El número de personas que viven con VIH en el mundo ha ido aumentando de manera constante a lo largo de la última década, pasando de 27,9 millones en 2000 a 38,8 millones en 2015.
Las nuevas estimaciones muestran un ritmo lento en la disminución de nuevas infecciones por VIH, con una caída de solo un 0,7% al año, entre 2005 y 2015, en comparación con la caída del 2,7% al año, entre 1997 y 2005.
Así lo revela un nuevo análisis sobre la morbilidad mundial publicado en la revista The Lancet HIV y presentado en la reunión internacional sobre el sida en Durban (Sudáfrica).
En 2015, más de 2,5 millones de personas en todo el mundo se contagiaron con sida, una cifra que no varía en exceso con respecto a los 3,3 millones de personas que se infectaron en 1997.
No obstante, las muertes por esta enfermedad han disminuido desde 1,8 millones en 2005, a 1,2 millones en 2015, según los expertos debido a la ampliación de la terapia antirretroviral.
Por otra parte, la proporción de personas que viven con VIH en tratamiento antirretroviral ha aumentado rápidamente entre 2005 y 2015, del 6,4% al 38,6% para los hombres y del 3,3% al 42,4% para las mujeres. Sin embargo, la mayoría de los países aún está lejos de alcanzar el objetivo de ONUSIDA 90-90-90 que pretende conseguir que, para el año 2020, el 81% de personas infectadas reciban terapia antirretroviral (TARV).
«A pesar de ampliación de la cobertura de TARV y las medidas para prevenir la transmisión de madre a hijo, los nuevos datos desvelan un cuadro preocupante del lento progreso en la reducción de nuevas infecciones por VIH», afirma el autor principal Wang Haidong, del Instituto para la Métrica y Evaluación Sanitaria (IHME) de la Universidad de Washington (EE UU).
España ha experimentado un incremento en el número de nuevas infecciones por VIH desde 2005. En concreto, los contagios han aumentado un 1,5% cada año de la última década, mientras que dicha tasa ha disminuido en la mayoría de los otros países de Europa occidental.
El número de nuevas infecciones por año ha pasado de cerca de 2.000 en 2005 a 2.350 una década más tarde, y el número de personas que viven con VIH ha aumentado de 126.520 a 130.330.
Sin embargo, el número de españoles que mueren de sida ha disminuido constantemente desde un máximo histórico de 1.490 personas en 2005 a 820 en 2015.
El informe desvela que un 66% de los más de 130.000 españoles afectados reciben los medicamentos TARV, que hacen más lenta la progresión de la enfermedad. Una cifra que se encuentra muy por encima de la media mundial situada en el 41%.
Las tres cuartas partes de las nuevas infecciones (es decir, 1,8 millones) producidas durante 2015 se dieron en el África subsahariana. El sur de Asia representó el 8,5% (212.500), el sudeste el 4,7% (117.500), y el este del mismo continente el 2,3% (57.500).
Dentro de Europa la incidencia fue menor. Los países con mayor número de nuevos contagios fueron Rusia (57.340), Ucrania (13.490), España (2.350), Portugal (2.220), Reino Unido (2.060), Italia (1.960) y Alemania (1.760).
Según el estudio, el TARV es altamente desigual, y las regiones del norte de África, el este y el centro asiático, Oriente Medio y el este europeo necesitan con urgencia su introducción.
Aunque ningún país ha logrado el objetivo de ONUSIDA, Suecia, EE UU, Holanda y Argentina –todos alrededor de un 70%– se encuentran muy cerca de conseguirlo.
“Para lograr los objetivos será necesaria una ampliación masiva de los esfuerzos de los gobiernos y los organismos internacionales para cumplir con los 36 millones de dólares necesarios cada año para acabar con el sida en 2030″, afirma el director de IHME, Christopher Murray.