de muchos historiadores, bloqueado hasta 1980, cuando Jesús Gómez López, primer vicepostulador de su causa, logró recuperar y reunir más de trecientos documentos, entre ellos un manuscrito que se conservó oculto en la biblioteca del monasterio de El Escorial, y que ha sido la base de la reapertura por parte del papa Francisco.
Todos los hechos extraordinarios que rodean al lugar y a la protagonista, junto con una trama policial de ficción, se mezclan en la entretenida novela Niña Juana. En ella, María Vallejo-Nágera narra como Tomasa, empleada de hogar sesentona, se encuentra un día a su señora asesinada en el chalé en donde lleva trabajando cuarenta años. Abrumada por la investigación policial a la que se ve sometida como sospechosa de la muerte, acude a pedir socorro a una anciana tía religiosa, cuyo humor y sabiduría sabe que le pueden procurar consuelo. A través de la picardía y las historias de su tía, se ve envuelta en un sorprendente y misterioso relato sobre la Santa Juana de Cubas de la Sagra.
«En mi libro van a encontrar todos los secretos revelados de esta impresionante historia real basada en lo que le sucedió a la Santa Juana, una mujer que robó muchísimos milagros al cielo, una verdadera mística española de Cubas de la Sagra. No les quiero revelar más cosas. Les invito a leer Niña Juana, donde descubrirán el verdadero Lourdes, pero en Madrid», explica Vallejo-Nágera, referente de la narrativa contemporánea en español.