El Comisionado de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid ha propuesto al Pleno Municipal la colocación de una placa conmemorativa que recuerde a los condenados por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. «El Comisionado cree que merece ser recordada con una placa la existencia de este tribunal por el que pasaron tantos españoles de modo irregular y casi clandestino, o al menos poco conocido por el resto, entre 1940 y 1963«, explicaba el diario El País, el primero en hacerse eco de la noticia. La propuesta del Comisionado, que incluye un total de 32 placas, es el fruto de meses de encuentros con diversos colectivos.
El Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo fue creado el 1 de marzo de 1940. Su juzgado número uno tuvo su sede en Paseo del Prado 6, que hoy acoge a la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera, junto al Museo Thyssen de Madrid, aunque el Ayuntamiento de Madrid ha elegido otro emplazamiento menos céntrico para la placa, en el cruce de las calles General Oráa y Núñez de Balboa.
Los masones eran retenidos en el calabozo de la Comisaría del distrito del Congreso, al que llamaban Villa Cemento, y conducidos tras la condena, en cuerda de presos, a las Cárceles de Torrijos o Porlier (en la que fueron igualmente encarcelados durante la guerra civil miles de católicos de los que nadie quiere acordarse ahora y que posteriormente fueron condenados a muerte por el único delito de ser católicos). Los primeros expedientes, en los que se acumulaban todas las pruebas documentales en contra de cada masón, se formalizaron en 1940 y los juicios comenzaron en 1941.