Con la disculpa de la aplicación de la liberticida Ley de Memoria Histórica el Ayuntamiento de Bilbao ha decidido eliminar la cruz del alto de Santo Domingo. En una zona verde del alto de Santo Domingo todavía se levanta una cruz en homenaje a la toma de Bilbao por el bando nacional en 1937: la cruz de Egirleta. El Ayuntamiento ha dado ya la orden a la brigada municipal de obras para que proceda a su derribo y cumplir así con las recomendaciones que establece a Ley de la Memoria Histórica, aprobada hace once años.
El equipo del Gobierno municipal tomó la decisión definitiva el pasado 11 de abril tras analizar el informe encargado al Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos humanos Gogora, que así lo recomienda para retirar todos los «símbolos que evoquen la exaltación del militarismo franquista o que honren a los que se alzaron contra las instituciones democráticas». Y eso es precisamente lo que, según concluye Gogora, hace este monumento. Su informe puntualiza que se erigió en 1939 para «homenajear a los denominados Mártires de la Tradición, de inspiración carlista». No en vano, las milicias requetés aportaron hasta 60.000 combatientes a las tropas de Franco y fueron protagonistas en la liberación de la capital. Precisamente en el mismo punto donde se levanta la cruz, estos voluntarios colocaron las primeras banderas españolas «momentos antes de tomar Bilbao, durante los combates desarrollados en Artxanda a mediados de junio de 1937».
El propio diseño del monolito remarca la influencia que el movimiento tradicionalista tuvo en la victoria final del bando nacional en la Guerra Civil. Por eso la columna refleja tres fechas claves: la propia de la toma de Bilbao, junto a las de los anteriores conflictos bélicos con protagonismo carlista en 1833 y 1873. Además de estas citas, aparecen en un escudo el águila de dos cabezas previa a la unicéfala que marcó el régimen franquista y la cruz de Borgoña, enseña oficial del bando carlista.
Triste en la situación actual de España en la que la población tiene que vivir la injusta dictadura del pensamiento único que quiere hacer tabla rasa de un pasado glorioso para introducirnos en la dictadura del pensamiento único, borrando nuestra historia, y eliminando la libertad de nuestro horizonte.