La concejal del Ayuntamiento de Madrid ha creado escuela y sus aventajados discípulos van adquiriendo triste notoriedad apoyados y jaleados por el laicismo agresivo que impulsan los partidos políticos de la izquierda radical, principal amenaza a la libertad religiosa que, vuelven a poner en circulación eslóganes y actuaciones que ya activaron a lo largo de la II República.
De modo que su principal blanco vuelve a ser la Iglesia Católica. Así lo afirma el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC) haciendo constar que el año pasado, 2016, se registraron 147 ataques, de todo tipo. Desde los más sibilinos, como la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (la del Padrenuestro blasfemo), de suprimir la asistencia de los miembros de su Consistorio a las celebraciones religiosas del programa de las fiestas de la Merced, lo que en el fondo viene a ser como “ningunear” la fiesta, quizá paso previo para suprimirlas del todo. De ahí a los más insólitos como la propuesta de Podemos para que la fiesta de San Fermín en Pamplona se denomine “El desfile del día grande” (¿Lo aceptarán los navarros?).
A estos intentos por relegar la religión del espacio público, también se suma la proposición de PSOE-Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha de dejar de incluir en los presupuestos la asistencia religiosa en los hospitales públicos o las decenas de proposiciones de la izquierda radical para que la Iglesia pague el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles).
El informe de esa asociación civil creada en 2006 (la OLRC) llama la atención además sobre el gran número de municipios en los que se han presentado «mociones de laicidad», añadiéndolos, en caso de que esta haya sido aprobada, a la «Red de Municipios laicos». En total, 27, entre los que se encuentran ciudades como Sevilla, Córdoba, Sabadell, Guadalajara, Oviedo o Ciudad Real.
La directora del mencionado Observatorio, afirma que se trata de «cifras preocupantes», ya que «año tras año aumentan los ataques a la libertad religiosa». «El laicismo agresivo que vienen impulsando determinados partidos políticos de la izquierda radical provoca un aumento de la intolerancia en las calles y la ridiculización de los creyentes».
Los ataques más frecuentes a la libertad religiosa son las agresiones a los lugares de culto y el escarnio a la religión, hecho que aprovechan a la menor ocasión, aunque las mismas autoridades les dan facilidades para ello, de modo que hoy día de san Juan Bautista y mañana domingo, especialmente, saldrán disfrazados de manera cuanto más irreverente mejor, porque es su forma de celebrar el World Pride[1], es decir, el Día de todos aquellos que no se consideran heterosexuales. Los actos de vejación a las personas debido a sus creencias fueron las que más aumentaron con respecto a 2015, al crecer nada menos que un 62,5%. En solo un año pasaron de 16 casos a 26. Entre las víctimas se encuentran el cardenal Antonio Cañizares y el obispo de Getafe, Joaquín María López Andújar.
Y en esa maldad contra la Iglesia “progresan adecuadamente”, según su estrategia, los discípulos de la señora Maestre quienes han dado un paso más al avanzar imitándola en pintadas y profanaciones en templos.
En el año 2011 la capilla de la Complutense sufrió un ataque protagonizado activamente por la flamante concejal Rita Maestre, actualmente, portavoz del Ayuntamiento podemita de Madrid, quien, junto a otras “femen” coreando consignas contra la Iglesia como «vamos a quemar la Conferencia Episcopal», «menos rosarios y más bolas chinas», «contra el Vaticano poder clitoriano» y «sacad vuestro rosarios de nuestros ovarios» y a pecho descubierto “stricto sensu”, arrollaron al sacerdote que intentó impedir su entrada a la capilla puesto que había fieles orando. Fue condenada por un delito contra los sentimientos religiosos a una multa de 4.320€. Sin embargo, recurrida que fue la multa, la Audiencia Provincial de Madrid la ha absuelto. Los jueces de la Audiencia la absuelven, sí, pero bien es cierto que vino precedida de una campaña de opinión promovida por algún gurú de la comunicación de cierta edad que, quizá por ello, la ensalzó e idolatró como inocente diosa rediviva, lo que unido a la misericordiosa actitud del cardenal arzobispo con su generoso perdón, les impulsó a ello. Bien mirado si quien debería sentirse mayormente ofendido no protesta, ¡qué vamos a pedir a los demás!
