Italia podría podría empezar a implantar medidas desde el Estado para frenar el avance de la masonería después de que el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga Norte hayan puesto en su punto de mira a la institución en el contrato de Gobierno que han cerrado tras más de 70 días de negociación. El texto afirma que no podrán ser ministros del futuro Gobierno personas condenadas por delitos penales, que estén siendo investigadas por delitos relacionados como la mafia, la corrupción o el soborno o aquellas «pertenecientes a la Masonería o en conflicto de intereses con la materia de cartera«.
La cláusula sobre la Masonería estipulada entre las partes del futuro ejecutivo italiano ha provocado la reacción inmediata del Grande Oriente de Italia, que considera que es claramente inconstitucional y pide la intervención del Presidente de la República. «Los masones del Grande Oriente de Italia juran solemnemente lealtad a la República Italiana. Lo hacen sobre la Carta Constitucional y se comprometen a respetar sus reglas y leyes. La idea de insertar una cláusula antimasónica en el contrato entre la Liga y el M5S es contraria a los principios constitucionales. Recuerda las leyes fascistas que los masones siempre han denunciado y que son consecuencia de una peligrosa deriva liberticida«, dice la Masonería Italiana, sin embargo la historia nos demuestra que la masonería solo ha sido fiel a sus propios intereses, y que estos intereses siempre han sido contrarios al interés mayoritario de la sociedad.
La Masonería Italiana insiste en recordar que esta «discriminación odiosa» es ofensiva para el recuerdo de héroes de la unificación italiana como Garibaldi y que «provoca inquietud en la opinión pública de todas las grandes democracias occidentales, desde Estados Unidos hasta Inglaterra o Francia, donde ser miembro de la Masonería es sinónimo de apego patriótico y lealtad constitucional«, sin embargo la noticia ha sido recibida por alivio por una gran parte de la sociedad italiana que comprueba todos los días que intereses ocultos tienen prioridad a los intereses de la mayoría de los italianos.