Según el sondeo de Metroscopia publicado en el diario 20minutos.es, si en este momento tuvieran lugar unas elecciones generales, el PSOE sería el partido más votado, con el 25.2% de los votos (2.5 puntos más que en 2016), seguido de cerca por el Partido Popular (22.6% de los votos, y diez puntos menos que en 2016) y por Ciudadanos (19.2%: 6.1 más que entonces). Unidos Podemos conseguiría en total el 17.7% de los votos (3.4 puntos menos que en las últimas elecciones), e irrumpiría Vox con un 5 % de los votos.
Comentar una encuesta siempre es difícil, pero en estos tiempos se hace más difícil dado que la volatilidad del voto, y los rápidos cambios políticos que está experimentando España, hace difícil plantearse de forma correcta el escenario en que se producirán las nuevas elecciones generales.
Lo que sí parece claro es que al presidente Sánchez se le agota el escaso crédito que le concedió su asalto al poder por la puerta de atrás, y aunque se mantiene en primera posición, le están pasando facturas los escándalos de sus Ministros y la caótica política fiscal y territorial. Según la nueva encuesta el PSOS pierde 2,5 puntos respecto a la encuesta de septiembre, pérdida que parece estar recogiendo la formación de Pablo Iglesias que ve aumentada su estimación de voto, casi en el mismo porcentaje que lo está perdiendo el Partido Socialista, con respecto en la encuesta anterior (2,6 puntos), aunque lejos de los resultados electorales que cosecho en su primera presentación a las elecciones generales.
Según la encuesta de octubre de Metroscopia para Henneo (realizada entre el 16 y el 18 de octubre) el Partido Socialista es el que más pierde con respecto al mes anterior, aunque el Partido Popular no acaba de remontar como algunos presumían tras el nombramiento de Pablo Casado.
Si bien es cierto que el P.P. se mantiene como segunda fuerza, sin embargo, disminuye su intención de voto con respecto a la encuesta de septiembre (pasando del 22,8 % al 22,6 %). Lo que sí parece claro es que esta fuga de votos favorece a VOX, que podría conseguir su primera representación parlamentaria en las próximas elecciones.
Parece que la fuga de votos del P.P. a Ciudadanos ya es cosa del pasado, y ahora el Partido Popular tiene que estar preocupado por no perder sus votantes más a la derecha a favor de la formación de Abascal.
No obstante, de la actual encuesta el que tiene más motivos de preocupación es Albert Rivera, que ve como su crecimiento en votantes del centro político ha tocado techo, y parte de los votantes que confiaron su voto a la formación naranja como crítica a las políticas de Rajoy se sienten ahora mejor representados por VOX.
Así los de Rivera, aunque siguen en tercera posición, pierden diferencia con respecto a Podemos, perdiendo un 1,6 puntos respecto a la encuesta de septiembre situándose en un 19,2 % de los votos, circunstancia que les aleja de ser la alternativa de gobierno, o por lo menos líderes de una oposición fuerte frente a la alianza PSOE- Podemos.
No sorprende constatar como la principal fuga del voto ciudadano se produce a favor de VOX, pues según la encuesta el 8 % de los votantes de Ciudadanos acabarían votando a VOX, que pasaría a ser la quinta formación política más votada.
Es fácil comprobar que cientos de votantes de Ciudadanos lo hicieron, no tanto por apoyo a las políticas del partido naranja, sino como crítica a la cúpula del Partido Popular, y ese voto ha decido apoyar a VOX como partido que mejor puede representar parlamentariamente el voto de parte de la derecha española.
El partido de Santiago Abascal irrumpe con un 5,1% de los votos como quinta fuerza política en el panorama nacional, aunque puede pagar caro ser la quinta fuerza política, pues 1.000.000 de votos no tiene necesariamente que reflejarse en la distribución de escaños.
El otro gran beneficiario de la encuesta es Pablo Iglesias, que ve como su formación mejora de forma clara, pues obtendría un 17,7% de los votos, 2,6 puntos más que el dato del mes de septiembre (15,1%).
Sin duda el crecimiento de Podemos tiene su artífice principal en la propia gestión gubernamental de Pedro Sánchez, que ha colocado a Pablo Iglesias en el centro del foco mediático, al cederle el protagonismo en la negociación del presupuesto con los partidos rupturistas.
La aparición de Vox en el tablero electoral podría contribuir a una mayor fragmentación del ámbito del centro derecha, a la vez que parece que la opinión pública española se escora de manera descarada hacia posiciones de centro derecha, pues el espacio ideológico de izquierda y centro izquierda agruparía al 42.9% de los votos (en septiembre pasado, al 42.8%), mientras que el de centro y centro derecha (Vox, PP y Ciudadanos) al 46.9%.
En este sentido el panorama español se complica si nos atenemos a la posible distribución del voto, y su transformación el escaños, pues las fuerzas políticas que quedan en las diferentes circunscripciones en primera y segunda posición se harán con la llave de posibles mayorías suficientes para negociar la formación de un gobierno, quedando la tercera posición muy discutida entre las tras nuevas formaciones políticas (Ciudadanos, Podemos y VOX).
En cuanto el giro a la derecha (los más de 1.000.000 de votos vaticinados para VOX) del parlamento española será necesario atender no tanto al número de votos a favor de VOX sino a la concentración de los mismos. En este sentido diferentes encuestas vaticinan que VOX podría hacer un gran roto al Partido Popular y a Ciudadanos en Madrid, Valencia y Murcia, donde la concentración de votos a favor de la formación de Abascal podría suponer una importante y significativa fuga de escaños a favor de la nueva formación (3-4 escaños). Lo que si parece claro es que en las próximas elecciones cualquier escaño se antoja vital pues la configuración de mayorías parlamentarias suficientes puede depender de tan solo uno o dos escaños, pues esta intención de votos traducidas en escaños podría suponer en la práctica la configuración de dos bloques similares en cuanto al número de escaños.