Se trata de algo periódico, como en la guerra. Si no se consigue el objetivo propuesto, se reitera el ataque, especialmente peligroso si los defensores no reciben pronto refuerzos. Esto es lo que viene a pasar en España con las tarascadas de los miserables de la izquierda, especialmente la marxista, ante la mirada y actitud estúpida de la derecha política o metida en los “medios”.
La “progresista” izquierda, especialmente la marxista, tiene un vicio adquirido de nacimiento, cual es la necrofilia. Por donde han pasado los “rojos” han dejado un reguéro de cadáveres, que es un espectáculo que les apasiona tanto, que cuando no los hacen ellos mismos, los buscan y escarban por todas partes.
Repasemos esas fotos de momias de monjas en los atrios de las iglesias o su empeño en desenterrar a Gaudí y a otros difuntos enterrados en templos e iglesias. Hasta quisieron abrir el sepulcro de Santa Eulalia, en la Catedral de Barcelona. Pero, insistimos, empezamos a sospechar que también son, como las hienas: necrófagos. Quizás ahí esté el problema.
Es hoy (hace unos días…) la Sexta de Televisión quien ha cogido el relevo de otros y se ha empeñado en acabar con esa Novena Maravilla del Mundo: el “Valle de los Caídos”. Dirige la cuadrilla de bandoleros, como un “Tempranillo” modelo siglo XXI, el Director de ese canal, un fulano apellidado García Ferreras que ha puesto en movimiento a todo el bandidaje que él dirige.
Hemos visto uno de sus programas en el que un jovencito abogado, dispuesto a meterse dando culaditas entre la multitud de aspirantes a la gloria laica, se empeña en desenterrar unos cadáveres de la Cripta del “Valle de los Caídos”, agarrado a un artículo al parecer olvidado en algún Código polvoriento. Y ya se sabe, si tiene éxito, se abre la puerta para otros necrófilos que esperan su ocasión. Porque si hay algo que odian más estos personajes es la sombra de la gran Cruz sobre las tumbas de unos y otros, españoles reconciliados en la muerte. Son como Drácula ante dos dedos cruzados formando una cruz.
Hemos visto y oído a un presentador de esa cadena decir que una de las mayores dificultades para conseguir desenterrar a los de la Cripta son los benedictinos de la Abadía, “que siempre se han mostrado beligerantes a favor de los fascistas y franquistas”. No pudimos resistir todo el programa necrófilo de la Sexta, por eso el relato de cómo se construyó nos negamos a verlo, y a lo mejor han dicho aquello tan inteligente de que Franco no murió en la guerra, y sin embargo allí está enterrado. Sí, llegamos a ver la vieja noticia de que sería Zapatero, el mayor idiota de la política (¿sólo de la política?) desde tiempo inmemorial, el que crearía una “comisión de expertos” para decir lo que había que hacer con el “Valle”. Parece ser que la tal comisión no sacó conclusión alguna que valiera la pena, lo que no les impidió pasar por Caja para cobrar el “trabajo”.
Pretender que berzotas de perfil miserable entiendan lo que de verdad es el “Valle de los Caídos”, y la razón de su construcción, es absurdo. Y todas esas historietas sobre desenterrados en cunetas llegan a provocar sueño. Posiblemente allí están enterrados, además de los soldados y combatientes anónimos muertos en combate, muchos asesinos ejecutados después de un juicio. Hay que tener en cuenta que hubo una persecución religiosa, la mayor de la Historia, a cargo de aquel Frente Popular que hoy defienden todos (incluida gran parte de la derecha política) cuyo ejecutores, asesinos y criminales, no era una media docena que se relevaban en el trabajo, eran muchos miles, que mataron a 12.000 (cifra redonda) sacerdotes, frailes, novicios, monjas o simples laicos por ser católicos. A estos hay que sumar los que regentaban aquellos terribles chekas, que legalizaron los del gobierno “legalmente constituido”, que produjeron cantidades industriales de mártires que luego enterraban en cementerios, o sencillamente los incineraban.
