«El Carlismo es el pensamiento político más antiguo de España. Todo lo que nos ocurre ahora, nuestras diferencias, lenguas, culturas y peculiaridades, derivan de él y no se puede entender nuestra historia sin comprender este movimiento».
Estos fueron algunos de los pilares sobre los que giró la conferencia Historia del Carlismo y Guerras Civiles en España, 1833-1936 que impartió el pasado 15 de febrero el teniente coronel Jorge Garris, también doctor en Historia y politólogo, en el Colegio de Médicos de Huesca. La ponencia se enmarcó dentro del «VI Ciclo de Conferencias» organizado por la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, en colaboración con la comarca Hoya de Huesca, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Huesca, Obra Social «La Caixa» y la Subdelegación de Defensa en la capital altoaragonesa. Ante una sala llena, el conferenciante repasó la historia del Carlismo desde sus orígenes a la actualidad, sus variantes y también el discurrir de las Guerras Civiles en España. «Hubo una primera guerra Carlista, la segunda se desarrolló sobre todo en Cataluña y Valencia y la tercera tuvo lugar en las Vascongadas, Aragón, Navarra y Cataluña. Esto enlazó con la Guerra Civil, donde hubo una facción integrista que consiguió un sistema foral diferente para País Vasco y Navarra, pero a nivel político perdió», detalló.
Este apasionado de la historia contemporánea confesó que investiga desde hace tiempo el Carlismo, además de la Primera y Segunda Guerra Mundial, desde «una simbiosis con la politología». En esta línea valoró que «el Carlismo tiene una posición fundamental en cualquier partido porque en él confluyen una visión ultracatólica de la vida, el regionalismo y el foralismo».
Así, en la España actual compuesta por Autonomías, «podemos comprender todo lo que ocurre, especialmente en Cataluña y País Vasco desde el Carlismo», apuntó. Finalmente, consideró que el nacionalismo vasco y catalán nacieron del Carlismo, que se mantiene ahora de forma residual. «En España durante siglos no se ha resuelto el problema territorial. Seguimos viviendo esas tensiones, pero creo que el catalanismo actual es difícil de explicar ya que tiene cierto interés particular de un grupo de personas».