La batalla contra la ideología de género está en un momento decisivo. Esta ideología totalitaria, vanguardia de aquella “dictadura del relativismo” denunciada en su día por Benedicto XVI, tiene hoy por hoy copados los parlamentos, los gobiernos, los grandes ayuntamientos y el mismo sistema judicial. Las escasas voces que se alzan en contra de sus aberraciones antropológicas y del adoctrinamiento educativo están tratando de ser acalladas mediante presiones políticas, manipulaciones mediáticas y multas.
Es el momento de actuar con vigor e inteligencia. Es preciso que todas las fuerzas, entidades, asociaciones, agrupaciones políticas, sociales, culturales o religiosas que permanecen dispuestas a defender el sentido común, la vida y la familia, coordinen sus esfuerzos para lograr una movilización general que rompa con la apatía y el derrotismo generalizados.
Desde la Comunión Tradicionalista Carlista ofrecemos nuestros medios y nuestra experiencia para alcanzar este objetivo común. Cada una de las entidades aludidas puede, legítimamente, llevar a cabo las acciones que considere oportunas, pero los carlistas no apoyaremos iniciativas particulares o partidistas ajenas salvo aquellas que tiendan a aglutinar, mediante convocatorias abiertas y plurales, a los millones de españoles que rechazan la llamada ideología de género.