Veo y leo todos los jueves la Revista Alfa y Omega y sin el menor asombro descubro que siguen tratando una cuestión tan seria como las Canonizaciones de nuestros Mártires como: «Muertos en el siglo XX» o «asesinados por el odio a la fe y a la Iglesia» eludiendo mencionar la verdad de cómo sucedieron los hechos. Y por si no fuera suficiente, hablan de que: «Hay que ser prudentes para no contribuir a reabrir heridas». ¡Hala…! ¿Reabrir…? ¡¡¡Pero si ya estaban cicatrizadas…!!! Llegó Zapatero y… éste sí que reabrió con su «Memoria Histórica» todas las heridas habidas y por haber. ¿Es que hay alguna razón para no decir cómo sucedieron los hechos…? ¿Tanto recelo para decir que fueron los milicianos los asesinos…? ¿Por qué razón recurren siempre a «los años 30» o al «siglo XX»?
Miren que es fácil. Con decir que fueron martirizados en la zona roja (así se llamaba su zona), se acabaría el asunto. Pero no. Parece que hay una deliberada intención de ocultar cuanto fue la Cruzada 1936-1939 que así la llamó en aquellos momentos el Primado Cardenal Goma.
Y más. En televisión apareció la Conferencia Episcopal y el portavoz hablando de la Canonización de nuestros Mártires, dijo más o menos: «No hay que mencionar a los autores, sino que fueron martirizados por su fe y por odio a la Iglesia. ¡Toma…!
¡Son ganas de ocultar la verdad! Las heridas las reabrió Zapatero. Y ahí si que se vió claro que «había odio» y «venganza».
Las heridas estaban cicatrizadas desde el momento en que en el Valle de los Caídos, descansan los cuerpos de los que lucharon en los dos bandos, sin distinción de campos.
¡Qué daño ha hecho la «Memoria Histórica» de Zapatero…!
Por nuestra parte de combatientes en aquellos momentos, nunca hubo «odio ni rencor» hacia los enemigos, sino que cada uno iba a defender su Bandera… que con esto tenía bastante. Nosotros siempre: ¡Por Dios y por España! El enemigo… ¡por Rusia y…!
Me duele el recuerdo de mi amigo Monje de El Pueyo, martirizado por Dios y por España… me duele el pensar en el calvario, vicisitudes y zozobras que pasó mi tía monja carmelita del Convento de Consuegra (Toledo), me duele al recordar a nuestros valientes y heroicos D. Juan Aldáz y al Padre Rodríguez, que ambos cayeron por Dios y por España cuando ejercían su sagrado ministerio de «pater» en el Tercio… (de Requetés)
Me duele por el Padre jesuíta Huidobro, que cayó en la Cuesta de las Perdices (Madrid) al dar los últimos sacramentos a sus legionarios de la 10ª Bandera. Me duele por el Padre Caballero, «pater» de la 6ª Bandera que fue herido varias veces al salvar a varios legionarios heridos graves por lo que recompensado con dos Medallas Militares Individuales y propuesto para una Laureada (las condecoraciones de mayor prestigio en el Ejército Nacional… de todos los tiempos)
Y nosotros (40.000 navarros salieron y 4.545 cayeron) luchábamos y «moríamos» POR DIOS Y POR ESPAÑA.
Asi que olvidemos lo de «la reconciliación y el reabrir heridas» y mencionar por sistema «los mártires del siglo XX». Aquellos gloriosos mártires dieron su vida ofrecida al Señor. Nada más y nada menos.
Pero es sabido quien los asesinó y que los fueron en la Guerra Cruzada de Liberación de España 1936-1939
Félix Urrizburu Cabodevilla Requeté Veterano.