Las difíciles circunstancias en las que vivieron los reyes carlistas fueron ocasión para que usaran diversos títulos y nombres de incógnito. Quien más echó mano de esa costumbre fue Carlos VII a quien los liberales motejaban «Carlos Chapa» debido a la chapa con las iniciales «C7» de su boina roja. El momento cumbre de su vida política fue la Junta de Vevey, el lunes de Pascua de 1870. Cabrera había presentado su dimisión a la Junta de la Frontera antes que a su Rey, tomando como pretexto que éste, como «Marqués de Alcántara», había entrado en Francia para entrevistarse con el Duque de Módena, que marchaba a Roma. Al saberlo el prefecto de Lyon le ordenó que abandonase el territorio francés.
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