Visto el éxito, las acciones se suceden. Hace justo un año, la capilla, esta vez de la Universidad Autónoma, sufrió otro ataque. En aquella ocasión, los asaltantes, grupos feministas, entraron en su interior y pintaron en las paredes sus clásicos mensajes «Educación laica» y «Aborto libre», además de dejar manchadas y con salpicaduras de pintura roja el suelo, los muros, las bancadas, el confesionario, el sagrario y las figuras religiosas. Al investigar el suceso, la Policía encontró unos escritos en los que se explicaba el asalto: «Esta acción pretende despertar ese espíritu crítico que no quieren que tengamos y reclamar esa universidad libre que todos buscamos cuando pasamos Selectividad. No queremos una universidad en la que no formen personas sino máquinas. (…) No queremos una universidad que responda a los poderes económicos ni a los eclesiásticos. (…) Por todo esto decimos que fuera las iglesias de la universidad. Quisieron enterrarnos pero olvidaron que éramos semillas[2]. La lucha es el único camino«.
Estos hechos provocaron un importante debate en la sociedad española sobre la gravedad que demostraban, pero todo se quedó en pura palabrería, de modo que comprobado que no pasa nada por mucho que hagan, han decidido dar una vuelta de tuerca más y esta vez, además de sus clásicas pintadas: “La Iglesia que más ilumina es la que arde”, (frase atribuida al anarquista Buenaventura Durruti, adoptada con gozo por las feministas), han decidido ponerla en práctica, atacando el templo con objetos incendiarios.
Se supone que los autores son anticapitalistas y antisistema y pertenecen a un grupo de la universidad equivalente a Contrapoder de la Complutense, el mismo grupo al que pertenece (o pertenecía antes de ocupar el cargo) la señora Maestre. Por ello para poner en marcha el eslogan, reventaron dos ventanales con doble cristal y rejas y arrojaron al interior varios objetos incendiarios, tipo cóctel molotov. Aunque no lograron su propósito, las llamas dañaron la imagen de San José, el Sagrario, paredes y suelo, así como una puerta. El templo quedó ennegrecido por el humo debido al pequeño incendio que se desató en el interior y que se extinguió solo. Los atacantes trataron de forzar la entrada sin éxito; de haberlo hecho, la capilla, probablemente, habría sido arrasada.
Siguen las investigaciones para encontrar a los autores pero parecen ser los tontos útiles de Madrid Laica[3] viendo la actitud que estos mantienen al respecto. Por una parte condenan los hechos pero por otra, proponen al Estado que cambie hacia donde ellos quieren, a una España laica, por lo que viene a deducirse que se han servido de los autores del atentado para hacer daño a la Iglesia y, al tiempo, dar publicidad a sus objetivos.
Y la vinculación de estas acciones con la masonería lo dejaron muy claro cuando profanaron este último 9 de mayo el Monasterio de la Santa Faz en Alicante, importante punto de peregrinación el segundo jueves después de Semana Santa desde el año 536. Al parecer una joven, detectada por las cámaras de seguridad, intentó romper con un punzón el cristal que protege la reliquia. Al no conseguirlo, estampó su firma, o al menos la de sus promotores, rayando en el cristal, el simbólico y satánico número 666. Además pintó cruces invertidas y robó un libro litúrgico de oraciones y otro donde se apuntan los actos litúrgicos del Monasterio.
Esta plaga del laicismo como vemos, actúa en todas las provincias y, envalentonados, cada vez más frecuentemente y con mayor violencia. El pasado día 23 un hombre joven al cruzarse en la avenida de la Macarena de Granada con una monja que le doblaba la edad, éste le pegó tal puñetazo en la nariz que se la ha roto y le ha causado otras magulladuras. La religiosa que pertenece a la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña, acababa de acompañar a un grupo de niños a la Escuela Divina Infantita, no llevaba hábito, pero debió reconocerla por la Cruz, porque al tiempo de pegarla dijo claramente: “Esto por ser monja”. ¿Es posible que vuelvan a soltar su “odium fidei” como en la II República?
¿Y qué hacen los príncipes de la Iglesia y los gobiernos de todo tipo (municipal, comunitario y estatal) para defender a aquellos que no se meten con nadie pero quieren que se respete su libertad de culto y aún como a la pobre sor Rosario permitirla caminar sin temor a recibir una paliza por ser monja?
[1] World Pride: Día del orgullo gay. Lo dicen en inglés para disimular. ¡Qué pena no esté con nosotros el rotundo Cervantes o el irónico Quevedo! Ninguno se andaría con estos disimulos.
[2] Más bien cizaña que no semilla: La que siembra el demonio, aquel que siempre busca dividir a las personas, las familias, las naciones y los pueblos. Mateo 13, 36-43,
[3] Organización vinculada a la masonería