Un estudio de la Universidad de Stanford muestra que jóvenes “absorben las noticias de las redes sociales sin tomar en cuenta la fuente de esas informaciones”. Al menos el 82 por ciento de los estudiantes de entre 12 y 15 años, son incapaces de distinguir entre contenidos patrocinados e informaciones reales.
La investigación también reporta que la mayoría de estos jóvenes, “juzgan la credibilidad de la información de un Tweet, a partir de los detalles que contiene o por el tamaño de la foto, más que por la fuente”.
En este sentido, las redes sociales generan una “caja de resonancia” a partir de los intereses de los jóvenes, de sus likes y de los sitios que visitan. Por lo que, si ellos frecuentan páginas con poco o nulo rigor periodístico, sus propias redes le sugerirían nuevos sitios similares.
Facebook, Twitter y Google comienzan a tratar de tomar acciones para frenar la propagación de este tipo de sitios que publican notas falsas. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo que su red social “toma con seriedad el problema de la desinformación” y crearon una herramienta para que sus usuarios puedan reportar este tipo de contenido.
Sin embargo, el propio Zuckerberg explica que se trata de un problema complejo, porque la esencia de Facebook es, precisamente, el compartir toda la información que sus usuarios quieran y tampoco quieren ser catalogados como árbitros de la verdad.
Esta es la razón por la que esta red social confía en sus usuarios y deposita en ellos la capacidad de verificar la información publicada en sus muros. Zuckerberg agrega que Facebook “contempla crear mejores sistemas que detecten informaciones falsas, antes que los usuarios las etiqueten como tal».
Otro proyecto es lograr que los sitios que publican de forma deliverada informaciones falsas, no tengan acceso a promocionar sus contenidos en la red social.
Twitter también intenta abordar este problema. La red social ha suspendido muchas cuentas y ha lanzado una nueva opción llamada «Mute Words». Los usuarios de Twitter son ahora capaces de eliminar conversaciones específicas en el sitio, así como filtrar, en sus notificaciones, todos los tweets con una determinada palabra o frase.
Por supuesto, lo más importante para evitar que los jóvenes no crean en todo lo que leen, es la educación. La alfabetización mediática es algo que se debe enseñar a los niños en la escuela, pero también sus padres, en casa. Es importante hablar con ellos, explicarles cómo pueden saber cuando una noticia es falsa y qué se puede hacer para denunciarla.