Podemos presentó el pasado viernes su propuesta para reconvertir el Valle de los Caídos en un espacio «para la memoria democrática y antifascista» y, entre otras cosas, plantean la demolición de la cruz y la espada que preside el conjunto monumental, y dar a Patrimonio Nacional el control de la basílica.
Muchos españoles han permanecido ajenos a la pretensión del Gobierno de exhumar el cuerpo del Generalísimo Franco, por cuanto de forma inocente creían que la exhumación de Francisco Franco era un requisito para alcanzar la reconciliación nacional, y tras la misma se conseguiría la superación de las heridas de la Cruzada de Liberación. Sin embargo la nueva propuesta de Podemos tiene que llamar a despertar que los miles de inocentes españoles que se tragaron el bulo de la reconciliación. El verdadero objetivo de las izquierdas es la destrucción de cualquier símbolo que represente a la religión cristiana (y católica en particular), y la eliminación de cualquier resquicio de libertad.
Podemos ha elaborado un documento, al que llaman «Exhumar el franquismo. Recuperemos el Valle de Cuelgamuros para la democracia», en el que denuncian que «el actual Valle de los Caídos representa el asesinato, la represión y la barbarie de una dictadura» y «es un lugar de culto al fascismo», que requiere ser reconvertido «en un espacio para la memoria».
Lógicamente, como muchos ya hemos avisado hace tiempo, Podemos no se conforma con el traslado de los restos de Franco y de Primo de Rivera, sino que trata de controlar que su nueva ubicación no se convierta en un «nuevo lugar de culto al franquismo», proponiendo igualmente acometer en el Valle «una serie de actuaciones que rompan totalmente el poder simbólico de éste», es decir proponen desnaturalizar la Basílica. Para ello proponen que el espacio sea desprovisto de la simbología franquista tanto en el interior como en el exterior, incluida la unión de la cruz y la espada». Así de forma clara proponen la destrucción de la cruz, pues según el citado documento «esta cruz, característica actualmente del Valle, podría demolerse y utilizar su residuo gravoso para crear otro monumento de dignificación y respeto a las víctimas». Por primera vez, y de una forma clara y directa, reconocen que no es Francisco Franco quién les estorba, lo que realmente les molesta es la cruz.
Igualmente refieren que «es imprescindible la desacralización del espacio y su total recuperación, incluida la basílica«. «Para ello, se debería revisar los acuerdos de 1979 entre el Estado español y la Santa Sede, que le otorgan el control de la basílica a los religiosos. Esto no conllevaría apartar y eliminar la simbología religiosa que se halla actualmente en el lugar, sino dar a Patrimonio Nacional un control total sobre el espacio», explican. Es decir Podemos pretende la expropiación de la Basílica.
Si las pretensiones de Podemos no fueran por si mismas preocupantes, hemos de añadir que el presidente por accidente, Pedro Sánchez, ha prometido iniciar conversaciones con la formación morada, pues sin duda los socialistas están interesados, a costa de los intereses de la mayoría de la sociedad, en cualquier actuación anticristiana que les permita tapar los numerosos casos de corrupción que están afectando a su gobierno.
