Según el Instituto Nacional de Estadística durante el año 2015 se produjeron un total de 101.214 casos de separación y divorcio, es decir más de 277 separaciones o divorcios diarios.
El 52,5 % de los matrimonios divorciados o separados tenían hijos menores de edad.
Hace más de 35 años que se aprobó en España la Ley del Divorcio y en estos años miles de españoles han podido constatar que el divorcio no es la solución; sin embargo nuestros representantes políticos no han tomado ninguna medida activa para defender la familia minimizando el número de divorcios, ni para evitar los graves perjuicios psicológicos, sociales y familiares que la separación de los progenitores produce en los menores.
El Centro Jurídico Tomás Moro afirma que una Ley de Terapia Familiar no es la solución definitiva pero creen que desde hace 35 años en España no se hace nada para evitar los divorcios y quieren que la sociedad española se haga una pregunta ¿el divorcio es la solución?.
Para fomentar el debate sobre el divorcio el Centro Jurídico Tomás Moro ha lanzado su campaña «El divorcio no es la solución». La campaña consta de dos acciones
1.- Firmar y difundir la petición al Ministro de Justicia para que se apruebe una Ley de Terapia Familiar obligatoria. Para firmar pulsar aquí.
2.- Difusión de un vídeo de 50 segundos llamado «El divorcio no es la solución»
Desde el Centro Jurídico Tomás Moro consideran que es hora de que nuestras leyes adopten medidas activas de protección de la estabilidad matrimonial, por ello como primer paso para mejorar la salud de la familia proponemos que antes de iniciarse cualquier procedimiento de separación o divorcio, y en el caso de haber menores, sea obligatorio que los cónyuges pasen por terapia familiar obligatoria que tendrá como primer objetivo solucionar los problemas matrimoniales y salvar así el matrimonio.
Según algunos expertos más del 75% de las familias y matrimonios que siguen terapias familiares mejoran su situación personal, conyugal o familiar (datos de la UDITEF de la Clínica Universitaria de Navarra), por eso creemos que dicha terapia mejoraría la salud de la familia española, y que puede ser un primer paso para minimizar el número de separaciones y divorcios, y mejorar la salud emocional de los menores de edad.