Desde la Plataforma Mayoría Social consideran que nuestros hijos están en peligro, pues de forma inadvertida algunos centros de poder político y mediático están fomentando, de manera activa, la hipersexualización de la infancia con objeto de acabar con su inocencia, y ello al precio de destruir su felicidad.
La Plataforma Mayoría Social lanza su primer cuaderno de difusión titulado “La hipersexualización de la infancia: un riesgo real”.
En el día Internacional de los Derechos del Niño Plataforma Mayoría Social quiere centrar su atención en la necesidad de mantener la infancia frente a la hipersexualización de la misma por parte de los poderes públicos, de algunos medios de información y de las agencias de publicidad y medios audiovisuales.
Para ello han editado un folleto para denunciar la hipersexualización de la infancia: un riesgo real.
Dicha Plataforma considera que nuestros hijos están en peligro, pues de forma inadvertida algunos centros de poder político y mediático están fomentando, de manera activa, la hipersexualización de la infancia con objeto de acabar con su inocencia, y ello al precio de destruir su felicidad. El objeto último es poner las bases para que en su edad adulta se dejen llevar por una vida hedonista que les arrastre al consumismo desmedido y favorezca, por otra parte, su dirigismo interesado al privarles de una voluntad firme y decidida.
Podemos definir la hipersexualización infantil como la tendencia a enfatizar entre los menores el valor sexual de la persona por encima de cualquier otra cualidad definitoria, así como el fomento entre los mismos de las relaciones sexuales tempranas.
En este contexto los padres tienen la obligación insustituible de salvar a los menores de la nefasta influencia de los planes educativos y de los medios de comunicación. Ropa, juguetes, series de televisión, planes de estudios en los que la ideología de género gana terreno inoculan de forma sutil el erotismo prematuro en el mundo infantil, creando entre los menores grandes peligros para su salud física y mental presente y futura. De hecho, la difusión entre los menores de la perspectiva de género está aumentando la probabilidad de abuso sexual y maltrato psicológico.
Según se refiere en el folleto consideran que cinco son los principales peligros:
1.- La hipersexualización roba a los niños su infancia.
Actualmente se forma a los menores en la pérdida del pudor y el establecimiento de relaciones sexuales tempranas. Se les transmite así una imagen banal de las relaciones sexuales, que dejan de ser relaciones afectivas enriquecedoras para ser sólo una sexualidad genital narcisista.
De tal forma los menores aprenden a valorarse únicamente por su atractivo físico, que además debe ajustarse a unos cánones insanos.
2.- Se fomenta entre los menores la incertidumbre sobre la identidad sexual, dando lugar a trastornos de la personalidad.
En todas las Comunidades Autónomas se están aprobando leyes educativas con objeto de implantar en las aulas la ideología política de género. Tal ideología, contraria a toda evidencia científica y moral, transmite a los menores la confusión sobre su propio sexo al enseñarles que el sexo genital, biológico y genético debe someterse al psicológico. Es decir, que lo importante no es el sexo que se tenga, sino el que psicológicamente cada uno sienta. Lo más grave es que se presentan estas nuevas «alternativas sexuales» como las socialmente más respetables, y ello en plena adolescencia, cuando todavía es alta la indefinición sexual, y cuando el menor busca desmedidamente la notoriedad y el éxito social.
3.- Se ocultan los riesgos de las prácticas homosexuales.
Se trata de normalizar las relaciones homosexuales cuando son minoritarias estadísticamente. Precisamente la preponderancia de estos perfiles en la publicidad, en las series televisivas y en los programas educativos transmiten la falsa idea de que dichas relaciones son habituales y estadísticamente equiparables a las relaciones heterosexuales.
No obstante, se ocultan los estudios que indican el aumento de los riesgos para la salud de tales prácticas: la mayor incidencia de depresiones, trastornos de ansiedad, consumo de alcohol, drogas y abuso de medicamentos, y de enfermedades de transmisión sexual.
4.- Se fomenta el modelo de hombre y mujer-objeto.
En la publicidad de nuestras calles y en los programas televisivos se presentan hombres y mujeres objeto.
Se enseña a los niños que la identidad personal y la autoestima se construyen tomando como base la apariencia y por tanto se difunde la construcción de la identidad personal sostenida en valores superficiales y sesgados.
5.- Se incentivan las relaciones sexuales precoces.
Las relaciones sexuales precoces no sólo suponen un riesgo para su salud física, sino que ante todo son un riesgo para su salud mental, al distorsionar los tiempos necesarios para la maduración personal.
Consecuencia de ello son los numerosos embarazos de adolescentes, a los que como única solución se les ofrece el aborto, ocultando sus «efectos secundarios», tanto morales como físicos. Así, pocas mujeres conocen el aumento del riesgo de cáncer en razón a la realización de un aborto provocado.
Con la publicación y distribución del nuevo folleto divulgativo (cuaderno de difusión) titulado “la hipersexualización de la infancia: un riesgo real” la plataforma Mayoría Social quiere denunciar ante la opinión pública la pasividad que mantienen los poderes políticos en la defensa de los derechos de la infancia.
Descargar folleto, pulse aquí.
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