Fallece la historiadora Ana de Sagrera

Murió el pasado 24 de agosto, a los cien años de edad, Ana María de Azpillaga y Yarza. Más conocida como Ana de Sagrera, la historiadora sentía una particular simpatía por el carlismo. De ascendencia militar, su abuelo luchó en la Tercera Guerra Carlista en los ejércitos de Don Carlos VII y su padre se crió en el exilio. Durante su infancia coincidió con María Berta de Rohan, viuda de Carlos VII, en Vitoria. Años más tarde, durante la II República, conoció a los Reyes Don Alfonso Carlos y Doña María de las Nieves de Braganza con motivo de una celebración en una finca cercana a San Juan de Luz. E incluso en los primeros días del Alzamiento colaboró como margarita de Frentes y Hospitales. Tras la guerra, alejada ya de la Comunión Tradicionalista, inició su periplo como historiadora, desafortunadamente adscrita al juanismo.
El profesor de la Universidad de Navarra Francisco Javier Caspistegui denominó su obra como «biografía cortesana». Más que eso, Ana de Sagrera fue una historiadora elegante que supo reseñar aquellos elementos necesarios para una biografía y no la recopilación de chascarrillos sexuales o anécdotas que triunfaron en otros autores más recientes como Zavala o Balansó (aunque las obras del segundo sean de interés considerablemente mayor que las del primero). Su mayor contribución a la historiografía carlista fue una biografía sobre Doña Margarita de Borbón Parma, primera esposa de Carlos VII, titulada La Duquesa de Madrid. Última reina de los carlistas, editada en 1969. Escrita bajo encargo del pretendiente Juan, llamado de Borbón, centró sus investigaciones en los archivos de la nieta de Carlos VII, la Marquesa de Taliani de Marchio; los Olazábal y otras importantes familias del carlismo. El resultado dejó impresionado al autodenominado Conde de Barcelona, pues el carácter y la obra de la mujer de Carlos VII no podía sino conmover. Buena parte del resto de su obra está dedicada a otros personajes de la realeza, verdadera o ficticia, como La Reina Mercedes o La juventud de la Emperatriz Eugenia, entre otros. Deja dos hijos y varios nietos.Natural de San Sebastián, había contraído matrimonio con el mallorquín Bartolomé Sagrera Escalas, fallecido en 1991, de quien tomó el apellido que usó en sus publicaciones. Los restos mortales de la escritora reposan ahora en Mallorca, en el panteón familiar de los Sagrera.

Entre sus obras cabe destacar: Amadeo y María Victoria, Reyes de España, 1870-1873(1959); La Duquesa de Madrid. Última reina de los Carlistas (1969); Miguel Primo de Rivera (El hombre, el soldado y el político) (1973), distinguido con el Premio del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera a la Mejor Biografía; Una rusa en España. Sofía, Duquesa de Sesto (1990), que quedó finalista del Premio Comillas; La monja del jardín(1991); La juventud de la Emperatriz Eugenia (1997), Julia y Desirée. Reinas de la Revolución (2000) y Ena y Bee: en defensa de una amistad (2006).