El 22 de julio de 1936 1236 hombres y 550 mujeres y niños, liderados por el coronel Moscardó, se refugiaron en el Alcázar de Toledo ante el terror rojo.
Así empezaba uno de los episodios más gloriosos de la historia de España.
Los héroes del Alcázar resistieron más de 2 meses en condiciones dramáticas: a la escasez de agua, de alimentos y medicinas, se sumaron los fuerte bombardeos de los rojos.
Los sitiados sufrieron 109 bajas.
Al anochecer del 27 de septiembre de 1936 el Alcázar era liberado por las tropas nacionales.
La defensa del Alcázar de Toledo es una de las más memorables de la Historia de España. La resistencia imposible al asedio se basó en la fe en la victoria.
Para la historia quedó la llamada del representante del Frente Popular al coronel Moscardó en la que le proponía salvar la vida de su hijo Luis a cambio de la rendición del Alcázar.
Jefe de milicias: Son Uds. responsables de los crímenes y de todo lo que está ocurriendo en Toledo, y le doy un plazo de diez minutos para que rinda el Alcázar, y de no hacerlo fusilaré a su hijo Luis que lo tengo aquí a mi lado.
Coronel Moscardó: ¡Lo creo!
Jefe de milicias: Y para que veas que es verdad, ahora se pone al aparato.
Luis Moscardó Guzmán: ¡Papá!
Coronel Moscardó: ¿Qué hay, hijo mío?
Luis Moscardó Guzmán: Nada, que dicen que me van a fusilar si el Alcázar no se rinde, pero no te preocupes por mí.
Coronel Moscardó: Si es cierto encomienda tu alma a Dios, da un viva a Cristo Rey y a España y serás un héroe que muere por ella. ¡Adiós, hijo mío, un beso muy fuerte!
Luis Moscardó Guzmán: ¡Adiós, papá, un beso muy fuerte!
Vuelve a coger el aparato Cándido Cabello .
Coronel Moscardó: Puede ahorrarse el plazo que me ha dado y fusilar a mi hijo, el Alcázar no se rendirá jamás.