La Asociación Cultural GORA LERIN K.E. conmemoró el pasado sábado 27 de mayo el 180 aniversario de la toma de Lerín por el ejército carlista que se encontraba en poder del ejercito liberal
En 1837 Lerín se había convertido en objeto de deseo por los dos bandos enfrentados ya que el río Ega hacía de frontera natural entre la zona de influencia carlista y la zona de influencia liberal. En aquella época Lerín era un pueblo amurallado y fortificado, y dado, que Lerín se encuentra en lo alto de una peña, era el lugar ideal para controlar todo el valle de Lerín y así impedir el avance de las tropas carlistas hacía la ribera de Navarra.
En la noche del 26 al 27 de mayo de 1837, el pueblo fortificado de Lerín, que estaba en poder de los liberales, fue tomado por las tropas liberales, la toma del pueblo de Lerín, tubo la particularidad de que fue posible, gracias a que un paisano (un civil) de Lerín, llamado Fermín Martínez, tenía su casa pegada a la muralla que rodeaba el pueblo, por debajo de la cual hicieron un túnel que atravesaba también la muralla, y así pudo el ejercito carlista introducirse dentro de las fortificaciones.
Después de una larga noche de combates, en la que el ejército carlista hizo más de 400 prisioneros, los seguidores de D. Carlos, se hicieron con el poder de Lerín.
Pasaron los años, y la primera guerra carlista finalizó con el abrazo de Bergara entre el traidor Maroto y Espartero, con este abrazo se acabó la guerra, pero los oficiales carlistas mantuvieron sus cargos, es decir el coronel carlista, paso a ser coronel del ejército regular.
A pesar de eso al paisano Fermín Martínez lo llevaron a juzgar a Estella por traición, ya que había colaborado con el ejercito carlista, y por ello le pedían una condena de muerte, la defensa de Fermín alegó, que si el teniente carlista pasaba al ejercito liberal con su cargo y su sueldo íntegro, no era justo que él siendo civil le condenaran a muerte, pues el solo había hecho un agujero en su casa.