Y no olvidemos a otros criminales, miles, o quizá cien miles, los que destruyeron de forma terrible el patrimonio español, monumentos, iglesias, archivos, bibliotecas, laboratorios… Para conseguir tal destrucción en todo el territorio que el Frente Popular dominaba, era necesaria la colaboración de mucho delincuente.
Y puestos a sumar, metamos aquí los responsables del saqueo de ese Patrimonio, el nacional y el privado, los que se llevaron el “Prado” a Francia para asegurarse un exilio de lujo; los que enviaron a Rusia el oro del banco de España, país con el que ni siquiera aquella república tenía relaciones diplomáticas; los que se llevaron a Francia de Cataluña, Vascongadas y otros lugares dominados por ellos, tesoros saqueados, como los que saqueó la Generalidad que empezó a situar muy cerca de la frontera francesa…, en el mes de agosto, apenas a un mes del alzamiento nacional.
Y no olvidemos la joya de la vileza de esta gentuza, el “yate Vita”, que sirvió para que dos perros de mala raza (Prieto y Negrin) se enzarzaran en una pelea a mordiscos tratando de que el presidente de Méjico, les concediera la propiedad de la carga del “Vita”. Eso sí, con una notable ganancia para aquel bribón de Lázaro Cárdenas y su cohorte de políticos.
Es muy difícil hacer una valoración numérica de los delincuentes, asesinos y depredadores “republicanos”, pero siempre será una cifra enorme. Cuando vemos a una viejita o a un viejito hablando de este tema de las fosas, siempre son hijuelas frente-populistas. A estos lacrimosos les exigiríamos que nos mostraran las sentencias que condenaron a sus deudos, gracias a las cuales, y leyendo entre líneas, podríamos averiguar que aquel abuelito no era un sindicalista bondadoso, sino un fulano que participó en tal asalto a un convento, en el exterminio de aquellas monjas, en el saqueo de tal palacio, en la destrucción de aquel monumento o por pertenecer a tal o cual cheka.
Lo que pasa hoy en España es esperpéntico. Los criminales son divinizados y sus víctimas arrojados a la basura. Acusar al otro de los mismos crímenes que ellos han cometido forma parte del Manual del Perfecto Propagandista Marxista. Es una especie de huida hacia adelante.
Es difícil encontrar en el entorno geográfico del llamado Mundo Occidental nada parecido a la “Zona Roja” de la que ni se habla en la radio ni se ve en la televisión ni aparece en la perversa prensa. Es como si en Israel se prohibiera cualquier recuerdo o cita de su Holocausto, porque nosotros, pese a que el Papa ni lo menciona, tuvimos el nuestro. Y fue terrible, somos muchos los testigos que vivimos aquella terrible época. Y como la pandilla política y mediática que maneja el cotarro sabe que no puede abrir ni una rendija a una crítica de esta felonía pseudo-histórica, porque su chiringuito se vendría abajo, se blindan.
La estúpida, suicida, cobarde y cascabelera derecha se engancha “democráticamente” a los bestias del “Frente Popular” y rechaza indignada todo aquello que de alguna forma tenga que ver con el “franquismo”, y como saben que sus argumentos (?) son inconsistentes, prefieren vernos a sus críticos muy lejos. Por eso veremos a la “derechona” abogar por la desaparición del “Valle” y de todo lo que este monumento representa. Y en esa estamos.
No perdemos la esperanza y creemos que un día Dios permitirá que, por un error de los productores de bodrios “históricos”, aparezcamos alguno en sus tertulias dispuestos a ponerlos patas arriba sólo con soplar. Y si la fábrica de emporcar mentes se viene abajo, el sistema en el que vivimos hoy los españoles dará paso a otra época más digna y más patriótica. En esta, van a matarnos a todos, pero de aburrimiento. Con todo, ¡que nadie se distraiga! Ha empezado una nueva ofensiva contra el “Valle”