Estamos muy próximos a terminar el año 2016, y siento una profunda tristeza por el casi medio centenar de mujeres asesinadas por “el machismo” en lo que va de año…
Pero, aunque el coro de trovadores y aduladores del gobierno y las asociaciones de “mujeres” tengan memoria selectiva, también siento una inmensa pena por los cerca de 30 hombres asesinados por el «hembrismo» (feminazismo) durante 2016.
Igualmente siento una profundo horror por los niños y niñas asesinados por sus madres y sus padres en este año que está a punto de finalizar. Claro que, también (¡Será casualidad!) los trovadores y aduladores del gobierno y las asociaciones feministas de “género”, generosamente subvencionadas, también se han olvidado de decir que más de las dos terceras partes de los menores asesinados lo han sido por sus mamás…
Siento, también, una inmensa tristeza por las aproximadamente 700 mujeres que se han suicidado en lo que va de año.
Pero, también tengo una inmensa pena por los casi 3.000 hombres que se han suicidado en 2016, de los cuales un millar -1.000- se suicidaron tras sufrir denuncias falsas por maltrato y ser apartados de sus hijos…
Finaliza 2.016, y tampoco me puedo olvidar, es más, me produce una enorme tristeza la muerte de ancianos y ancianas en el ámbito familiar, de los cuales más de las dos terceras partes fueron asesinados por sus nueras o/e hijas…
También me resulta difícil mirar hacia otro lado, no sentirme concernido, conmoverme y sentir una tristeza por las personas españolas sin hogar, alrededor de 25.000, de las cuales el 82,7% son hombres y el resto mujeres. Habiendo más de 4 millones de casas vacías.
Y si hablamos de otro drama: la prostitución, también siento pena y tristeza por las mujeres que son obligados a prostituirse. ¡Casualmente, las asociaciones “de mujeres”, sus trovadores y el gobierno se olvidan de que también hay hombres que se ven obligados a prostituirse…!
Siento una inmensa pena y tristeza por las personas muertas en España -durante 2016 por envenenamiento “accidental” de las cuales el 80% han sido hombres, y el resto -20%- mujeres, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
También es difícil que me olvide, y también me suscita una enorme tristeza el que miles de niñas y niños sean condenados a ser huérfanos de padre, por habérsele concedido a sus madres, la guarda y custodia exclusivas -y excluyentes- tras el divorcio, durante este años, 2.016 que está próximo a terminar… por parte de los jueces y fiscales, expulsando a sus padres de su vida cotidiana y evitando que puedan participar en su educación y crianza.
Tampoco puedo olvidarme, y me causa una profunda pena que en España, durante 2.016 hayan sido abortados más de 100.000 niños y niñas… mientras hay españoles que viajan al extranjero a adoptar a menores huérfanos; mientras la población española es una de las más envejecidas del mundo, habiéndose llegado a una situación tal que casi se pueda afirmar que caminamos al suicidio como nación…
Y, como no todo pueden ser penas; siento una profunda alegría pues, aunque España posee la legislación más divorcista del mundo occidental, la que más promueve la confrontación entre hombres y mujeres, la única que incita a las mujeres a repudiar y desahuciar a sus maridos, a denunciarlos falsamente por supuesto maltrato, y un largo etc. de canalladas; a pesar de todo España es una de las naciones donde menos violencia doméstica, intrafamiliar, conyugal existe. España tiene el honor de ser uno de los lugares donde los hombres respetan más a sus esposas, novias, compañeras; tal es así que somos los últimos de la fila de los países de la Unión Europea, y estamos solamente por delante de países como Andorra, San Marino, o Luxemburgo… Siendo los países más –supuestamente- más civilizados los que encabezan el ranking en violencia doméstica y conyugal: Países Nórdicos, Gran Bretaña, Alemania…
¡Sí, siento una enorme alegría pues durante el año que termina, 2.016, la violencia en la que las víctimas han sido mujeres, y niños, y ancianos, y hombres adultos –que haberlos también los ha habido- afortunadamente ha sido muy escasa, casi anecdótica… motivo por el cual nos debemos sentir afortunados!