Las compañías que participan de este proyecto explicaron en el blog news room que los “contenidos que promueven el terrorismo no pueden tener un espacio en las redes sociales”, para lo cual también “crearán una base de datos con los contenidos etiquetados que han sido borrados de sus plataformas”. Este material incluye imágenes imágenes y videos utilizados para reclutar.
El contenido no se borrará inmediatamente, “cada compañía decidirá de manera independiente qué etiquetas de videos o imágenes compartirá en su base de datos. No se compartirá ninguna información de carácter personal, cada compañía aplicará sus propias políticas y definiciones de qué considera como contenidos terroristas para su posterior eliminación, así como prácticas de transparencia y revisión a pedido de gobiernos. También conservarán sus propios procesos de apelación”.
En años recientes, los grupos terroristas han perfeccionado su uso de las redes sociales para reclutar y propagar su ideología. Precisamente, Twitter ya ha suspendido más 360 mil cuentas que promueven el terrorismo.
Las plataformas de Facebook, Twitter y YouTube son puntos de encuentro y lugares de diálogo, eliminar contenidos de estas redes sociales es siempre un tema delicado: “Nos comprometemos -aseguran sus directivos- a proteger la privacidad de nuestros usuarios y su derecho de comunicar de forma segura y libre en nuestras plataformas… También nos comprometemos a buscar una forma más transparente, consciente y responsable para impedir la propagación de contenido terrorista en Internet, respetando siempre los derechos humanos”