El pasado jueves 11 de octubre Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Podemos) presentaron de forma pública y conjunta su “Acuerdo de Presupuestos Generales del Estado 2019”, acuerdo al que subtitularon como “Presupuestos para un estado social”.
Con respecto al contenido del acuerdo poco hay que decir, pues de presupuestos habla poco y mal, estableciéndose previsiones legislativas que nada tienen que ver con los presupuestos, así la regulación de los precios de los alquileres, la eliminación de las diferencias entre abuso y agresión sexual en el Código Penal, la introducción en nuestra legislación el consentimiento expreso para mantener relaciones sexuales, la derogación del artículo 315 que castiga a los que coaccionaran a los trabajadores para continuar una huelga, al igual que la derogación de los delitos de injurias al Rey, y de los delitos de ofensa al sentimiento religioso; y de igual manera es difícil predicar el carácter social de los mismos, pues poco sociales son unos presupuestos que determinar una subida general de los impuestos para que el Estado se gaste nuestro dinero en sus caprichos ideológicos.
Consideramos más oportuno valorar su continente, es decir, valorar la presentación del propio documento en el que se equiparan los membretes del Gobierno, y los de la formación morada Podemos.
Sin duda alguna la izquierda siempre ha tenido clara la importancia de la imagen, la importancia del marketing político como única herramienta para vender su mercancía defectuosa (pues ya sabemos que aunque la verdad se puede presentar desnuda, sin embargo la mentira hay que presentarla bien vestida y disfrazada), por eso es necesario valorar la importancia del casamiento de los dos logotipos (el del Gobierno y el de un partido político) en un mismo documento.
Es claro que la identificación de Gobierno con un determinado partido está en las antípodas de cualquier concepción de la democracia (por mi laxa que sea), e igualmente es claro que esa identificación atenta contra los intereses generales de la sociedad política, y sin embargo dos personajes que se han creado manipulando la realidad, y que conocen bien la importancia de la imagen, han decido apostar por el maridaje contranatura entre el Gobierno y Podemos; ¿casualidad, o conveniencia?
Cada uno tendrá su interpretación sobre la confusión de los logos del Estado y de Podemos, pero lo cierto es que en retórica tomar una parte por el todo se llama sinécdoque, y en política tomar una parte (el partido político) por el todo (Estado) se llama totalitarismo, dicho esto ¿en España se anuncia un nuevo partido único, el formado por PSOEPodemos?